Microcefalia
Resumen del contenido
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
La incidencia de la microcefalias de aproximadamente 1 caso cada 8.500 nacimientos. En otras palabras, la cabecita del niño no crece todo lo que debería crecer y se queda pequeña.
No siempre se manifiesta al nacer, sino que puede desarrollarse durante los primeros meses de vida. Es muy frecuente la relación de microcefalia con retraso mental, pero hay un 15% de los niños con microcefalia que tienen una capacidad intelectual dentro de la normalidad.
Causas de microcefalia
En condiciones normales, el cráneo crece para dar cabida a un cerebro en expansión. Por lo tanto, los casos más frecuentes de microcefalia, son debidos a que el cerebro deja de crecer a un ritmo normal.
Se relacionan con microcefalia algunos síndromes genéticos, exposición a tóxicos durante el embarazo, enfermedades infecciosas durante la gestación y alguna enfermedad metabólica.
Las causas más frecuentes de esta alteración del crecimiento cerebral son:
- Síndrome de Down
- Síndrome de Cri du chat
- Trisomía 13 y 18
- Infecciones durante la gestación: rubeola, toxoplasmosis, citomegalovirus y virus zika
- Diabetes materna
- Fenilcetonuria
- Malnutrición materna
- Envenenamiento por mercurio
- Alcoholismo o abuso de drogas durante el embarazo
Diagnóstico
Si la microcefalia afecta al niño al nacer, se puede detectar con una ecografía durante la gestación. Sobre todo, su diagnóstico es más fácil en el tercer trimestre.
En otras ocasiones, puede desarrollarse durante los meses posteriores al nacimiento. En estos casos, el diagnóstico se realizará cuando se tomen las medidas del perímetro craneal que se realizan de rutina en las revisiones del pediatra.
Síntomas
El síntoma principal es que el bebé o niño presenta una cabeza más pequeña de lo normal. Además de esto, se puede asociar a: llanto o irritabilidad, convulsiones, espasticidad de extremidades, hiperactividad, retraso psicomotor y retraso mental.
Tratamiento
No existe ningún tratamiento específico ni cura para esta enfermedad. La única medida a tomar es que el niño desarrolle todo su potencial con estimulación temprana y un acompañamiento en sus logros psicomotores y cognitivos.
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