Productos de las máquinas vending: realidad y fantasía

Mercè Gonzalo

Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética de MAPFRE

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Estas máquinas expendedoras tendrían que subministrar alimentos, pero la realidad es que muy a menudo proporcionan una amplia gama de productos malsanos. Y, además, esto no sucede solamente en espacios de ocio o en empresas, sino también en hospitales y equipamientos sanitarios y en centros educativos.

¿Cómo deberían ser los productos de las máquinas expendedoras?

El 21 de julio de 2010 se aprobó el documento de consenso sobre alimentación en los centros educativos. En él se establece que:

“la oferta alimentaria existente en las máquinas expendedoras de los centros educativos ha de ser coherente con las recomendaciones nutricionales para la población en edad escolar, facilitando la adopción de hábitos alimentarios. Sin embargo, los productos ofertados en estos puntos de venta frecuentemente contienen excesivas grasas, azúcares o sal, dificultando que los niños y niñas puedan tener una alimentación equilibrada y, por ello, saludable”.

Siguiendo con estas premisas, se establecen los siguientes criterios:

• Un valor energético máximo de 200 kilocalorías.
• El 35%, como máximo, de las kilocalorías procederán de la grasa. Para una porción con menos de 200 kilocalorías, esto equivale a un contenido máximo de 7,8 gramos de grasas*.
• El 10%, como máximo, de las kilocalorías procederán de las grasas saturadas. Para una porción de 200 kilocalorías, esto equivale a un contenido máximo de 2,2 gramos de grasas saturadas*.
• Ausencia de ácidos grasos trans, excepto los presentes de forma natural en productos lácteos y cárnicos.
• El 30%, como máximo, de las kilocalorías procederán de los azúcares totales. Para una porción de 200 kilocalorías, esto equivale a un contenido máximo de 15 gramos de azúcares**.
• Un máximo de 0,5 g de sal (0,2 g de sodio).
• No contendrán edulcorantes artificiales.
• No contendrán cafeína u otras sustancias estimulantes, excepto las presentes de forma natural en el cacao.

* Los límites señalados con un asterisco no se aplicarán a la leche entera y yogures ni a los frutos secos sin grasas añadidas.
** Los límites señalados con dos asteriscos no se aplicarán a las frutas y hortalizas, enteras o mínimamente procesada.

Del mismo modo existen comunidades que han elaborado documentos específicos con recomendaciones sobre los alimentos que deberían contener las máquinas expendedoras de los centros educativos. Recomendando que se eviten productos como las bebidas azucaradas y alcohólicas, las patatas chips o snacks, los lácteos azucarados, la repostería o bollería, las chocolatinas, chucherías y similares, etc.

La realidad de este tipo de productos

Un estudio de 2015 constató que el 94,5% de los productos ofertados en los institutos madrileños observados incumplía al menos uno de los criterios nutricionales del mencionado documento de consenso e indicados anteriormente. Y además de ello, cada vez que encontramos una máquina de este tipo, sea donde sea, ya se trate de centros educativos o sanitarios, podemos observar con nuestros propios ojos que pocos son los productos que cumplen con todos los requisitos establecidos.

¿Cómo sería una máquina de vending saludable?

Por un momento dejemos volar nuestra imaginación… Probablemente en un mundo ideal no existirían las máquinas expendedoras, pero dejemos eso para el siguiente sueño y, suponiendo que necesitamos máquinas expendedoras, ¿cuál sería la máquina de vending ideal?

Para empezar la máquina ideal contendría el menor número de envases, los productos envasados lo estarían dentro de recipientes biodegradables, y el mecanismo de dispensación evitaría las caídas de los productos y que los productos no se dañen al dispensarse, porque como es de suponer entre los alimentos que se venderían habría algunos delicados como la fruta. ¿Qué contendría una máquina expendedora sana?:

• Fruta: frutas enteras, con piel, que se podrían suministrar sin envase alguno y servirse sin tener que golpearse antes de salir. Las frutas más pequeñas o delicadas irían envasadas en recipientes biodegradables, incluso, si es posible, reutilizables. Además de las típicas frutas se podría valorar incluir alimentos como los tomates, las zanahorias o los aguacates si resulta que se suministra a gente que necesita elaborarse un plato.
• Frutos secos y semillas: se comercializarían crudos o tostados, no fritos o salados como los encontramos habitualmente, e irían en bolsitas biodegradables. También podríamos tendrían bolsitas de semillas como las pipas de girasol o calabaza.
• Panecillos: habría diferentes tipos de panecillos elaborados con harinas integrales, que se servirían cuidadosamente y podríamos disponer de bolsas de papel reciclado para contenerlos. En un mundo ideal las personas no las cogerían para otros usos.
• Lácteos: podríamos encontrar productos lácteos como el yogur natural, el kéfir o algún queso. Serían productos no azucarados y con envases respetuosos con el medio ambiente.
• Ensaladas con legumbres o cereales integrales: para los que más que un tentempié necesitan realizar una comida más consistente habría alguna variedad de ensaladas con maíz o con pasta o arroz integral o legumbres.
• Cremas vegetales: si pensamos en suministrar algo más parecido a un plato de comida, algún recipiente con cremas frías de verduras, como de calabacín, puerro, etc. sería una buena opción.
• Para seguir soñando en ideal, también habría cubiertos reutilizables.

Hemos soñado bastante, y no sólo en cuanto a alimentos, pero la realidad es que cumplir algunos de los ítems propuestos no es tan difícil y ya se está empezando a llevar a cabo en algunos lugares. Pero aún se trata de algo minoritario, así que seguiremos soñando y concienciando acerca de que una alimentación más sana es posible. ¡De momento compartimos contigo algunas pautas nutricionales para seguir una alimentación sana y variada!

Lo que debes saber…

• Existen documentos de consenso y recomendaciones que pretenden establecer el contenido de estas máquinas, para evitar que sean una fuente de productos insanos.
• La realidad actual es que en la mayoría de los casos no se cumplen estas características que se han establecido como recomendadas para los productos que suministran este tipo de máquinas.
• De forma ideal estas máquinas nos deberían proveer de frutas y otros productos sanos. En algunos lugares este tipo de oferta ya es una realidad, pero falta que dejen de ser una excepción.