Resumen del contenido
La chirimoya es una fruta de origen andino aunque actualmente España es un gran productor, especialmente la costa de Málaga y Granada. Podemos disfrutarla durante el otoño y el invierno. Se trata de una fruta de aspecto y textura peculiar y bastante rica en azúcares, comparable a otras frutas como la uva o el plátano.
Azúcares, fibra y potasio
La mayor parte de la chirimoya, igual que sucede en la mayoría de frutas, es agua. Por otra parte contiene azúcares que son los principales responsables de su contenido calórico. Contiene 70-80 Kcal por 100 g, 15-20 g de carbohidratos (de los cuales la gran mayoría son glucosa y fructosa), 2-3 g de fibra, menos de 1g de grasa y entre 1 y 2 g de proteínas. Respecto a los micronutrientes podemos destacar la vitamina C, la B6 y el ácido fólico. En cuanto a los minerales remarcar el contenido en potasio y magnesio.
Cómo tomarla
La chirimoya se puede tomar como fruta fresca: resulta tan sencillo como abrirla por la mitad en forma longitudinal e ir vaciándola, descartando sus grandes y abundantes semillas. Además de su consumo directo se utiliza para elaborar mermeladas, batidos y helados. En cuanto la cortamos, su carne blanquecina empieza a tomar un color oscuro, para evitarlo basta con rociarla con zumo de limón.
Qué tipos hay
Existen muchos tipos de chirimoyas entre las cuales encontramos diferencias como el momento de maduración óptimo, el tamaño la textura de su piel, el número de semillas o la jugosidad de su pulpa. Las variedades que más se cultivan proceden de híbridos.
¿A quién conviene y a quién no?
Se aconseja para:
- Estreñimiento: contiene abundante cantidad de agua y fibra, por lo que favorece el tránsito intestinal. De todos modos, se desaconseja tras una ingesta copiosa pues puede provocar un efecto excesivo sobre la motilidad intestinal que puede resultar molesto.
- Dificultades digestivas: es un alimento fácil de digerir ya que contiene enzimas que favorecen la digestión de su pulpa. Por ello es adecuada en personas más sensibles como ancianos, embarazadas y niños (aunque debemos tener cuidado con las pepitas).
- Déficit de potasio: en caso de que se tengan bajos niveles de potasio, cosa que puede suceder al tomar diuréticos, o tras episodios de vómitos o diarreas, esta fruta nos servirá para reponer este mineral.
- Hipertensión arterial: la chirimoya es rica en fibra y potasio y baja en sodio, lo cual es perfecto para las personas con hipertensión arterial. Aunque no hay que abusar de ella por los azúcares que contiene.
- Mujeres embarazadas: por su contenido en agua y fibra, que contribuirán a un adecuado tránsito intestinal, la vitamina C es importante para un buen estado del sistema inmunitario y el ácido fólico necesario para la formación de nuevas células.
- Mujeres embarazadas: por su contenido en agua y fibra, que contribuirán a un adecuado tránsito intestinal, la vitamina C es importante para un buen estado del sistema inmunitario y el ácido fólico necesario para la formación de nuevas células.
No resulta adecuada en caso:
- Diabetes y dietas de adelgazamiento: la chirimoya es una fruta rica en azúcares, lo que provoca que debamos controlar su ingesta en personas que deben limitar el consumo de azúcares simples como es el caso de personas diabéticas o en caso de sobrepeso u obesidad.
- Insuficiencia renal: por el contenido de potasio de las chirimoyas, se trata de frutas que se deben evitar en los casos en que la ingesta de este mineral se deba limitar.
Consejos de compra y conservación
Al escoger una chirimoya, excepto que la queramos consumir el mismo día, es preferible que la escojamos algo dura pues sigue madurando una vez recolectada. La piel debe ser uniforme, sin golpes o hundimientos. Su manipulación debe ser muy cuidadosa, la piel ennegrece rápidamente con el contacto, lo que no significa que una chirimoya algo oscurecida ya no sea apta para el consumo. La debemos conservar a temperatura ambiente y no la podremos conservar durante demasiados días.
Recuerda que…
La chirimoya es una fruta climatérica. Es decir, desprende etileno que favorece la maduración, por ello debemos evitar conservarlas en un lugar cerrado y cerca de otras frutas sobre las que puede acelerar la maduración. No se debe conservar en la nevera que ya se interrumpe su maduración.
Receta
Gelatina de chirimoya y naranja con chocolate y nueces de Brasil
- 1 chirimoya grande
- 2 tazones de zumo de naranja (600 ml)
- ½ taza de azúcar (variará según el dulzor de la naranjas)
- 2 cucharadas de gelatina en polvo sin sabor
- 8 nueces de Brasil
- 4 onzas de chocolate
Preparación:
Extraer la pulpa de la chirimoya, retirar las pepitas y triturarla. Calentar el zumo de naranja, sin dejar que hierva. En un bol colocar el azúcar, la gelatina y 4-5 cucharadas de agua y derretir al baño María hasta disolver. También se puede hacer al microondas en pocos segundos. Añadir el zumo de naranja y la chirimoya picada. Colocar en un molde de silicona y dejar enfriar hasta que esté cuajada la gelatina. Desmoldar para servir y trocear sobre ella las nueces de Brasil y el chocolate hechos virutas.
Lo que debes saber..
- Temporada: aparece en el mercado en otoño y los meses de invierno son su mejor momento.
- Beneficios: muy rica en agua, azúcares, fibra y potasio, y baja en sodio.
- Ideal en: estreñimiento, dietas de fácil digestión, ancianos, personas con hipertensión.