Síndrome de aspiración meconial
Resumen del contenido
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
¿Qué es?
Es una situación grave del recién nacido y consiste en la aspiración de una mezcla entre líquido amniótico y meconio hacia los pulmones en el momento del parto. Se llama meconio a las primeras deposiciones (heces) del recién nacido que son característicamente de color negro y muy pegajosas. Ocurre en el 5-10% de los partos y es una situación potencialmente grave, puede causar graves secuelas o, incluso la muerte del bebé.
Causas y factores de riesgo
El estrés que sufre el bebé durante el trabajo de parto puede provocar que aumente el movimiento intestinal y se produzca la relajación del esfínter anal con la consiguiente expulsión de meconio dentro del útero; de esta manera el meconio pasa al líquido amniótico. Si el bebé respira cuando todavía está en el útero o bien cuando aún está cubierto con meconio después del nacimiento, esta materia fecal puede entrar en los pulmones y ocasionar problemas respiratorios.
Factores de riesgo de sufrir una aspiración meconial:
- Sufrimiento fetal
- Parto complicado
- Disminución del oxígeno que llega al bebé cuando todavía está dentro del útero (hipoxia)
- Madre con diabetes
- Madre con hipertensión
Síntomas
El primer signo de alarma de un posible síndrome de aspiración meconial es que el líquido amniótico se tiñe de color verde oscuro. El líquido amniótico sale al exterior cuando la mujer «rompe aguas». Al nacer el bebé, la piel suele estar impregnada de meconio e incluso puede haber meconio en la boca y cuerdas vocales.
Debido al problema respiratorio el recién nacido presenta una coloración azulada (cianosis) porque no le llega una cantidad suficiente de oxígeno. No puede respirar correctamente, le cuesta muchísimo esfuerzo realizar los movimientos respiratorios; incluso puede tener una parada respiratoria (deja de respirar). El test de Apgar puede estar bajo.
Diagnóstico
Nada más nacer, si el bebé todavía no ha realizado la primera respiración se debe revisar la boca y las cuerdas vocales para ver si hay meconio y, si es así, retirarlo mediante aspiración antes de que realice la primera inspiración. De esta manera evitaremos que el meconio llegue a los pulmones. El Pediatra cuando ausculta al recién nacido oye ruidos anormales y la radiografía de tórax puede mostrar áreas del pulmón dañadas.
Evolución y tratamiento
Si hay sospecha de que el bebé haga una aspiración meconial hay que aspirar la vía aérea para retirar el máximo de este material fecal y evitar que llegue a los pulmones. El recién nacido queda ingresado y se le administran antibióticos y ayuda para respirar (oxígeno o ventilación asistida en función de la gravedad). En la mayoría de casos el pronóstico es muy bueno y el bebé se recupera sin problemas.
En algún caso el bebé puede tener una afectación severa y requerir ventilación asistida durante varios días. Las secuelas dependen del daño cerebral ocasionado por la falta de oxígeno y de la afectación pulmonar.
Prevención
Durante el parto se debe monitorizar al feto para detectar si éste sufre o tiene malestar. Cuando el médico detecta algún signo de sufrimiento fetal puede hacer una intervención inmediata en la sala de partos para evitar un síndrome de aspiración meconial. En el caso que la madre rompa aguas fuera del hospital y éstas sean marrones o verdes debe acudir enseguida a urgencias.
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