Frutos rojos: ¿Cuáles son sus beneficios y propiedades?

Los frutos rojos o frutas del bosque, como también se las denomina, hacen honor a su origen. En principio son frutas silvestres que se recolectan en bosques durante el verano y el otoño. Crecen normalmente en arbustos y tienen colores muy vistosos para facilitar la polinización y con ello la reproducción de su especie. Hoy en día estas frutas se cultivan, importan y exportan y podemos gozar de ellas en cualquier momento del año.

Los frutos rojos son alimentos que se caracterizan, además de por sus vistosos colores, por su contenido vitamínico y potencial antioxidante. De hecho, buena parte de este potencial proviene de los mismos compuestos que les dan color. Su aporte calórico oscila entre las 30 y las 50 Kcal por 100 g, y tienen un contenido graso prácticamente nulo, poca cantidad de proteínas, y la energía que proporcionan proviene fundamentalmente de los hidratos de carbono (12-15 g por 100 g).

Las frutas rojas son una buena fuente de fibra, y en cuanto a minerales destaca el potasio, y algunos también son fuente de magnesio, calcio y fósforo. Del contenido vitamínico, decir que son ricos en vitamina C y carotenoides y en algunos casos también la vitamina A y el ácido fólico.

Cómo tomarlas

Estas apetitosas, pequeñas y llamativas frutas se pueden tomar de múltiples maneras. Quizás lo más común sea formando parte de mermeladas o postres dulces.

Otras formas de tomar estas frutas es como fruta fresca de postre, en salsas que pueden acompañar a repostería, arroces, carnes, etc. o tal cual como guarnición en un plato de carne, especialmente carnes rojas o carnes de caza. Otra opción es utilizarlas en zumos, sorbetes, batidos, smoothies…

Se aconsejan especialmente para:

• Estreñimiento: por su contenido en cereales, preferiblemente de grano entero o copos integrales, frutas desecadas y frutos secos, su contenido en fibra es muy importante, lo que contribuirá a una regulación en el tránsito intestinal.
• Dietas de pérdida de peso: a causa del bajo contenido calórico que proporcionan a pesar de ser un alimento dulce se pueden utilizar en dietas de adelgazamiento para conferir atractivo y colorido a la dieta.
• Hipertensión arterial: se ha observado que una ingesta rica en flavonoides (presentes en los frutos rojos), en especial antocianinas, se asocia con menor riesgo de desarrollar hipertensión. Aunque es necesaria mayor investigación para establecer relación causal estas premisas resultan muy alentadoras.
• Déficit de potasio: las personas con necesidades elevadas de potasio, por la toma de diuréticos o tras episodios de vómitos o diarreas verán incrementada su ingesta gracias a estos productos.
• Mujeres embarazadas: los frutos rojos son ricos en ácido fólico, tan necesario durante la gestación por su intervención en procesos de creación de nuevas células. Por otra parte su contenido en vitamina C y fibra también es interesante en este periodo.
• Estreñimiento: su contenido en fibra las hace interesantes para añadir a la alimentación de personas propensas a padecer estreñimiento.
• Anemia ferropenia: la vitamina C contribuye a un mejor aprovechamiento del hierro no hemo proveniente de los alimentos de origen vegetal y el huevo. La ingesta de frutos rojos va a favorecer dicho efecto por ello se pueden aconsejar acompañando alimentos vegetales ricos en hierro como legumbres, frutos secos y fruta desecada, cereales, etc.
• Deportistas, inmunodeprimidos y en prevención de infecciones y procesos degenerativos: su contenido en vitamina C y antioxidantes (flavonoides), las convierten en alimentos muy interesantes para combatir infecciones y prevenir procesos degenerativos como determinadas patologías (cardiovasculares, tumorales, etc.). También se les asocia un papel preventivo contra las infecciones urinarias, en concreto a los arándanos rojos.

No resultan adecuados en caso de:

• Toma de determinado fármacos como la warfarina: se ha descrito que el zumo de estos frutos, en concreto el de arándanos rojos, puede interferir en el efecto de ciertos medicamentos, como éste.
• Insuficiencia renal: los frutos rojos contienen cantidades importantes de potasio por lo que será desaconsejable su consumo si hemos de limitar la ingesta de este mineral.
• Casos de alergia o intolerancia: aunque no estemos hablando de los alimentos con mayor potencial alergénico, sí que existen personas con alergia o mala tolerancia a estos frutos, que deberán evitar su consumo.
• Ante cualquier intolerancia lo mejor es consultar con un especialista. El Seguro de MAPFRE Salud cuanta con un amplio cuadro médico de especialistas en nutrición.

Consejos de compra y conservación

Al adquirir estas frutas debemos fijarnos en su buen aspecto y textura, que debe ser tersa. También han de ser firmes al tacto y estar secos. Los debemos escoger ya maduros pues no van a seguir madurando en casa, pero tampoco muy maduros por el riesgo de que se estropeen o se resequen. Refrigeradas en un recipiente ventilado, se conservarán en optimas condiciones unos tres días y pueden mantenerse en condiciones muy aceptables durante una semana.

Salsa de arándanos 

Ingredientes:

• 100 g de zumo de naranja
• 250 g de arándanos rojos
• 100 g de azúcar

Preparación:

Esta sencillísima receta consiste en mezclar el azúcar y el zumo en un cazo, calentar hasta que hierva, entonces añadiremos los arándanos, ir removiendo a fuego lento durante 5 minutos, se debe observar una textura adecuada con arándanos blandos pero no rotos. Esta preparación se puede usar como acompañamiento en platos de carne. Ej. Filete de ternera con patata y salsa de arándanos rojos, ¡delicioso!

• Temporada: aunque los encontramos en el mercado todo el año debido a la importación, maduran en los meses de verano y otoño.
• Beneficios: son frutas poco energéticas y ricas en fibra, potasio y antioxidantes.
• Ideales para todos, pero especialmente en embarazadas, lactantes, niños…