Comportamiento de 3 a 6 meses
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
El bebé cada vez es más curioso tanto con el entorno como con él mismo. Explora su cuerpo y toma conciencia de él mismo paulatinamente: primero las manos y luego los pies. Los mueve continuamente, al principio de esta etapa el bebé los ve pasar por su campo visual pero no sabe que son suyos. Será el «ensayo-error» en movimientos e intenciones lo que hará ser consciente al lactante de todas las partes de su cuerpo.
También empiezan a descubrir las partes del rostro: orejas, se estiran del pelo, se tocan los genitales. Todo forma parte de una evolución correcta y el inicio de la conciencia de sí mismo.
Hasta el final de esta etapa no empieza a tener conciencia del «yo» y suele pensar que mamá y él son una misma cosa.
A los seis meses se aprecia un despegue muy importante en la interacción con los adultos y empieza a llamar la atención de sus padres de una manera más consciente: balbuceo, gritos, sonrisas, movimientos de alegría.
Aunque cada bebé es un mundo, a los seis meses ya es habitual que no se despierten tanto por la noche, haciendo de 8 a 10 horas de un tirón. Esto se debe a que el hígado del bebé ya puede almacenar más glucosa y puede aguantar más tiempo sin comer. Es importante el descanso diurno con una o dos siestas de 1-2 horas si el bebé las demanda.
La alimentación ocupa una gran parte del tiempo. Si la madre lo amamanta, estará gran parte del día dedicada a alimentar a su hijo.
Debe acudir a su pediatra
- Si el bebé tiene un comportamiento muy irritable: llora la mayor parte del tiempo y cuesta mucho que lo consuelen.
- Si es un bebé muy poco activo: con más de tres meses se pasa todo el día durmiendo y sin demandar su atención.
- Si no fija la mirada, ni balbucea, ni sonríe a los tres meses.
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