Fibrinógeno derivado alto
Resumen del contenido
Licenciada en Medicina y Cirugía (Universitat Autònoma de Barcelona)
Especialista en Medicina Interna (Hospital Universitari de Bellvitge)
Máster en Comunicación Científica, Médica y Ambiental (Universitat Pompeu Fabra)
El fibrinógeno es una proteína que se produce en el hígado, se transporta por el plasma sanguíneo y que participa en la coagulación de la sangre junto con otras proteínas. Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, el fibrinógeno se convierte en fibrina y junto con las plaquetas ayuda a la formación de los coágulos para parar el sangrado.
El fibrinógeno es una proteína que también está implicada en los procesos de inflamación y respuesta inmunológica por su interacción con los leucocitos. Forma parte de los llamados “reactantes de fase aguda”, que son unos parámetros de la sangre que se elevan en situaciones de inflamación y/o lesión de tejidos.
¿Cuáles son los niveles normales de fibrinógeno?
Los niveles de fibrinógeno se miden en el plasma sanguíneo. Los niveles normales son de 200 a 400 mg/dl , aunque pueden variar ligeramente según el laboratorio.
La elevación del fibrinógeno no produce síntomas en sí misma, sino que se considera como un parámetro que indica un posible trastorno de la coagulación o una situación inflamatoria. La elevación del fibrinógeno aumenta el riesgo de trombosis.
El Seguro de MAPFRE Salud cuenta con un gran cuadro médico entre los que encontrarás grandes especialistas a los que consultar todas las dudas relacionadas con la salud.
¿Qué situaciones pueden elevar el fibrinógeno?
Todas aquellas situaciones que comporten una situación de inflamación en el organismo pueden elevar los niveles de fibrinógeno.
- Enfermedades inflamatorias: los niveles de fibrinógeno se elevan como parte de la respuesta inflamatoria de las enfermedades autoinmunes tipo artritis reumatoide o el lupus. De hecho, los niveles de fibrinógeno pueden ayudar a monitorizar la “actividad inflamatoria” de la enfermedad.
- Infecciones: tanto en las infecciones agudas como crónicas los niveles de fibrinógeno se elevan debido a la activación del sistema inmunitario y de la cadena inflamatoria. Esto se considera fisiológico, es decir, es una reacción normal del organismo ante la agresión de los microorganismos.
- Enfermedades cardiovasculares: debido a su implicación en el proceso de la trombosis, el fibrinógeno elevado se asocia a mayor riesgo de eventos cardiovasculares como la enfermedad coronaria aguda o el ictus.
- Embarazo: los niveles de fibrinógeno pueden aumentar, especialmente al final del embarazo, como respuesta fisiológica para reducir los riesgos de sangrado durante el parto.
- Cáncer: la elevación del fibrinógeno en algunos tipos de cáncer es frecuente y refleja que existen procesos inflamatorios y de destrucción de tejido en el organismo. Es más frecuente en los tumores gastrointestinales o ginecológicos.
- Tabaquismo: fumar puede elevar los niveles de fibrinógeno e incrementar el riesgo de trombosis.
- Síndrome metabólico: la obesidad y la diabetes mal controlada están relacionadas con una situación de inflamación sistémica de bajo grado, que puede elevar el fibrinógeno.
- Situaciones de estrés agudo: el fibrinógeno se eleva de manera fisiológica como parte de la respuesta del organismo al estrés agudo por traumatismos, cirugías o quemaduras.
En conclusión…
Si en un análisis de sangre encontramos el fibrinógeno alto tenemos que saber que es una proteína implicada en el proceso de coagulación y la cadena inflamatoria, que se puede alterar en muchas situaciones distintas.
Ante este hallazgo hay que investigar el origen para llegar a un diagnóstico correcto y tratar la causa específica.
Lo que debes saber…
- Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, el fibrinógeno se convierte en fibrina y junto con las plaquetas ayuda a la formación de los coágulos para parar el sangrado.
- Los niveles de fibrinógeno se miden en el plasma sanguíneo. Los niveles normales son de 200 a 400 mg/dl, aunque pueden variar ligeramente según el laboratorio.
- Todas aquellas situaciones que comporten una situación de inflamación en el organismo pueden elevar los niveles de fibrinógeno. Es el caso de enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide, lupus…), infecciones, cáncer, síndrome metabólico, o situaciones de estrés agudo, entre otras.
Comentarios (0)