Los zumos de frutas y vegetales están muy de moda y son consumidos en todo el mundo debido a su sabor, textura, combinaciones posibles… y a su contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes. Sin embargo, es importante entender las diferencias entre diferentes tipos de zumos para saber escoger en función de las necesidades individuales. El zumo de tomate, en concreto, cuenta con seguidores y detractores debido a su característico sabor entre dulce y salado, pero su consumo puede presentar muchos beneficios.

Composición nutricional del zumo de tomate

  • Contenido en azúcar: uno de los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta al comparar zumos es su contenido en azúcar. Mientras que algunos zumos de frutas pueden contener altos niveles de azúcares naturales, como la fructosa, el zumo de tomate tiende a ser más bajo en azúcares totales. Esto lo convierte en una opción más favorable para quienes buscan limitar su ingesta de azúcar y, con ello, de calorías.
  • Licopeno y otros fitoquímicos: el zumo de tomate es particularmente rico en licopeno, un poderoso antioxidante responsable de su color rojo característico. Este compuesto ha sido objeto de numerosos estudios que han demostrado sus efectos beneficiosos para la salud, incluida la protección contra enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. En contraste, otros zumos pueden no contener licopeno en cantidades significativas, lo que los diferencia en términos de composición nutricional.
  • Vitaminas y minerales: si bien muchos zumos de frutas contienen cantidades significativas de vitaminas y minerales, el zumo de tomate destaca por su contenido de vitamina C, potasio y ácido fólico. Estos nutrientes son esenciales para mantener la salud del sistema inmunológico, la función muscular y la salud cardiovascular.

¿Qué beneficios tiene?

  • Rico en antioxidantes: el zumo de tomate es una excelente fuente de antioxidantes, como el licopeno, la vitamina C y el betacaroteno. Estos compuestos ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, reduciendo el estrés oxidativo y disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y el cáncer.
  • Promueve la salud cardiovascular: numerosos estudios han demostrado que el consumo regular de tomate puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo») y mejorar la salud del corazón. El licopeno presente en el zumo de tomate se ha asociado específicamente con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Propiedades antiinflamatorias: los compuestos bioactivos presentes en el zumo de tomate, incluido el licopeno, han demostrado tener propiedades antiinflamatorias. Esto puede ser beneficioso para reducir la inflamación en el cuerpo y ayudar en el tratamiento de condiciones inflamatorias como la artritis.
  • Promueve la salud de la piel: la vitamina C y otros antioxidantes presentes en el zumo de tomate pueden ayudar a mantener la piel sana y con buen aspecto al combatir los daños causados por los radicales libres. Además, el consumo regular de zumo de tomate se ha asociado con una reducción en el riesgo de quemaduras solares.
  • Apoyo a la salud ocular: el betacaroteno y la vitamina C presentes en el zumo de tomate son nutrientes esenciales para la salud ocular. Se ha demostrado que estos compuestos ayudan a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad y otros problemas de visión.

MITO: el zumo de tomate adelgaza y depura

El zumo de tomate ha sido promocionado por algunos como un “elixir” para la desintoxicación y la pérdida de peso, pero el concepto de «desintoxicación» o «depuración» del cuerpo a través del consumo de ciertos alimentos o bebidas no tiene base científica. El cuerpo humano es capaz, de manera natural, de eliminar toxinas y desechos del cuerpo a través del hígado y los riñones. Referente a la pérdida de peso, el zumo de tomate, por sí solo, no es una solución milagrosa para perder peso y no debe considerarse como tal, pues la efectividad se logra mediante una combinación de una ingesta calórica controlada, una dieta equilibrada y una actividad física regular.

Contraindicaciones del zumo de tomate

  • Acidez estomacal: el zumo de tomate es naturalmente ácido, lo que puede provocar molestias digestivas como reflujo ácido en personas que tienen problemas digestivos. Para estas personas, se recomienda consumir zumo de tomate con moderación y diluirlo con agua si es necesario.

Zumo de tomate casero y comercial ¿son lo mismo?

Un zumo natural, obtenido directamente del fruto fresco, tendrá las vitaminas, minerales y antioxidantes que tiene la fruta fresca. Al comprarlo envasado, debemos escoger aquellos que se conservan en la nevera, de ese modo mantienen mejor sus propiedades nutricionales, y hemos de fijarnos en que no lleven azúcar o sal añadida.

En conclusión

El zumo de tomate ofrece una variedad de beneficios para la salud, gracias a su rico contenido en antioxidantes, vitaminas y otros compuestos bioactivos que lo convierten en una buena elección a la hora de decantarse por uno u otro zumo. De todos modos, es importante recordar que no debe sustituir el consumo de tomates enteros, puesto que las concentraciones de nutrientes, como los azúcares y calorías son mucho más elevadas, y fácilmente nos tomamos varios zumos sin apenas darnos cuenta.

Lo que debes saber…

  • El zumo de tomate es una excelente fuente de antioxidantes, como el licopeno, la vitamina C y el betacaroteno, que contribuyen a reducir el estrés oxidativo y el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y el cáncer.
  • Si escogemos un zumo de tomate comercial, no debe llevar azúcar o sal añadida en su composición.
  • El contenido de azúcar y calorías del zumo de tomate es mucho menor que el de otros zumos de frutas, lo que lo convierte en una buena elección.

 

Bibliografía

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