Las proteínas constituyen parte fundamental de nuestra estructura y son imprescindibles para el crecimiento, el desarrollo y la reparación de los órganos y tejidos del individuo y para las distintas reacciones químicas del metabolismo. Esto es válido para todos los individuos. Y en los diabéticos su interés es aún mayor.
El consumo de proteínas se relaciona con la necesidad de energía y, aunque el gasto energético tienda a disminuir con la edad, las necesidades de proteínas continúan siendo elevadas. Las proteínas deben aportar entre el 10-12 % de la energía total de la dieta, es decir, alrededor del 0.8-1 gr de proteína / Kg (peso) / día. Estas necesidades pueden aumentar entre el 12-15% de la energía total que equivale a 1.5-2gr de proteína/ Kg/ (peso)/ día en situaciones especiales como: infecciones, estrés después de una intervención quirúrgica, estar encamado, etc.
Dieta para diabéticos
Las necesidades de proteína en el sujeto diabético serán algo diferentes. Debemos tener en cuenta que debido a la reducción de la actividad insulínica en estos pacientes, el metabolismo proteico se encuentra alterado y la eficacia de la utilización de la proteína está disminuida. Por ello, las recomendaciones de proteínas en los pacientes con diabetes son del 15% de las calorías totales del día (oscilando entre el 10 y el 20% según los casos). Estas cantidades deben incrementarse en periodos de estrés fisiológico (crecimiento, gestación, deporte, etc.). Y, si por el contrario, el paciente diabético presenta una insuficiencia renal, se recomienda reducir la ingesta de proteínas y que sean proteínas sobre todo de origen vegetal.