Resumen del contenido
Información, obsesión y confusión
Hoy en día hay una variedad amplísima de productos alimentarios entre los que escoger: desde productos con una buena dosis de tecnología alimentaria, en los que el listado de ingredientes parece un trabalenguas que acaba con unos cuantos códigos E, hasta productos ecológicos de huerta como patatas, zanahorias, lechugas… Los procedentes de la agricultura ecológica son aquellos en los que no se han utilizado productos químicos de síntesis ni organismos genéticamente modificados para su tratamiento y/o desarrollo.
Además, cada vez tenemos más información sobre los productos que consumimos, algo positivo si no fuese porque las informaciones que recibimos muchas veces no son claras ni objetivas. Si a ello le sumamos la creciente preocupación por la salud y la estética, por parte de determinados sectores de la población, en algunos casos es fácil que acabe desembocando en problemas psicológicos asociados a la alimentación y a la forma de alimentarse. Los trastornos de la conducta alimentaria más conocidos son la anorexia y la bulimia, pero no son los únicos.
¿Qué es la ortorexia?
Las personas que padecen ortorexia se preocupan en exceso por la calidad de los alimentos que consumen y aplican sus propias reglas para constituir su pauta alimenticia. En este sentido, tienden a rechazar alimentos con aditivos, productos elaborados tecnológicamente o productos con grasas animales. Pero, en fases avanzadas, la preocupación y la planificación va mucho más allá, y las personas que sufren este trastorno ya no sólo se preocupan en los alimentos que consumirán sino también por la forma de prepararlos, cocinarlos y consumirlos.
En conclusión, la preocupación por comer sano es algo loable pero cuando se transforma en obsesión pasa a ser una patología.
Problema psicológico, sociológico y nutricional
Las personas con ortorexia son, sin duda, personas con una gran preocupación por su estado físico que buscan mejorar su aspecto y “bienestar”. El resultado es una patología que conlleva problemas a nivel psicológico, social e incluso nutricional.
- Psicológico: se trata de un trastorno obsesivo-compulsivo que afecta a personas exigentes y estrictas, personas que pueden hacer gala de su gran fuerza de voluntad para conseguir sus objetivos aunque sienten gran desdicha cuando sucumben al placer de un alimento para ellas prohibido, trasgrediendo así su autodieta.
- Social: el hecho de seguir una alimentación estricta a base de unos determinados alimentos preparados de forma especial provoca que la persona se aísle de la sociedad al tratar de evitar comer en restaurantes, en casa de amigos o familiares donde no puede seguir a la perfección su plan de alimentación. Además, en fases avanzadas, basa su día a día en la planificación, abastecimiento y preparación de comida adecuada, para lo que requiere de mucho tiempo que resta a actividades sociales. Puede llegar a desplazarse largas distancias para conseguir determinados alimentos y/o gastar buena parte de sus ingresos en seguir este tipo de alimentación.
- Nutricional: la persona con ortorexia puede padecer déficits nutricionales o desajustes a nivel de vitaminas y minerales pues elimina de su dieta los alimentos que no considera sanos y no busca complementar su alimentación con otros que le aporten los nutrientes que le proporcionaban los que ha abandonado. Tiene obsesión por determinados tipos de alimentos, por lo que tanto puede padecer falta de alguna vitamina o mineral, como exceso de otros.
Diagnóstico
A nivel clínico existe un cuestionario llamado ORTO-15, validado en 2005, que determina la ortorexia.
- ¿Pasas más de tres horas al día pensando en tu dieta?
- ¿Te preocupa más la calidad de la comida que ingieres que el placer de comerla?
- ¿Te sientes culpable cuando vulneras tus convicciones dietéticas?
- ¿Has dejado de ir a comer con tus amigos o familia para no incumplir tu dieta?
- ¿Ha disminuido tu calidad de vida a medida que aumenta la calidad de tu comida?
- ¿Has mejorado tu autoestima por comer de forma sana?
- ¿Renuncias a comer lo que te gusta para comer lo que es sano?
- ¿Te has vuelto más estricto contigo mismo desde que procuras alimentarte mejor?
- ¿Te sientes en paz contigo mismo y con todo bajo control cuando comes de forma sana?
- ¿Planificas tus comidas con varios días de antelación?
Si respondes afirmativamente a cuatro o cinco preguntas significa que es necesario que te relajes más en lo que respecta a tu alimentación (a no ser que estés a dieta por prescripción facultativa).
Si respondes afirmativamente a todas las preguntas, significa que tienes una obsesión importante por la alimentación sana y debes consultarlo.
En fases avanzadas la ortorexia genera una sensación de rechazo social y sentimientos de culpa, tristeza y soledad al incumplir la dieta. Además, acarrea problemas laborales y dificulta el hecho de mantener relaciones de amistad, pareja o familiares. En casos muy extremos puede acabar con autolesiones e ideas suicidas. Por todo ello, lo más importante es diagnosticar este trastorno lo antes posible pues cuanto antes se trata, mejor es el pronóstico y más sencillo resulta hacerle frente.
Tratamiento
Igual que todos los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), se debe abordar inicialmente con una terapia psicológica y farmacológica. Una vez el problema psicológico está controlado empieza el momento de restablecer unos buenos hábitos de alimentación mediante la participación en el tratamiento de un dietista-nutricionista. El papel del especialista en alimentación es asesorar y, junto con el psicólogo, conseguir que el paciente retome una relación sana con la comida y el hecho de alimentarse. Como en el resto de TCA, está contraindicado que esta persona se someta a una pauta dietética establecida, tanto por su cuenta como con la participación de un profesional de la salud ya que volver a ceñirse a una pauta puede provocar una recaída.
LO QUE DEBES SABER
- Cuando la preocupación por comer sano se vuelve obsesiva hablamos de ortorexia.
- La persona con ortorexia se impone sus propias reglas para comer de forma sana, dedicando mucho tiempo y dinero a la planificación y preparación de la misma.
- Puede provocar problemas a nivel psicológico (sentimientos de culpa, tristeza y soledad al incumplir la dieta), social (aislamiento) y nutricional (déficits a nivel de vitaminas y minerales).