Portear a un bebé, ¿es realmente bueno?
Resumen del contenido
Número de Colegiado: 080837440 | Licenciada en Medicina y Cirugía por la UAB. Especialista en Pediatría y sus áreas específicas. Máster en Alergología, inmunología y neumología pediátrica (UAB).
Portear a un bebé
Los bebés necesitan continuamente la presencia de los padres u otra persona de confianza para ser llevados de un sitio a otro, ya que son incapaces de desplazarse por sí mismos los primeros años de su desarrollo. Además, el contacto físico les proporciona seguridad y hace que estén más tranquilos, que lloren menos y duerman mejor. Por ello, el uso de un portabebés satisface estas necesidades del niño permitiendo al mismo tiempo las manos libres al porteador.
En muchas culturas se practica el porteo desde tiempo inmemoriales y se sigue porteando tanto a bebés como a niños pequeños, de modo que los adultos puedan realizar tareas cotidianas y desplazarse sin dejar de atender a su pequeño.
En Occidente se está recuperando esta cultura del porteo, tan beneficiosa tanto para el bebé como para el cuidador. Pero conviene saber una serie de cuestiones básicas antes de animarse a portear.
Beneficios del porteo
Para el bebé:
- Aumento de contacto físico con el cuidador, mejorando así el vínculo y la seguridad.
- Disminución del llanto.
- Mejor calidad de sueño: al estar más tranquilo, el bebé se duerme con más facilidad y más horas.
- Favorece la lactancia materna, ya que el estrecho contacto del bebé con la madre fomenta la lactancia materna y eso ayuda a aumentar la producción de leche.
- Potencia el apego seguro, al reconocer precozmente las señales del bebé y satisfacer antes sus necesidades.
- Mayor bienestar físico: mejor regulación de la temperatura corporal, alivio del reflujo gastroesofágico, favorece la expulsión de gases y deposiciones, mejoran los cólicos del lactante, disminuye el estrés y proporciona una mayor tolerancia al dolor.
- Previene la plagiocefalia postural o deformación de la cabeza.
- Protege el desarrollo de la espalda, al mejorar el tono muscular y respetar la curvatura fisiológica de la espalda.
- Protege el desarrollo de las caderas.
- En prematuros, se ha demostrado que el “método canguro” mejora su desarrollo físico, emocional e intelectual.
Para el adultos:
- Aumento de autonomía: los brazos quedan libres a la vez que atiende al bebé.
- Disminuye el riesgo de depresión postparto.
- Favorece la autoestima: los bebés están más tranquilos, duermen mejor, otorgando mayor seguridad al cuidador.
- Favorece la musculatura del porteador: el uso de portabebés ergonómicos protege y favorece la musculatura de la espalda del adulto.
- Facilita la movilidad con el bebé al evitar las barreras arquitectónicas: escaleras, obras, transporte público, etc.
Como el uso del portabebés es muy beneficioso, se puede portear sin una edad límite de edad o de peso, solo dependerá de las necesidades del niño y del cuidador. Para que este porteo sea óptimo, se recomienda utilizar exclusivamente portabebés ergonómicos, es decir, que respeten la fisiología postural del bebé y del adulto.
¿Qué portabebés podemos escoger?
En la actualidad hay muchos tipos de portabebés, pero hay que saber elegir antes de comprar, y no pensar que porque el precio sea más caro y el diseño más bonito el portabebés es mejor, porque no todos son ergonómicos ni seguros.
Para que un portabebé sea ERGONÓMICO tiene que cumplir unos requisitos:
- Ser cómodo para el porteador y que no dé dolor de espalda.
- El bebé debe estar bien sujeto, con una tela firme y tensa, dando apoyo a la espalda del bebé. El bebé no se debe mover aunque el porteador se agache.
- La espalda del bebé debe ir flexionada, en forma de “C”.
- El bebé debe quedar alto, de manera que pueda ser besado fácilmente.
- La barriga del bebé debe ir en contacto con el cuerpo del adulto, nunca hay que llevarlos girados “cara al mundo”. Sí hay posturas para niños más mayores, pudiendo ser porteados a nivel de la cadera del adulto o en la espalda, respetando la fisiología del niño y permitiéndoles tener mayor visibilidad de los que les rodea.
- Las piernas deben ir muy abiertas en posición de “ranita” o en forma de “M”, con las rodillas ligeramente más altas que las nalgas.
Para que el portabebé sea SEGURO, éste debe:
- Dejar libre siempre la cara del bebé.
- Evitar que el cuello quede flexionado.
Seguridad en el uso del porteo
Además de escoger correctamente un buen cabestrillo, hay que tener en cuenta las normas de prevención en el uso del portabebés:
- Evitar que la cara se apoye contra el cuerpo del adulto.
- Evitar portear a un bebé en un vehículo.
- Evitar practicar actividades con riesgo de caídas del adulto.
- Evitar cocinar.
Con toda esta información, ya se podrá escoger el portabebés que sea más adecuado para nuestro bebé. Hay muchos tipos de portabebés que son ergonómicos y seguros: mochilas, bandoleras, fular con tejido rígido, fular elástico, etc. Escoger un tipo u otro dependerá de cuál se adapta más a las circunstancias y necesidades de cada familia, igual que escoger la póliza de MAPFRE Salud que mejor se adapte a las necesidades de tu familia.
Lo que debes saber…
- Como el uso del portabebés es muy beneficioso, tanto para el bebé como para el cuidador que lo utiliza, se puede portear sin una edad límite de edad o de peso, solo dependerá de las necesidades de uno y otro.
- En la actualidad hay muchos tipos de portabebés, pero hay que saber elegir antes de comprar, y no pensar que porque el precio sea más caro y el diseño más bonito el portabebés es mejor, porque no todos son ergonómicos ni seguros.
- Eso sí, para que el portabebé sea seguro, éste debe: dejar libre siempre la cara del bebé, y evitar que el cuello quede flexionado.
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