Este componente presente en el café y otros alimentos siempre ha sido objeto de estudio y controversia ya que sus efectos son muy variables en función de quién, cuánto o cuándo se tome.

La cafeína es un compuesto químico que pertenece a un grupo de sustancias llamadas xantinas que se encuentra de forma natural en alimentos como el cacao, las bayas de guaraná, el café, el té o el mate.

Sin embargo, también podemos encontrar cafeína añadida a refrescos o bebidas energéticas, en preparados farmacéuticos en combinación con otras sustancias o incluso en productos cosméticos, por lo que sus aplicaciones, tal como veremos a continuación, van más allá del efecto excitante que produce cuando tomamos un café.

¿Qué efectos tiene en nuestro organismo?

  • Es un estimulante natural y quizá el efecto más notorio y conocido de la cafeína ya que actúa principalmente en nuestro sistema nervioso central, incrementando nuestro estado de alerta y la capacidad de concentración. Este efecto estimulante empieza a partir de los 45 minutos después de su ingestión y sus efectos en nuestro organismo duran entre dos y ocho horas dependiendo de factores como edad, peso, embarazo combinación con otros medicamentos, etc.
  • Otros de los efectos relacionados con el estímulo del sistema nervioso es su capacidad de disminuir el cansancio y la fatiga: por esa misma razón, la cafeína es uno de los componentes más empleados para aumentar el rendimiento deportivo, sobretodo en deportes de resistencia ya que, además de aumentar la potencia, retrasa el vaciamiento de las reservas de glucógeno mejorando así la resistencia aeróbica.
  • La función estimulante de la cafeína también es útil en la industria farmacéutica ya que este componente puede ayudar a contrarrestar los efectos de somnolencia que dan los antihistamínicos en los compuestos antigripales y medicamentos para el mareo, así como por su capacidad para potenciar la absorción de algunos analgésicos. De hecho, se ha comprobado que los fármacos que contienen entre 100-130 mg de cafeína son un 5-10% más efectivos que los que no contienen esta sustancia.
  • Sin embargo, esta función estimulante puede acarrear efectos adversos sobre todo si se consume cafeína en elevadas dosis (más de 300 mg al día) y de forma crónica ya que puede producir ansiedad, nerviosismo, excitación e insomnio, efecto demostrado si se consumen en una sola toma 100 mg de cafeína justo antes de acostarse.

Efectos digestivos

La cafeína se une a los receptores nicotínicos o muscarínicos de la mucosa del estómago aumentando la secreción gástrica de ácido clorhídrico y pepsina así como de enzimas (lipasa y proteasa pancreática) que favorecen la digestión. Sin embargo, un consumo excesivo en personas que padecen ulceras gástricas o reflujo puede provocar irritación gástrica por lo que no se aconseja su consumo en estos casos.

Efecto diurético

La cafeína aumenta el flujo sanguíneo a los riñones e inhibe la absorción de sodio, aumentando la producción de orina. No obstante, este aumento de diuresis no conlleva riesgo de deshidratación ya que el efecto diurético es muy leve y dicha cafeína se consume principalmente en forma de infusión de café, hecho que conlleva la ingesta directa de agua.

Efectos cardiovasculares

  • La cafeína actúa a nivel del musculo cardíaco estimulándolo y aumentando su ritmo y la fuerza de contracción del miocardio, así como la tensión arterial. Por ello, no se recomienda abusar de la cafeína en personas con enfermedades cardiovasculares graves, con taquicardias o con problemas de hipertensión.
  • Asimismo, también actúa como vasodilatador a nivel periférico, cualidad que se aplica en el uso dermatológico ya que un porcentaje de 5-10% de cafeína en formulas cosméticas puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea ejerciendo un efecto drenante.
  • Por otra parte, la cafeína es un vasoconstrictor a nivel de las arterias cerebrales, por lo que puede aliviar las migrañas y cefaleas. Sin embargo, el hecho de tomar cafeína en exceso y de forma crónica puede provocar el efecto contrario ya que el organismo puede crear dependencia a esta sustancia y producir jaquecas o cefaleas cuando se abandona su consumo.

Beneficios a largo plazo

Siempre y cuando el consumo no sea excesivo, se ha demostrado que las personas que consumen cafeína tienen menos riesgo de padecer diabetes de tipo 2 y que esta sustancia, sobre todo ingerida en forma de café, reduce el riesgo de mortalidad por todas las causas, de mortalidad por cáncer y de mortalidad cardiovascular y muy especialmente de diabetes y de cáncer de hígado.

Dosis recomendadas de cafeína diaria

Por último, hay que destacar que los efectos de la cafeína varían mucho en función de la edad, sexo (afecta más a los hombres), situaciones patológicas o fuentes de consumo ya que la cafeína tiene diferentes concentraciones y sinergias dependiendo de si se toma a través del café, el chocolate, el té o en bebidas energéticas.

De todos modos, en adultos sanos se consideran dosis seguras la ingesta de unos 400 mg de cafeína (de tres a cuatro tazas de café), dosis que se debe reducir a 200 mg en mujeres embarazadas (superar este umbral puede acarrear una mayor probabilidad de aborto espontáneo y efectos en la salud del feto) y en período de lactancia.

Lo que debes saber…

  • El efecto estimulante de la cafeína es el más conocido, ya que actúa principalmente en el sistema nervioso central, incrementando nuestro estado de alerta y la capacidad de concentración. Pero no es el único pues también actúa a nivel cardiovascular o digestivo.
  • Los efectos de la cafeína varían mucho según la edad, sexo (afecta más a los hombres), situaciones patológicas o de si se toma a través del café, el chocolate, el té o en bebidas energéticas.
  • En adultos sanos se consideran dosis seguras la ingesta de unos 400 mg de cafeína (de tres a cuatro tazas de café), dosis que se debe reducir a 200 mg en mujeres embarazadas.