Sobrevivir a los excesos de comida en Navidad
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Resulta casi inevitable no sucumbir a la tentación que representa un vistoso aperitivo, un suculento pavo relleno o una bandeja repleta de turrones, polvorones, mazapanes y otros dulces. Entonces, ¿qué debemos hacer para no lamentarnos de las comidas navideñas cuando observemos cambios en nuestra silueta? ¿Cómo sobrevivir a las Navidades?
Ser cuidadosos con las cantidades, no abusar, servir raciones pequeñas y ser selectivos nos permitirá disfrutar de las comidas navideñas sin arrepentirnos después. Cuando el abanico de productos a escoger es abundante, la clave está en limitar las raciones, escoger lo que más nos guste y olvidar el resto.
Como sobrevivir a las navidades y ser selectivos con la comida de Navidad
Es recomendable considerar siempre estos consejos:
- Atención a las cantidades. Como decimos en dietética: nada es bueno o malo, todo depende de la dosis. Pues bien, el gran problema de las Navidades es la cantidad. Tomamos alimentos calóricos en grandes cantidades. La clave es no repetir ni picar, sino controlar las cantidades y no comer mucho más que en una comida habitual.
- Escoger lo que más nos gusta y descartar el resto. Aprender a elegir lo que más deseamos, limitar nuestra ingesta a dos o tres opciones y olvidar el resto.
- Las bebidas también nos aportan muchas calorías. Las bebidas (a excepción del agua) proporcionan una gran cantidad de calorías que, además, tomamos casi sin darnos cuenta. Es necesario controlar la cantidad que tomamos, especialmente si se trata de bebidas alcohólicas, procurar saciar la sed con agua y utilizar el vino o el cava como acompañante por placer.
- Elaborar comidas menos calóricas. Si está en nuestras manos la elaboración de la cena de Nochebuena o la comida de Navidad, podemos optar por preparar un menú menos energético. Los entrantes pueden ser de gambas a la plancha o mejillones al vapor en lugar de canapés con paté, foie o queso de untar. Las tostaditas con salmón ahumado o caviar no deben acompañarse además con mantequilla, margarina o queso en crema. El caldo de Navidad puede contener más verduras y carnes magras y menos tocino, y la pasta debe constituir un acompañamiento y no hacerse rellena. En lugar de los dulces mejor una fruta natural ligera como la piña que una en almíbar.
- Elegir los platos menos grasos y descartar los dulces. Decantarse por primeros platos vegetales, evitar las frituras y las salsas, escoger un buen pescado al horno o a la plancha antes que un estofado o una carne grasa en salsa, sustituir los dulces por una fruta o macedonia y controlar la bebida, son consejos fáciles de seguir y de gran utilidad.
- Realizar actividad física. Siempre debemos realizar actividad física para mantenernos en forma. Si, además, incrementamos la ingesta de calorías, lo último que cabría hacer es disminuir nuestro nivel de ejercicio. Si habitualmente realizamos deporte, durante las Navidades es aconsejable que busquemos el tiempo para seguirlo haciendo. Si normalmente no lo hacemos es bueno que no esperemos a año nuevo para proponérnoslo, mejor empecemos a realizarlo antes.
- Procurar no alargar eternamente las sobremesas. Las eternas sobremesas, con las bandejas de turrones, polvorones, mazapanes, barquillos, alfajores… son el mayor problema de las comidas navideñas. Es difícil resistirse a tanta tentación. Comer lentamente, saborear cada bocado, no dejarse llevar por la gula y saber decir basta ayudarán a luchar contra la tentación. Además, podemos retirar los dulces para seguir charlando tranquilamente o salir a dar un paseo para digerir mejor la comida.
No olvides la actividad física
Durante las Navidades, la tendencia es olvidar la actividad física y sustituirla por comidas, compras, reuniones familiares, etc. La mayor ingesta de calorías sumada al menor gasto energético provoca un claro incremento de peso.
Para sobrevivir a las navidades, no debemos descuidar la actividad. Si, por diferentes motivos, no podemos seguir con nuestra rutina, es necesario buscar la forma de continuar ejercitando la musculatura con caminatas en familia, juegos con los más pequeños, etc. Si somos de los que no solemos realizar actividad durante el año, sería buena idea no dejar el ejercicio para los propósitos de Año Nuevo, sino empezar tan pronto como sea posible para contrarrestar el consumo extra de calorías que nos aportarán los turrones.
Lo que debes saber
- La clave es controlar las cantidades, escoger lo que más nos gusta, saborear cada bocado y no dejarse llevar por la gula.
- Es conveniente realizar actividad física, para mantenernos en forma y para compensar el incremento de calorías consumidas.
- Se aconseja no abusar de las bebidas alcohólicas y azucaradas.
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