En relación a estas modas se ha ido desarrollando una corriente que aboga por la necesidad de purificar el organismo a través de nuestra alimentación. Esta tendencia proclama ciertos alimentos y prácticas como desintoxicantes y alaba los beneficios de estos productos como método de “limpieza” del cuerpo. Se proponen alimentos de uso habitual, pero como es de esperar, estos métodos ganan adeptos tras los excesos que se producen durante las vacaciones y/o fiestas navideñas. Veamos qué hay de cierto en todo esto.

Después de las Navidades…

Las Navidades son un periodo del año muy característico en muchos sentidos, y uno de ellos son los eventos sociales y la comida que les acompañan. Si este año vuelve a presentarse “cargadito” de cenas con amigos y compañeros, encuentros familiares vinculados a comilonas, y múltiples compromisos que no hacen más que engrosar la lista de excesos en nuestra alimentación, quizás un plan detox posterior tendría sentido ¿no?

La tendencia detox

El hecho de realizar unos días de alimentación ligera tras los excesos navideños suena bastante coherente. Igual que después de una fiesta nos tenemos que dedicar a ordenar y limpiar la casa, parece lógico plantearse lo mismo con nuestro cuerpo. Y sí, efectivamente, nuestro cuerpo cuenta con sistemas de “limpieza” que tras una ingesta copiosa “hacen horas extra” para devolver “el orden”. Llevamos “de serie” un kit de orden y limpieza de lo más completo: nuestros riñones, el hígado, la piel, los pulmones… cumplen tareas de depuración y un individuo sano no requiere de ninguna depuración a base de alimentos para estar “desintoxicado”.
Realmente, sólo podemos valorar a una persona como intoxicada cuando ha tomado un volumen de sustancias tóxicas como alcohol o drogas, al que el organismo no puede hacer frente. Y la actuación en estos casos es a través del tratamiento médico y psicológico correspondiente, no mediante un tipo de alimentación específica.

Pero, ¿los beneficios que se atribuyen a las dietas detox?

En realidad, dentro de lo que llamamos “dietas detox”, podemos encontrar casi de todo, pautas de alimentación que por norma general serán bajas en calorías, acompañadas con periodos de ayuno, y complementadas con alimentos peculiares venidos de lejanas tierras (y es que las cosas que vienen de lejos parece que nos atraen más). Pero algo en lo que inmediatamente pensamos cuando hablamos de détox son los famosos batidos verdes.

Estos no son más que licuados o triturados de diferentes verduras y alguna fruta de forma que obtenemos una bebida generalmente poco o nada espesa, pues la pulpa se extrae, y que tienen la característica común de su tonalidad verde.

Se les atribuyen propiedades digestivas, nutritivas, y se “venden” como una buena forma de consumir vegetales, que aportan muchos antioxidantes, ayudan a cuidar la piel y el pelo, consiguen regular la ansiedad y hasta favorecen la pérdida de peso. Vaya, quizás deberíamos preguntarnos ¿qué es lo que no consiguen estos milagrosos batidos?

Parece positivo, pero…

Es correcto afirmar que las verduras y las frutas que los componen suelen ser ricas en antioxidantes, también que suelen ser fáciles de digerir, pues en suma son poco más que agua con micronutrientes y alguna otra sustancia que ya comentaremos. También es verdad que algunos de estos micronutrientes son buenos para el cuidado de la piel y el pelo. Y ciertamente estas bebidas pueden ayudar a combatir la ansiedad por la comida si tomándolos distraemos nuestra atención y evitamos el consumo de otro tipo de alimentos. Pero también es cierto que resulta recomendable el consumo de vegetales de otras formas, mejores que en batido.

Ahora bien, vamos al centro de la cuestión. ¿Realmente es la mejor forma de tomar frutas y verduras? ¿Es necesario que incrementemos el consumo de estos antioxidantes y micronutrientes a través de estos batidos verdes? ¿Nos ayudan a realizar una dieta equilibrada que se pueda mantener para gozar de unos hábitos adecuados y con ello mantener un peso correcto? Y lo que realmente se promociona: ¿necesitamos desintoxicarnos con estos batidos verdes? Y, por otra parte: ¿tienen riesgos? Empecemos a responder preguntas.

¿Realmente es la mejor forma de tomar frutas y verduras?

