Muy pocas calorías

El albaricoque, como fruta que es, se caracteriza por el aporte de agua, fibra, azúcares, vitaminas y minerales. Si algo debemos destacar es que se trata de las frutas menos calóricas que conocemos: 100 g de albaricoques proporcionan 32 Kcal, mientras que la misma cantidad de manzana Golden aporta 54 Kcal. Encontramos muy pocas frutas más ligeras que los albaricoques: la sandía, el melón, los fresones, el limón, el pomelo… En cambio, la mayoría de frutas tienen un aporte calórico superior: pera, manzana, naranja, mandarina, piña, kiwi, melocotón… Todas ellas nos aportan más calorías. Este inferior contenido calórico se debe al menor contenido de azúcares y su gran contenido de agua.

Micronutrientes

Si bien el albaricoque no es un producto rico en calorías, sí lo es en fibra y micronutrientes, contiene betacarotenos, compuestos con propiedad vitamínica A, potasio y, en menor medida, magnesio y calcio.

Cómo tomarlos

Los albaricoques son una de esas frutas realmente versátiles, que se puede consumir en fresco o cocinado, con dulce y con salado. La fruta fresca se puede presentar sola o en macedonia, de postre o como aperitivo. También da mucho juego en repostería pues se pueden elaborar exquisitas tartas y muses con albaricoque. Eso no es todo, ya que pasados por la sartén se reblandecen y se modifica su sabor, resultando muy adecuados para acompañar, por ejemplo, a una carne roja.

Pastelito austriaco

Los albaricoques son la base de unos pastelitos típicos austríacos llamados Knoedels y que se elaboran envolviendo el albaricoque en una masa fina y se cocina formando una bolita rellena.

¿A quién conviene y a quién no?

Se aconsejan para:

  • Estreñimiento: son ricos en agua y fibra lo cual los convierte en aliados para favorecer un correcto tránsito intestinal.
  • Dietas de control de peso: tiene muy pocos azúcares en comparación con la mayoría de frutas, por ello es un buen candidato para formar parte de un postre ligero.
  • Afecciones cutáneas: se considera que la ingesta de betacaroteno podría disminuir las quemaduras por el sol en personas sensibles.
  • Reponer potasio: a causa de episodios de vómitos y diarreas y/o por tratamiento con diuréticos puede resultar necesaria la ingesta de mayores cantidades de potasio y el albaricoque nos puede ayudar en ello.

No resultan adecuados en caso:

  • Cálculos de oxalato cálcico: el ácido oxálico que contienen los albaricoques puede formar sales junto con algunos minerales y dar lugar, por ejemplo, a los cálculos de oxalato cálcico que pueden generar problemas a nivel renal.
  • Insuficiencia renal aguda: los enfermos renales que tengan que limitar la ingesta de potasio deberán controlar el consumo de albaricoques por su contenido en este mineral.

Consejos de compra y consumición

Debemos escoger siempre albaricoques que exteriormente muestren un buen estado, sin manchas o zonas blandas. La piel debe ser firme, turgente y uniforme, de color anaranjado, no demasiado verdes pues una vez recolectados no maduran ya del mismo modo. Los albaricoques son frutas muy delicadas que con un pequeño golpe o con una ligera presión ya sufren daños que influyen en su textura y sabor. Fácilmente se reblandecen y dejan de ser crujientes, su sabor pasa de ser dulce y ácido con un toque de aspereza a ser dulzón y con consistencia de compota. En poco más se oscurecen y oxidan dando lugar a sabores desagradables o incluso enmohecimientos.

El más consumido aquí

Los albaricoques son frutas ricas en agua y fibra y muy poco calóricas. Eso sí, existen diferentes variedades con características algo diferentes, en cuanto a tamaño, color, sabor… La variedad más comercializada y consumida en España es la “galta roja”,unos frutos mitad rojizos mitad amarillos anaranjados con pulpa dulce.

Tartaletas de queso y albaricoques

  • Masa de hojaldre o tartaletas de hojaldre ya hechas
  • Queso batido o queso para untar
  • Albaricoques
  • Opcional: “coulis” de frambuesa

Preparación:
Si compramos hechas las tartaletas, la preparación es mínima: sólo debemos rellenar la base de la tartaleta con el queso batido o queso de untar, según prefiramos, y sobre él disponer los albaricoques limpios deshuesados y cortados a láminas de forma que queden en flor. Si queremos dar un punto de originalidad podemos preparar un “coulis” de frambuesa que le dará color y sabor. Para el coulis necesitamos 2 o 3 gajos de naranja sin la piel exterior ni interior, 50 g de frambuesas, unas hojitas de hierbabuena lavadas, 10-20 g de azúcar y 20 ml de agua. Se bate todo y se echa un chorrito sobre cada tartaleta terminada.

Lo que debes saber…

  • Temporada: su mejor momento es de mayo a agosto, aunque en abril podemos gozar ya de los primeros ejemplares y puede que los encontremos hasta setiembre.
  • Beneficios: su contenido en azúcares en bajo en comparación con la mayoría de frutas, por ello proporciona pocas calorías. Además es rico en fibray potasio.
  • Ideales en: control de azúcares en la diabetes, estreñimiento, dietas de control de peso…

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