Resumen del contenido
El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer. Cuando se diagnostican, el 50% de los cánceres son metastásicos, y sólo el 20% están localizados. Aún así, en éstos últimos, la supervivencia para ambos sexos es de un 40% a los 5 años. El 90% de los casos son tumores malignos.
En función de las características de las células que originan el tumor, se clasifican en diferentes tipos, que son, en orden de frecuencia:
- Carcinoma escamoso
- Adenocarcinoma suele presentarse como una masa o un nódulo periférico. También puede asentarse sobre cicatrices pulmonares y es el que menos relación tiene con el tabaco
- Carcinoma de células pequeñas o epidermoide suelen presentarse como masa central. El carcinoma de células pequeñas es el de peor pronóstico.
- Carcinoma de células grandes suele presentarse como una masa o un nódulo periférico
¿Por qué se origina?
Personas fumadoras
El tabaco es el principal factor para desarrollar un cáncer de pulmón. Un fumador de 20-25 cigarrillos al día tiene un riesgo 20 veces mayor de sufrir un cáncer de pulmón que una persona no fumadora. Tanto es así que el consumo de tabaco reduce la esperanza de vida en unos 10 años, por ello la única prevención para el cáncer de pulmón es el abandono del tabaco.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2011 – 2012 en España, la última publicada, el número de fumadores de 15 años y más desciende al 24%, pero afirma que fuma a diario. Es la cifra más baja en 25 años, pero aun así la cifra sigue siendo alta. Un 3,1% es fumador ocasional, el 19,6% se declara ex fumador y el 53,5% nunca ha fumado. Por sexo, el porcentaje de fumadores es del 27,9% en hombres y del 20,2% en mujeres.
De la misma manera que el tabaco es el factor más importante para desarrollar un cáncer de pulmón, se ha establecido también la relación entre el tabaco y muchas otras enfermedades como: neoplasias malignas (orofaringe, laringe, vejiga, esófago, riñón, páncreas y cérvix), enfermedad cardiovascular, úlcera gastroduodenal, aumento del riesgo de embarazo extrauterino y disminución de la fertilidad, así como el envejecimiento cutáneo prematuro.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de pulmón?
La clínica presente en la mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón es la tos, seguido de la expectoración, dolor costal (toracalgia) y hemoptisis, que variará en función de la localización del tumor.
En los tumores centrales (en el interior del bronquio) predomina la tos, la hemoptisis y la disnea (dificultad respiratoria). Por su parte, en los tumores de crecimiento periférico suele predominar, además, la toracalgia por lesión pleural.
En los casos donde el tumor ha invadido otras estructuras, los síntomas que se pueden producir son:
- Disfagia (dificultar para tragar) por compresión del esófago
- Ronquera (por obstrucción del nervio laríngeo), síndrome de la vena cava superior (más frecuente producido por el carcinoma de células pequeñas)
- Síndrome de Horner (miosis; ptosis, es decir, caída del párpado superior)
- Enoftalmos (protusión del globo ocular) por afectación del simpático cervical
- Taponamiento cardíaco, insuficiencia cardíaca y/o arritmias y disnea por derrame pleural.
La extensión local del carcinoma epidermoide que asienta en el vértice pulmonar puede producir el síndrome de Pancoast que consiste en la destrucción radiológica de la 1ª y 2ª costilla y la afectación del 8º nervio cervical y 1º y 2º torácicos. Clínicamente se manifiesta como un dolor en el hombro con irradiación por el borde cubital del brazo.
Cuando los síntomas que produce un tumor son a nivel de otros órganos o sistemas, se conoce con el nombre de síndrome paraneoplásico. Son frecuentes en el cáncer de pulmón y pueden ser el primer síntoma. Destacan los síntomas generales como la anorexia, caquexia y pérdida de peso con fiebre.
¿Cómo se diagnostica?
El 50% de los cánceres de pulmón ya han irradiado metástasis en el momento del diagnóstico. Las metástasis más frecuentes se suelen alojar en glándulas suprarrenales, cerebro, hígado y huesos.
La radiología de tórax patológica o con una imagen dudosa, especialmente en un paciente fumador, obliga a descartar un cáncer de pulmón. Es esencial realizarla ante un paciente con clínica de tos de más de 3 semanas de evolución. Otras técnicas de imagen radiológicas útiles en el diagnóstico son el TAC torácico (scanner) y la RMN (Resonancia Magnética Nuclear).
Sin embargo, el objetivo del diagnóstico es el estudio anatomopatológico que se realiza mediante la citología del esputo, es decir, el estudio de las células que componen el tumor para poderlo clasificar y, junto a la evaluación de la extensión, establecer el tratamiento adecuado.
¿Tiene tratamiento?
Al igual que en todos los tumores, el tratamiento cambia en función del estado en el que se encuentre la enfermedad. El estadiaje de los tumores se realiza en función de las características propias del tumor, la afectación o no de ganglios linfáticos y la presencia o no de metástasis.
El tratamiento del cáncer de pulmón se basa:
- Cirugía
- Radioterapia: Se recurre a la radioterapia externa para tratar un cáncer primario de pulmón o sus metástasis en otros órganos
- Quimioterapia: se utiliza como tratamiento principal o como tratamiento auxiliar a la cirugía y/o radioterapia.
Cirugía para el tratamiento de cáncer de pulmón
En el caso de la cirugía, se incluyen procesos quirúrgicos como la lobectomía (resección de un lóbulo pulmonar), le neumectomía (resección de todo el pulmón) y la segmentectomía (resección de parte de un lóbulo). Cuando un tumor no se puede extirpar en su totalidad se habla de irresecabilidad y conlleva las siguientes fases:
- Metástasis a distancia.
- Parálisis de las cuerdas vocales.
- Taponamiento cardíaco.
- Síndrome de la vena cava superior.
- Derrame pleural maligno.
- Localización a menos de 2 cm de la bifurcación de la tráquea.
Los criterios para operar el tumor se basan en la situación clínico-funcional del paciente. Los casos para no operar son:
- Enfermedad grave asociada no controlable.
- Infarto agudo de miocardio en los 3 meses anteriores.
- Malnutrición.
- Insuficiencia respiratoria.
- VEMS (volumen espiratorio en el primer segundo) menor de un litro.
- Capacidad vital pulmonar menor del 45%.
- Hipertensión pulmonar grave.