Resumen del contenido
¿Qué nutrientes tiene la sandía?
Agua, fructosa y carotenoides
Estos tres son los nutrientes principales que nos aporta la sandía. Como podremos observar en el cuadro adjunto esta fruta apenas nos proporciona proteínas o grasas, el único nutriente energético que contiene son los hidratos de carbono simples que en este caso se encuentran en forma de fructosa.
Vitaminas y minerales
Las sandias contienen potasio como la mayoría de las frutas, pero, en este caso, debemos tener en cuenta que es de las frutas que menos cantidad de este mineral nos proporcionan, lo que será una ventaja para las personas que tienen limitada la ingesta de este mineral. Por otra parte, su contenido en fibra es bajo, sobre todo comparándola con otras frutas, por ello su digestibilidad suele ser buena, eso sí debemos tener en cuenta que por su facilidad de consumo en ocasiones se toma en exceso y esto si puede ocasionar dificultades digestivas especialmente por la dilución de los jugos gástricos a causa de la gran cantidad de agua que ingerimos al comer sandía.
Carotenoides
También contiene carotenoides que son precursores de la vitamina A y le confieren el color rojizo que tiene. Uno de los carotenoides que contiene la sandía es el licopeno, y se considera que nos proporciona cantidades moderadas de este compuesto con propiedades antioxidantes.
Participan en la formación y el mantenimiento de las mucosas, membranas y otros tejidos blandos, y tienen función antioxidante.
Potasio
A pesar de ser de las frutas que menos potasio contiene, la cantidad que nos proporcionan las sandias no es despreciable. El potasio es un mineral fundamental para regular la contracción muscular y el ritmo cardíaco. También participa en la trasmisión de impulsos nerviosos. La excreción de este mineral se realiza con la orina, por ello, como hemos comentado, en ciertas patologías renales su consumo está limitado.
¿A quién convienen y a quién no?
La sandía es una fruta refrescante e hidratante que puede ir bien en general a cualquier tipo de persona, excepto casos muy concretos. Ahora bien, en determinados colectivos puede resultar especialmente interesante, por la cantidad de agua que contiene, por su facilidad de ingesta y por ser una de las frutas con menos potasio.
Se aconseja:
- Con moderación en enfermos renales: como la mayoría de las frutas, la sandía es un alimento rico en potasio, pero en este caso es de las frutas con menor contenido en este mineral. Esto la hace especialmente interesante para las personas que tienen limitada la ingesta de este nutriente cómo sucede si padecemos una enfermedad renal.
- Personas mayores: la sandía es una fruta con un alto contenido en agua y muy fácil de masticar, esto la convierte en un alimento muy recomendable para personas mayores con dificultades de masticación y que a menudo en verano no suelen ingerir la cantidad de agua que necesitan.
- Para niños y adolescentes: su atractivo color, la facilidad para masticarla y sobre todo el hecho de que simplemente cortándola la podamos consumir sin pelar también la convierte en un alimento muy interesante para los niños. Además, esta refrescante fruta tiene muy buena acogida entre el público infantil. En el caso de los adolescentes, dejarles sandia cortada también facilita su consumo.
- Hipertensión arterial y otras situaciones en que debamos evitar la retención de líquidos: por su gran contenido en agua la sandía es interesante para la rehidratación, pero también el hecho de contener una buena cantidad de agua va a favorecer la diuresis. Por ello, se considera una buena aliada para personas con hipertensión, cálculos renales o ácido úrico elevado, así como para cualquier persona que padezca retención de líquidos por diferentes motivos.
No resulta adecuada en caso:
- Personas inmunodeprimidas: no es que la sandía sea más problemática que cualquier otra fruta, pero las personas inmunodeprimidas a casusa de diferentes enfermedades o tras un trasplante deben evitar los alimentos crudos, y ciertamente la sandía se consume habitualmente cruda, incluso cuando se utiliza en preparaciones culinarias.
- Baja producción de ácidos gástricos: la sandía es una fruta fácil de digerir en general, pero sí debemos tener en cuenta que si tomamos una cantidad importante tras una comida va a actuar como si hubiéramos tomado unos cuantos vasos de agua. Si padecemos determinados problemas gástricos esa hinchazón no nos vendrá bien, así pues, simplemente deberíamos vigilar las cantidades.
CON PEPITAS Y SIN PEPITAS
- Como curiosidad, comentaremos que existen fundamentalmente tres tipos de sandías que podemos dividir en dos grandes grupos: las sandías diploides o que contienen semillas. Dan lugar a frutos alargados, que en la Península apenas se comercializan, y a frutos redondos como los que estamos habituados a consumir.
Pero también existen las sandías triploides o sin semillas que de hecho están tomando cada vez mayor protagonismo, arrebatando el mercado a las sandías con semillas. En realidad, todas ellas tienen semillas, pero las sandías triploides contienen simplemente unas pequeñas semillas blanquecinas que pasan casi desapercibidas al consumirse.
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Lo que debes saber…
- Temporada: la sandía es una fruta de verano, la podemos consumir sobre todo entre junio y agosto, aunque la temporada se puede ampliar desde mayo hasta septiembre.
- Beneficios: tomar sandia es una forma fácil y sana de hidratarse, tomando además vitaminas, como los carotenoides que son precursores de vitamina A, o minerales como el potasio.
- Ideales para: su composición las hace especialmente interesantes para personas mayores, niños y personas que padezcan hipertensión arterial u otros problemas para los que debamos evitar la retención de líquidos.