Transgénicos

Un poco de historia

Desde el inicio de la agricultura y la ganadería el hombre está influyendo sobre la biodiversidad de las especies y favoreciendo la reproducción de aquellos ejemplares más “útiles” desde el punto de vista comercial, principalmente. En la década de los 70 se lograron las primeras transferencias de ADN entre organismos. A partir de ahí se creó el primer animal transgénico, un ratón, que no transmitió la modificación genética a sus descendientes, y las primeras plantas transgénicas.

¿Qué es un gen?

A nivel físico un gen es un fragmento de ADN (Ácido Desoxirribonucleico). Los genes forman largas cadenas de ADN a las que llamamos cromosomas. El total de cromosomas de una misma célula es lo que conocemos como genoma. Un gen contiene información que sirve para crear una proteína que a su vez será la responsable de manifestar una determinada característica hereditaria de un ser vivo, por ejemplo el color de cabello, la resistencia de una semilla, etc.

¿Qué es la ingeniería genética?

Es la tecnología dirigida a controlar y modificar el ADN de un ser vivo, incluso la transferencia de ADN de un organismo a otro (esto sucede de forma natural entre microorganismos como por ejemplo las bacterias). Concretamente la ingeniería genética permite alterar las características de un organismo mediante la modificación dirigida y controlada de su genoma añadiendo, modificando o eliminando sus genes. Esto a nivel alimentario supone logros como la resistencia de un cultivo a un determinado insecto, a un herbicida, etc., o diferentes beneficios encaminados a mejorar la productividad de la cosecha.

¿Qué es un OGM y un transgénico?

Un OGM es un organismo al cual se le ha modificado el material genético utilizando técnicas de ingeniería genética. El objetivo de dicha modificación será lograr una determinada propiedad. Hablamos de organismo transgénico cuando la modificación ha consistido en la introducción de un gen procedente de otra especie.

• Los OGM de primera generación tienen como objetivo la resistencia a plagas, pesticidas y herbicidas.
• Los OGM de segunda generación pretenden mejorar el valor nutritivo de los alimentos tratados mediante la inclusión de vitaminas, atributos medicinales, eliminación de alérgenos naturales, modificación del contenido de proteínas, aceites, etc. Además también pueden ofrecer ventajas de producción como mayor tolerancia a sequías, inundaciones, heladas, salinidad del suelo, metales pesados y otros factores ambientales, retardo del tiempo de maduración, etc.
• Los OGM de tercera generación no están destinados a la industria alimentaria sino para obtener productos para otras industrias como la farmacéutica, combustibles, materiales, etc.

Algunos ejemplos

El maíz transgénico Bt contiene un gen de la bacteria Bacillus thurigiensis. Esta bacteria se utiliza comúnmente como una alternativa biológica al pesticida puesto que produce una toxina que actúa como insecticida frente al lepidóptero (taladro).

Este gen se inserta por técnicas recombinantes en el genoma del maíz y de esta forma se logra que la planta del maíz tenga la capacidad de producir dicha toxina con el efecto insecticida correspondiente.

La soja transgénica RR contiene un gen de Agrobaterium insertado por técnicas recombinantes y dota a la planta de soja de resistencia frente al herbicida glifosfato.

Tipos de productos alimentarios con OGM

Formando parte de la oferta alimentaria podemos encontrar diferentes tipos de productos procedentes de la ingeniería genética.

• Alimentos que son OGM en sí mismos. Ej. Soja modificada genéticamente.
• Alimentos que contienen OGM. Ej. Ensalada elaborada con maíz modificado genéticamente.
• Alimentos elaborados a partir de OGM. Ej. Aceite de colza modificada genéticamente.
• Alimentos que contienen ingredientes que se han elaborado a partir de OGM. Ej. Chocolate que contiene lecitina de soja y dicha soja ha sido modificada genéticamente.

Etiquetado de los OGM

Los alimentos modificados genéticamente se deben etiquetar en consecuencia, indicando de forma inequívoca que se trata de un organismo modificado genéticamente. No es necesaria dicha especificación cuando la presencia de algún OGM sea accidental o técnicamente inevitable o la cantidad de OGM sea como máximo de 0,9%. Dicho límite se establece para cada ingrediente en particular, o para la totalidad de alimento sólo si el alimento está formado por un solo ingrediente.

Esta información se muestra en el listado de ingredientes indicando “genéticamente modificado” o “producido a partir de (nombre del ingrediente) genéticamente modificado. Estas anotaciones pueden figurar con un asterisco al pie del listado de ingredientes o bien si el alimento no requiere listado de ingredientes esta información debe constar igualmente en la etiqueta.

¿Son seguros los alimentos elaborados con OGM?

Los OGM ofrecen dudas sobre si estos “nuevos genes” van a dar lugar a efectos no esperados en los organismos como modificaciones en proteínas o translocaciones. También inquieta el efecto que pueda tener la mezcla de los OGM con cultivos no OGM o con plantas silvestres y las consecuencias que pueden desencadenar en el medio ambiente, frente al delicado equilibrio natural entre plantas, animales y medio. Se sigue avanzando en el estudio de todos estos posibles problemas y por el momento no se considera que los ejemplares autorizados de OGM supongan un riesgo.

Los OGM se someten a rigurosos análisis antes de salir al mercado. Se valora la inocuidad de estos productos mediante el concepto de equivalencia sustancial, que consiste en determinar similitudes y diferencias entre el alimento nuevo (OGM) y el producto “homólogo convencional”, en cuanto a la presencia de sustancias tóxicas y de nutrientes. Si las diferencias entre el organismo genéticamente modificado y su homólogo convencional superan a las variaciones naturales, aquéllas deberán ser evaluadas nutricional y toxicológicamente.

A nivel europeo la evaluación científica para comprobar la seguridad de los OGM previamente a su salida al mercado corresponde a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En esta evaluación se verifica que no supongan ningún peligro para la salud humana, que no provoquen alergias, que no exista transferencia de material genético ni resistencia a antibióticos y que no se haya producido ningún cambio significativo desde el punto de vista nutricional entre el producto “original” y el “OGM”.

El registro comunitario de alimentos y piensos genéticamente modificados que están autorizados está disponible en la web de la comisión europea.