¿Qué es el hipo?
Resumen del contenido
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El hipo es un trastorno que consiste en la producción de contracciones involuntarias del diafragma, el músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal, y que se encarga en parte de movilizar los pulmones en los movimientos respiratorios. Esta contracción involuntaria provoca un cierre brusco y repentino de las cuerdas vocales y es dicha oclusión la que genera el sonido característico del hipo.
En la mayoría de las ocasiones el hipo puede durar apenas unos pocos minutos y se limita por sí solo. En ocasiones, sin embargo, las salvas de hipo pueden mantenerse durante días, semanas o incluso meses. La imposibilidad para descansar y alimentarse adecuadamente puede acarrear cansancio y pérdida de peso. Asimismo, si se produce tras una intervención quirúrgica, la contracción muscular constante y la sacudida que provoca pueden afectar a la cicatrización.
Causas del hipo
El hipo transitorio suele estar desencadenado por alguno de estos factores:
- Consumo de bebidas gaseosas.
- Ingesta excesiva de alcohol.
- Comidas copiosas.
- Nerviosismo o estrés emocional.
- Cambios térmicos súbitos.
- Tragar aire al mascar chicle o chupar caramelos.
Sin embargo, el hipo crónico que se prolonga durante más de 48 horas seguidas puede estar causado por una serie de alteraciones más graves, como son:
Lesión o irritación de los nervios frénicos (los que inervan el diafragma), causada por:
- Irritación de la membrana timpánica por otitis o cuerpo extraño.
- Lesión ocupante de espacio en el cuello (tumor, bocio, quiste).
- Reflujo gastroesofágico.
- Faringitis o laringitis.
Alteraciones del sistema nervioso central:
- Encefalitis.
- Meningitis.
- Tumor cerebral.
- Traumatismo cerebral.
- Esclerosis múltiple.
- Accidente vascular cerebral.
- Alcoholismo o consumo excesivo de alcohol.
- Ciertos anestésicos.
- Consumo de corticoides.
- Diabetes mellitus.
- Alteraciones de iones en sangre.
- Insuficiencia renal.
¿Cómo se quita el hipo?
No existe una manera específica de quitar el hipo esporádico, normalmente suele desaparecer por sí mismo. Sin embargo, existen ciertos remedios caseros para intentar curar el hipo que pueden mejorar la situación. No siempre funcionan y no están comprobados científicamente, pero todos buscan influir sobre la respiración y la estimulación nerviosa del diafragma, como son:
- Respirar dentro de una bolsa, para aumentar la concentración de CO2 en el aire.
- Aguantar la respiración durante unos segundos.
- Beber sorbos de agua fría.
- Hacer gargarismos con agua fría.
- Hacer gárgaras con agua helada.
Cómo se diagnostica
El hipo se diagnostica con la mera constatación de que el paciente lo sufre. Aunque no es preciso ir al médico por tener hipo, si tras 48 horas el hipo persiste e interfiere con el sueño y la comida, entonces sí sería recomendable acudir al médico.
Algunas de las pruebas que se pueden hacer son: exploración de la vía aérea, oídos, vista, fuerza y tono muscular y equilibrio, coordinación y reflejos.En ocasiones puede ser preciso realizar alguna prueba complementaria, como una analítica de sangre, una radiografía, un escáner, una resonancia magnética nuclear o algún procedimiento endoscópico para valorar la vía aérea y digestiva.
Tratamiento del hipo crónico
En caso de presentar hipo crónico, se debe acudir al médico para que valore posibles tratamientos farmacológicos para contrarrestar el hipo y para valorar las posibles causas.
Algunos de los fármacos empelados son la metoclopramida, la clorpromazina o el baclofeno, siempre bajo supervisión médica. Si estos tratamientos no fuesen efectivos, el médico puede valorar la necesidad de infiltrar el nervio frénico con un anestésico para intentar frenar su actividad. Si tampoco esto funcionase, se podría intentar implantar un dispositivo intratorácico que estimula el nervio frénico con la intención de bloquear la estimulación repetida que causa el hipo, siguiendo un procedimiento similar al de los implantes para el tratamiento focal de la epilepsia.
El hipo es, pues, un síntoma banal que se autolimita y que pese a ser molesto no supone ningún perjuicio para la salud. Sin embargo, si dura más de 48 horas y dificulta el descanso y la alimentación es importante que pida visita con su médico habitual para que lo valore.
Lo que debes saber…
- La mayoría de las veces, el hipo dura unos minutos, pero en ocasiones puede durar días, semanas o meses, con repercusiones en la salud de quien lo sufre.
- Si tras 48 horas el hipo persiste e interfiere con el sueño y la ingesta, entonces sí sería recomendable acudir al médico.
- De esta manera podrá valorar posibles tratamientos farmacológicos para contrarrestar el hipo y también las posibles causas.
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