Algunas reglas básicas pueden ayudar a los más pequeños a que las comidas, aun manteniendo las tradiciones, no se “descontrolen” en exceso son:

Raciones

reducir las porciones de los alimentos puesto que suele haber más cantidad de platos de lo que es habitual. Muchas veces el “ansia” les hace pedir porciones grandes, sobre todo de aquello que más les gusta, lo que puede acabar ocasionándoles problemas gástricos debido al exceso.

Verduras y hortalizas

presentar como aperitivos o acompañamientos platos a base de verduras u hortalizas, ya sean crudos o cocinados es una buena opción para aportar alimentos muy saludables también en estas fechas. Algunos ejemplos pueden ser: croquetas de setas, crema de puerros o de champiñones, espárragos de “Tudela”, ensalada de endibias con salmón y salsa de yogur, ensalada picada con fruta, frutos secos…

Fruta

tomar siempre algo de fruta antes del postre dulce, ya que de ese modo ofrecemos comida saludable y evitamos que ingieran una cantidad excesiva de dulce. Puede optarse por macedonia, naranja laminada con canela, pinchos de uvas con queso, manzana al horno, brocheta de fruta bañada en cacao 70%…

Agua, como bebida principal

para evitar el exceso de otras bebidas azucaradas nada recomendables.

Nunca ofrecer alcohol a los niños

aunque es una práctica cada vez menos habitual, aún persiste la tradición de ofrecer alcohol a los niños “más mayores”. Es un tóxico muy dañino, y está desaconsejado de todas las formas posibles y hasta la edad adulta.

Presentaciones originales

a los niños más que a nadie “les entra el plato por los ojos”, por lo que si decoramos de manera vistosa con formas y colores los platos más saludables los convertiremos en más apetecibles, saciándolos y dejando menos hambre para cuando llegue la hora del postre.

Y ¿cuántos dulces pueden comer los niños?

Si hay algo que destaca en Navidad entre los más pequeños de la casa es el consumo de dulces, turrón, mazapán, polvorones, bombones, chocolate… alimentos ricos en grasas y azúcares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que el consumo de azúcares libres o añadidos (diferente al que aportan frutas y verduras) no supere los 25 gramos por día en el adulto (equivale al 5% de la ingesta calórica diaria), y como máximo permitido los 50 gramos por día (equivalente al 10% de la ingesta calórica diaria).

¿Qué quiere decir esto?

Un niño en etapa escolar (de 6 a 12 años) necesita entre 1600 y 2500 calorías diarias, dependiendo de las características personales y actividad física. Una ración de dulce (aproximadamente 30 gramos) tiene un promedio de 15 gramos de azúcar por lo que un solo trozo aporta más de la mitad de la dosis diaria recomendada y 1/3 de la dosis máxima recomendada.

¿Y las grasas?

Las grasas son necesarias para el crecimiento de los más pequeños ya que participan en un sinfín de procesos. De hecho, deben representar entre el 30-35% de la ingesta calórica diaria. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. El consumo de grasas insaturadas debe ser muy superior al de grasas saturadas, puesto que son cardiosaludables. Al menos ¾ partes de las grasas consumidas deben ser grasas insaturadas, este tipo de grasa se encuentra en el pescado, aguacate, olivas, aceite de oliva, frutos secos, semillas…

Muchos de los dulces navideños llevan frutos secos, por lo que podemos pensar que son muy saludables por su aporte de grasas insaturades. Debido a sus ingredientes una buena parte de la grasa lo es, pero para la elaboración de la mayoría de ellos se necesitan mantecas y otros tipos de grasas vegetales (ricas en grasas saturadas) que contrarrestan el beneficio del fruto seco.

Por todo ello, es preferible ofrecer un máximo de 1-3 trozos al día según la edad y sólo en días festivos, pues con esta pequeña cantidad llegamos a superar las recomendaciones de la OMS respecto al aporte de azúcar.

Lo que debes saber…

  • Una ración de dulce (aproximadamente 30 gramos) tiene un promedio de 15 gramos de azúcar por lo que un solo trozo aporta más de la mitad de la dosis diaria recomendada y 1/3 de la dosis máxima recomendada.
  • Es bueno ofrecer aperitivos o acompañamientos a base de verduras u hortalizas ya sean crudos o cocinados, para aportar alimentos muy saludables también en estas fechas.
  • Nunca se debe ofrecer alcohol a los niños, aunque es una práctica cada vez menos habitual, aún persiste la tradición de ofrecer alcohol a los niños “más grandes”. Es un tóxico muy dañino, está desaconsejado de todas las formas posibles y hasta la edad adulta.

Recuerda que para cualquier consulta relacionada con la alimentación MAPFRE Salud cuenta con los mejores especialistas en dietética y nutrición.

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