Impacto de las dietas restrictivas en la salud
Resumen del contenido
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¿Cómo reconocer una dieta «milagro»?
Este concepto se puede definir como “aquella dieta que promete efectos sorprendentes sobre la salud, y particularmente sobre la pérdida de peso” (Basulto, 2012). Además, estas dietas:
- Prometen resultados de pérdida de peso en poco tiempo y sin sacrificio.
- Se basan en la eliminación de la ingesta de algún grupo de alimentos o de un nutriente concreto, ya sean grasas, proteínas o carbohidratos.
- Incluyen en sus guías unos listados de alimentos permitidos y alimentos prohibidos.
- Pueden incluir el consumo de productos sustitutivos de comidas de elevado coste económico.
- Suelen contradecir las opiniones de médicos y nutricionistas ya que se basan en principios científicos no demostrados.
La persona que vive a dieta pasa por diferentes etapas cíclicas haciendo que su organismo pierda eficiencia metabólica para cada cambio de alimentación que se propone experimentar.
- La primera dieta se suele realizar para perder peso y suele ser una dieta hipocalórica restrictiva baja en grasas y azúcares en la cual la persona experimenta una bajada de peso importante con cierta facilidad. Al cabo de un tiempo se abandona, corriendo el riesgo de ir recuperando el peso perdido y algo más, con un cierto efecto rebote.
- La segunda dieta es más estricta que la primera, muy baja en hidratos de carbono, así que se suma una restricción mayor a la inicial. De nuevo se experimenta una bajada de peso, no igual de efectiva que la inicial, pero bastante acentuada. En este caso el estancamiento llega más rápido y la recuperación de peso también. Con lo cual se va entrando en ciclos de dietas restrictivas cada vez más prohibitivas con resultados menos favorables y al final la persona experimenta una sensación de que todo le engorda y tiene una fuerte resistencia a la bajada de peso.
Consecuencias de las dietas «milagro»
Consecuencias fisiológicas
- Efecto rebote: este efecto es una consecuencia de las adaptaciones metabólicas de nuestro organismo ante una reiterada restricción calórica pues, a menor ingesta calórica, se activan mecanismos que intentan contrarrestar esta restricción alterando la termorregulación corporal y reduciendo así el gasto metabólico basal. Por consiguiente, al abandonar cualquiera de estas dietas, el cuerpo tiende a recuperar el peso perdido con mucha facilidad.
- Problemas de estreñimiento: la grasa, junto con la fibra, es un componente de la alimentación que ejerce un efecto directo en nuestro tránsito intestinal ya que las grasas como el aceite de oliva ejercen una función de lubricante intestinal favoreciendo el tránsito. Por ello, es muy común experimentar períodos de estreñimiento debido a la limitación del aceite de oliva en muchas de estas dietas.
- Alteraciones hormonales (amenorrea), sobre todo en dietas bajas en grasa. Este déficit de ácidos grasos esenciales produce también una disminución de vitaminas liposolubles (A, D, E) que acarrea efectos negativos en la mineralización ósea (osteoporosis y riesgo de fracturas)
- Hipotiroidismo derivado de la alteración del sistema endocrino que puede producir el hecho de llevar a cabo diferentes tipos de dietas de adelgazamiento de forma reiterada, periódica y sin control
- Pérdida de masa muscular y proteínas viscerales (corazón, riñones, etc.) a efectos de dietas pobres en proteínas. Además, estas dietas pueden provocar hipotensión arterial y arritmias
- Bajo rendimiento intelectual y físico debido a la restricción de calorías y a posibles déficits de vitaminas y minerales. Estos déficits también conllevan debilidad en las uñas, pérdida de cabello y supresión del sistema inmune.
- Otros efectos, más característicos de dietas ricas en proteínas y altas en grasas son: pérdida de masa ósea, daños renales, alteración de los lípidos sanguíneos (colesterol y triglicéridos) e hipoglucemias.
Consecuencias psicológicas
- Mala relación con la comida: el miedo a consumir según qué alimentos y la imposición de estas dietas puede acarrear ciertos trastornos del comportamiento alimentario
- Desmotivación y apatía: este tipo de dietas resultan monótonas debido a la limitación de ciertos alimentos por lo que se pueden llegar a aborrecer y a abandonar fácilmente.
- Aislamiento social: el hecho de llevar cualquier tipo de pauta que implique limitaciones estrictas de grupos de alimentos puede ser una dificultad a la hora de relacionarnos en un entorno lúdico ya que muchas actividades y celebraciones culturales se llevan a cabo alrededor de un contexto gastronómico.
- Sentimientos de frustración, depresión y ansiedad: al llevar a cabo este tipo de dietas se produce un ciclo reiterado de pérdida de peso seguida de un posterior efecto rebote, hecho que puede llegar a ser adictivo y frustrante a la vez.
¿Cómo enfocar la pérdida de peso?
Ante este panorama es importante cambiar el enfoque que se está dando a nivel de nutrición al concepto de dieta actual y el comportamiento que muchos tienen en relación a ella. Es importante que un profesional de la nutrición pueda ir trabajando los siguientes aspectos de forma muy individualizada para que gradualmente la persona recobre la energía perdida y recupere mayor funcionalidad metabólica.
- Desdietizar el cerebro de la persona. Se debe volver a reeducar en alimentación sobre un nuevo concepto que la centre en alimentos y no productos. También trabajar el miedo que presentan ante ciertos alimentos y comidas y, sobre todo, que se vuelva a disfrutar comiendo.
- Comer más cantidad de forma gradual y en función del caso para que el cuerpo se vuelva a adaptar a más disponibilidad de energía y relajar las adaptaciones que han surgido por la restricción. Se debería tener en cuenta que una dieta inferior a las 1.200 kcal es insuficiente a nivel nutricional.
- Introducir y recomendar ejercicio físico adaptado e individualizado sobre todo para generar musculatura. Dar recomendaciones específicas de entrenamiento de fuerza para potenciar el tejido debilitado.
- Aligerar el foco hacia el peso como único objetivo principal del tratamiento. Dar importancia a otros beneficios para la salud: mayor sensación de energía, mejora del tránsito intestinal, mejor calidad del pelo, piel y uñas, regularidad menstrual y mejora de la función reproductora, aumento del lívido y mejoras psicológicas al dejar de ser esclavos de la alimentación.
Se debería ir modificando el concepto de dieta hipocalórica-restrictiva como tratamiento eficaz para la bajada de peso mediante la restricción de alimentos y recorte calórico. Lo saludable sería modificar y mejorar los hábitos y estilo de vida que permitan mantenerse a largo plazo en un peso sin entorpecer la energía vital y motivación de la persona.
Lo que debes saber…
- La persona que vive a dieta pasa por diferentes etapas cíclicas haciendo que su organismo pierda eficiencia metabólica para cada cambio de alimentación que se propone experimentar.
- El resultado de seguir dietas restrictivas constantes conlleva no sólo la resistencia ante la bajada de peso, sino también falta de energía, estreñimiento, desarreglos hormonales…
- Hemos de encaminarnos a reforzar más la idea de cambio de hábitos y estilo de vida saludables que permitan mantenerse a largo plazo sin entorpecer la energía vital y motivación.
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