Normalmente al pensar en repostería pensamos en alimentos muy calóricos y que nos genera respeto consumirlos si queremos cuidar la línea. Por lo general así es, pues los productos de pastelería, dulces, pastas, etc. son alimentos con un contenido calórico significativo, por ello debemos limitar mucho su consumo si queremos realizar ingestas sin excedernos en calorías. Por norma general proporcionan alrededor de 400 Kcal por 100 g de producto, llegando hasta las 500 Kcal en algunos casos como las masas de hojaldre o la pasta brisa. Pero no todo son las calorías, debemos tener en cuenta qué más nos proporcionan este tipo de alimentos.

APORTE DE AZÚCARES

Los hidratos de carbono forman parte importante de la repostería. Son productos mayoritariamente a base de harinas, azúcares y grasas, de las que hablaremos más adelante. A nivel nutricional, los hidratos de carbono suelen representar la mitad o más de un producto pastelero. Entre un 45 y un 50% de las calorías de un milhojas de nata y crema provienen de los glúcidos, entre los cuales encontramos los azúcares de absorción rápida. Los azúcares suelen representar un 20% de los productos de bollería.

GRASAS Y ACEITES

Las grasas también son parte fundamental de la pastelería. Nata, mantequilla, aceite, suelen formar parte esencial de estos productos. Generalmente, las grasas representan alrededor de un 21% del producto final (entre un 16 y un 25%). Lo que cabe destacar es que generalmente el tipo de grasa utilizada en repostería es a base de ácidos grasos saturados, pues suele superar el 10%, frente al 7-8% que pueden representar los ácidos grasos monoinsalturados, y el menos de un 2% de poliinsaturados. Esto no deja en muy buen lugar este tipo de alimentos pues recordemos que las grasas saturadas se relacionan con un incremento del riesgo cardiovascular.

EL COLESTEROL

Además de las grasas saturadas que acabamos de citar, los productos de pastelería suelen ser muy ricos en colesterol. Aunque en este caso encontramos diferencias muy notables, ya que un bizcocho o unas pastas de té pueden contener más de 100 mg de colesterol por 100 g de producto, mientras que este contenido se reduce hasta los 50 mg/100g en algún tipo de croissant y galletas.

¿REPOSTERÍA CASERA O INDUSTRIAL?

Aquí la diferencia no es si las manos que han elaborado el pastelito lo han hecho con más o menos amor, sino qué ingredientes se han utilizado para ello. La repostería casera puede ser tan calórica y tan poco recomendable nutricionalmente como los productos de una pastelería o la bollería industrial. Esto no será así si en lugar de utilizar recetas convencionales mejoramos los ingredientes, a pesar de que siempre estaremos hablando de productos de consumo esporádico. Para mejorar la formulación de estos alimentos podemos usar harinas integrales, cambiar una grasa menos aconsejable como la mantequilla por aceites como el de oliva o el de girasol y/o por frutos secos como nueces, avellanas o almendras…

También se tratará de reducir la cantidad de azúcar de la receta y, en su lugar, utilizar frutas, etc. Nos conviene buscar alternativas que nos apetezcan y que permitan reducir el contenido de azúcar y de ácidos grasos saturados.

CONOCER LOS INGREDIENTES

Como hemos visto, la diferencia entre distintos productos de repostería la vamos a encontrar en el tipo y la cantidad de los alimentos que se han utilizado para elaborarlos, así que si queremos conocer qué tipo de producto estamos consumiendo debemos revisar el listado de ingredientes que contiene. Este listado se ordena de mayor a menor cantidad, por ello hemos de preferir los alimentos que lo inician con harina, huevo… en lugar de los que contienen el azúcar o la manteca como primero ingrediente. Es preferible que el sabor y el atractivo del producto se consigan a base de frutas o frutos secos que no a partir de mantequilla, crema pastelera o nata.

REPOSTERÍA SIN AZÚCAR

No nos debemos dejar engañar por los mensajes del tipo “sin azúcares”, ya que ello no significa no calórico, sólo significa sin azúcares, no sin otro tipo de glúcidos o hidratos de carbono y, sobre todo, no significa sin grasas ni sin calorías. A menudo, en lugar del azúcar se pueden haber utilizado edulcorantes acalóricos (entonces sí que nos libramos de las calorías que nos proporcionan los azúcares), pero también encontramos productos elaborados con fructosa, que aunque se absorba más lentamente, sí proporciona calorías. Además en ocasiones no llevan azúcares productos que fundamentalmente deben su sabor y textura a las grasas, así que lejos de ser productos light, son productos sin azúcar pero muy energéticos.

EN CUALQUIER CASO, MODERACIÓN

En realidad, estamos ante productos que se consumen fundamentalmente en celebraciones. Debemos tener en cuenta lo que hemos mencionado y cuando se presente la ocasión de consumirlos, tomar raciones pequeñas y degustarlos lentamente, escogiendo sólo aquel producto que nos gusta más, sin tomar todo el surtido de galletas, pastitas o bollos. Lo más importante es llevar una dieta saludable y ante cualquier duda consultar con un nutricionista que te ayude a llevar una alimentación a tu medida.

 

Lo que debes saber…

  • La repostería se caracteriza por ofrecer un importante aporte calórico a base fundamentalmente de grasas y azúcares.
  • Los productos caseros no serán más saludables si lo que hacemos es seguir recetas tradicionales; debemos adaptarlas a nuestros gustos y mejorarlas nutricionalmente.
  • Sean productos de pastelería, industriales o caseros, la repostería siempre debe reservarse para momentos puntuales, y su consumo debe ser esporádico y moderado.