Es muy habitual que los bebés tengan la barriga hinchada. Algunos la tienen más hinchada que otros, y algunos la tienen tan hinchada que llama la atención y es motivo de consulta al pediatra. Pero hasta los dos años es normal que un bebé tenga la tripa hinchada y no hay nada de lo que preocuparse. Aun así, aunque no sea preocupante, sí conviene saber a qué se debe y cuándo deja de ser “normal”.

¿Cuál es la causa de tener la tripa hinchada?

Son varios factores los que condicionan que un bebé tenga la barriga hinchada. Algunos factores dependen de la condición de ser bebé, y otros dependen de cada niño. Estos factores son:

  • Grasa abdominal: los bebés acumulan grasa parda en la zona de la barriga. Esta grasa ayuda a mantener la temperatura corporal de los bebés y ayuda en la producción de energía.
  • Ausencia de músculos abdominales: cuando un bebé nace los músculos abdominales no están del todo desarrollados ni tienen tono muscular. A medida que va creciendo, el bebé adquiere tono muscular de forma progresiva en sentido cráneo-caudal. Por eso, primero empieza con el sostén cervical (“aguantar la cabeza”), sigue con sostén del tronco con la sedestación (“aguantarse sentado”) y finalmente con el control de las piernas con el gateo y, por último, la marcha. Cuando el bebé empieza a andar, correr y saltar es cuando fortalece esa musculatura abdominal, alrededor de los 18-24 meses.
  • Gases: son habituales en los bebés, tanto los gases que tragan con las tomas como los que producen con la digestión.
  • Estreñimiento: algunos bebés padecen estreñimiento, y en estos casos la hinchazón de la barriga puede ser más marcada.

¿Cuándo no es normal una barriga hinchada en un bebé?

Como ya se ha explicado, la barriga hinchada en un bebé siempre es normal. Pero hay algunos signos que nos tienen que encender las alarmas y consultar con el pediatra:

  • Cuando hay una irritabilidad excesiva o mantenida en el tiempo.
  • Cuando el abdomen está muy duro al tacto, como “una piedra”.
  • Si llora intensamente al tocar el abdomen.
  • Hay una pérdida de apetito.
  • Cuando se produce una pérdida de peso.
  • Cuando existe un estreñimiento que no se resuelve con medidas habituales (masajes, flexión de piernas, etc.)
  • Cuando las heces tienen moco o sangre.
  • Cuando el bebé está decaído o con mal color.

¿Qué se puede hacer para eliminar los gases del bebé?

Ya sabemos que los gases pueden acentuar la hinchazón de la barriga del bebé. Además, suelen ser muy molestos y pueden causar episodios de irritabilidad o malestar. Hay que tener en cuenta que el aparato digestivo del bebé es inmaduro y está en desarrollo.
Algunos consejos para lidiar con los gases y el estreñimiento del bebé son:

  • Ayudarle a expulsar los gases después de cada toma: los bebés suelen tragar aire con las tomas, ya sean tomas con biberón o tomas de pecho. Los bebés son capaces de respirar y tragar al mismo tiempo, de allí que traguen aire. Es importante expulsar los gases después de cada toma, e incluso a mitad de la toma (si es un bebé que come rápido). Es posible que tarde un buen rato en hacer el eructo, aun así hay que insistir. No hay que dar golpes en la espalda, basta con mantener al bebé en posición vertical para facilitar la expulsión del gas.
  • Alimentarlo con una postura recta: cuanto más tumbado esté el bebé a la hora de hacer la toma, más gas puede llegar a acumular.
  • Darle masajes en la barriga: dar masaje con movimientos circulares y en sentido de las agujas del reloj, sin presionar (eso podría molestarle), suave. Además de ayudar a expulsar los gases, le estimulará el intestino para que haga una deposición.
  • No esperar a que llore para darle de comer: Si el bebé llora por hambre, tomará la toma de forma ansiosa, tragando una gran cantidad de aire (además del aire que llega a tragar durante la crisis de llanto) que se acumulará en el estómago dándole posteriormente malestar. Hay que adelantarse, y dar la toma cuando muestre síntomas de hambre.

Si tu bebé presenta la tripa hinchada durante días y tiene molestias, lo mejor es consultar con el pedíatra. Los seguros de MAPFRE Salud cuentan con un amplio cuadro médico de especialistas en pediatría.

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Lo que debes saber…

    • Los bebés son barrigones siempre, algunos más que otros. No hay que preocuparse por lo hinchada que tenga la barriga, siempre y cuando el bebé esté tranquilo, vaya comiendo, engordando y creciendo.
    • Si tienen aire o sufren estreñimiento, la barriga estará aún más hinchada.
    • Si presenta algún signo preocupante (irritabilidad, pérdida de apetito, abdomen muy duro al tacto o doloroso al tacto, pérdida de peso, heces con mucosanguinolentas, estreñimiento, etc.), siempre tendremos que consultar con el pediatra.