¿Qué es el cadmio y qué alimentos lo tienen?
Resumen del contenido
Diplomada en nutrición Humana y Dietética, con un postgrado en Nutrición Clínica y Ciencia Avanzada de los Alimentos. Especializada en obesidad y en patologías digestivas como desequilibrios metabólicos. Dietista y asesora nutricional en las diferentes etapas de la vida. Redactora de contenidos de carácter nutricional.
El cadmio es un metal pesado que se encuentra en el medioambiente debido a su liberación como subproducto derivado de actividades industriales. También es utilizado en fertilizantes por lo que puede contaminar los cultivos agrícolas y se puede acumular en animales terrestres y marinos, especialmente en los mariscos y crustáceos, así como en las vísceras de otros animales (hígado, riñones, etc.).
El principal peligro de un consumo excesivo de cadmio es su toxicidad en nuestro organismo ya que es un metal que tiende a acumularse en órganos como el hígado y el riñón, afectando sus funciones y provocando graves enfermedades a largo plazo.
Por ello es necesario conocer qué alimentos de nuestro consumo habitual contienen grandes dosis de este metal para minimizar su consumo y evitar una elevada exposición a fin de prevenir riesgos en nuestra salud.
Riesgos de consumir cadmio para nuestra salud
El mayor porcentaje de cadmio presente en el organismo se acumula en los riñones, pulmones e hígado durante un tiempo estimado de 10-30 años.
Se considera que las personas más vulnerables a sus efectos son aquellas que padecen diabetes y/o alguna disfunción renal. Además, su capacidad de absorción es mayor en bebés y en la población infantil, siendo también un metal que se transmite fácilmente durante el embarazo y en la lactancia.
Los riñones e hígado
Los riñones son el principal órgano diana ya que la toxicidad de este metal afecta a los túbulos proximales provocando, indirectamente, alteraciones en el metabolismo del calcio (desmineralización de los huesos, osteoporosis y fracturas óseas espontáneas).
En el caso de una prolongada y elevada exposición al cadmio, también se pueden producir daños tubulares, nefropatías y una disfunción renal que puede evolucionar en fallo renal y cáncer. De hecho, según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) el cadmio ha sido clasificado como un agente carcinógeno de la categoría 1 (puede inducir al desarrollo de cáncer de vejiga, endometrio y mama) además de considerarse un disruptor endocrino.
Problemas digestivos
Una toxicidad aguda puede provocar síntomas tras una levada ingesta de este metal tales como dolor agudo abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, dolor de cabeza y/o vértigo.
¿Qué alimentos contienen más cadmio?
Vísceras de animales, crustáceos y mariscos
Las vísceras de los animales son los órganos con mayor contenido en este metal, siendo el riñón el órgano que más cadmio acumula seguido del hígado y de otros despojos. En cuanto a los animales marinos, encontramos altos niveles de este metal en crustáceos y mariscos tales como gambas, centollos, langostinos o cangrejos.
El riesgo de consumir en exceso este tipo de alimentos radica en el hecho de que solemos consumir casi la totalidad de este alimento, incluyendo vísceras, cabezas y la carne del interior del caparazón de cangrejos.
Productos vegetales y cereales
Por otro lado, no hay que menospreciar el cadmio contenido en ciertos productos de origen vegetal como las algas, especialmente el wakame, y el alga nori (usada para hacer sushi), el cacao, las setas silvestres, los cereales y las semillas oleaginosas.
En general, estos alimentos contienen menor contenido en cadmio que los mariscos. En el caso de los cereales, debido a que es un alimento cuya ingesta es mucho más elevada en nuestra alimentación, puede conllevar una mayor exposición a este metal por lo que se considera el grupo de alimentos que más cadmio aporta en el total de nuestra ingesta diaria.
Aun así, su ingesta habitual no conlleva el mismo aporte de cadmio que el que se daría con un consumo esporádico de mariscos y crustáceos por lo que no es necesario precisar un límite en su consumo.
¿Cómo minimizar su consumo?
Según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) se establece un límite de Ingesta Semanal Tolerable de Cadmio de 2,5µg por kilo de peso corporal en personas sanas. Este límite, por tanto, podría ser de 0,187 mg para un adulto que pese 75 kg mientras que para un niño de 35 kg de peso sería de 0,084 mg.
De ahí la importancia de que la población limite, todo lo posible, el consumo habitual de alimentos con mayor contenido de este metal:
- Cabezas de gambas, langostinos, cigalas y el cuerpo de crustáceos como el cangrejo, el centollo o el buey de mar.
- Vísceras (riñón, hígado y otros despojos) de ternera, cerdo y de otras carnes de consumo habitual.
En cuanto al resto de alimentos que puedan contener un menor contenido en cadmio, no es necesario reducir su ingesta ya que existen leyes para establecer límites máximos de cadmio para su comercialización (como es el caso de los cereales).
Asimismo, la exposición humana al cadmio se puede minimizar con otras acciones como:
- La reducción de las emisiones globales de cadmio ambiental procedentes de actividades industriales (minería, metalurgia, etc.)
- Una correcta higiene (lavado y pelado) de frutas, verduras y tubérculos que hayan sido expuestos a este mineral. En este sentido sería conveniente priorizar el consumo de vegetales y frutas ecológicas ya que su producción no conlleva el uso de fertilizantes con cadmio.
- La eliminación del uso de cadmio en productos como juguetes, joyas y plásticos.
- Evitar la inhalación activa y pasiva del humo del tabaco ya que se considera la fuente de exposición prevalente en los fumadores.
Lo que debes saber…
- El principal peligro de un consumo excesivo de cadmio es su toxicidad en nuestro organismo ya que es un metal que tiende a acumularse en órganos como el hígado y el riñón.
- Los alimentos con mayor contenido en este metal son: cabezas de gambas, langostinos, cigalas y el cuerpo de crustáceos como el cangrejo, el centollo o el buey de mar. Así como, vísceras (riñón, hígado y otros despojos) de ternera, cerdo y de otras carnes de consumo habitual.
- De ahí la importancia de que la población en general y, especialmente la población infantil limite, en la medida de lo posible el consumo de estos alimentos.
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