No hay duda, la respuesta es: no. La mejor forma de consumir fruta es tomarla fresca, ni en almíbares, ni en mermeladas, ni en compotas, ni en zumos, ni en licuados. Lo mejor es la fruta entera, limpia o pelada, troceada o a mordiscos, pero que mantenga su estructura original y todos sus componentes, incluida la fibra que en todos los licuados se extrae y no aprovechamos.

¿Es necesario que incrementemos el consumo de estos antioxidantes y micronutrientes a través de estos batidos verdes?

Es necesario llevar una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras. En nuestra dieta diaria frutas y verduras deben representar al menos cinco raciones. Al consumir fruta y verdura fresca a diario estamos obteniendo esos antioxidantes, vitaminas y minerales y además los estamos tomando en su matriz original que generalmente es la forma en que presentan mayor biodisponibilidad, y las frutas y verduras enteras nos proporcionan muchos más nutrientes que lo que extraemos en un licuado.

¿Nos ayudan a realizar una dieta equilibrada que pueda mantener para gozar de unos hábitos adecuados y con ello mantener un peso correcto?

Si puntualmente consumimos un licuado de frutas y verduras en principio no tiene por qué hacernos ningún mal. Ahora bien, ya hemos comentado que no es la mejor manera de tomar frutas y verduras, por ello no contribuye a la adquisición de unos buenos hábitos de alimentación ni en relación a la salud ni al control de peso a largo plazo.

¿Necesitamos desintoxicarnos con estos batidos verdes?

Como comentábamos anteriormente nuestro cuerpo tiene órganos encargados de realizar las tareas de “desintoxicación” del organismo, así que en este sentido tampoco está justificado su uso, y de hecho, cuando se consumen con la finalidad de llevar una “dieta détox” se suelen consumir en bastante cantidad, durante días y en detrimento de muchos otros alimentos interesantes y necesarios, así que no vamos a recomendarlos en este sentido.

¿Tienen riesgos?

Todo depende de la dosis, pues un solo batido no lo consideraremos peligroso pero el hecho de tomarlos a menudo y en sustitución de otros alimentos sí puede desencadenar riesgos relevantes. Tanto es así que la EFSA, la autoridad europea de seguridad alimentaria, advierte de los riesgos que puede comportar la ingesta de batidos verdes de forma habitual.

Lo más destacable es que debido a la forma en que se preparan estos batidos, con gran cantidad de vegetales en crudo, ingerimos elevadas dosis de ácido oxálico (con la cocción se reduce). Esto tiene consecuencias directas sobre el riñón, al incrementar el riesgo de litiasis renal (piedras en el riñón), y también consecuencias indirectas pues esa elevada ingesta de ácido oxálico reduce la biodisponibilidad de calcio, hierro y potasio y por ello puede ocasionar problemas de desmineralización ósea, entre otros. Por otra parte, también cabe la posibilidad de que hagamos un consumo demasiado elevado en nitratos, presentes en verduras como la acelga y la espinaca.

Con todo esto, tampoco se trata de que nos quedemos con la idea equivocada de que es malo tomar vegetales crudos, pues la cuestión es la cantidad y lo que extraemos en los batidos. En una ensalada seguramente utilizamos menos de la mitad de verduras de hoja verde que en un batido, y al finalizar tenemos sensación de habernos llenado con un plato. Un batido, en cambio, no tiene el mismo efecto saciante y al rato de tomar uno puede que ya nos apetezca otro. Lo mismo pasa si comemos una naranja cruda. En este caso, nos tomaremos una, en cambio si se trata del zumo quizás utilizamos tres. Al hacer un licuado todavía es más exagerado, pues podemos utilizar cantidades muy elevadas de vegetales para hacerlo.

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Lo que debes saber…

  • Los riñones, el hígado, la piel, los pulmones… cumplen tareas de depuración, por lo que una persona sana no requiere de ninguna depuración a base de alimentos para estar “desintoxicado”.
  • Los licuados y batidos verdes “détox” a los que se atribuyen muchas propiedades no son la panacea y no resultan la forma más conveniente de consumir las frutas y verduras.
  • Es preferible el consumo de vegetales en crudo, más que en batido, pues mantiene todos los componentes, incluida la fibra, que se pierde en el licuado.