Resumen del contenido
Es un alimento completo para el recién nacido y, por eso, se recomienda lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. Además, puede continuarse con la lactancia aunque se haya introducido la alimentación complementaria y durante tanto tiempo como la madre o el bebé deseen. De hecho, la Asociación Española de Pediatría recomienda alargar la lactancia hasta los dos años. Partiendo de esta base, hay una serie de consejos que conviene tener en cuenta para que la experiencia sea todo un éxito y resulte placentera y beneficiosa para ambos.
1-Buenos hábitos: durante la lactancia la madre no debe hacer ninguna dieta especial, tan sólo evitar el alcohol y las bebidas excitantes como el café o las bebidas de cola. Si la madre es fumadora y durante el embarazo no ha abandonado totalmente el hábito, éste es un buen momento para dejarlo. Si le es imposible hacerlo, es preferible fumar justo después de la toma y no hacerlo en presencia del bebé.
2-A demanda: no hay horarios ni pautas estrictas sino que es el bebé el que decide cuándo y cuánto quiere comer. Puede ser normal que en los primeros meses el niño mame cada hora o menos. Pero cada niño es diferente por lo que no hay que basarse en la experiencia de otros hijos o de los bebés de otras madres. Durante los primeros 15-20 días de vida se ha de ofrecer el pecho al menos cada tres horas para estimular la producción de leche y evitar una bajada de glucosa al niño. La succión del niño y el contacto piel con piel con el bebé son los estímulos principales para la producción de leche.
3-La duración de la toma la marca el bebé: la toma debe durar hasta que el bebé deje espontáneamente el pecho. Algunos niños obtienen todo lo que necesitan de un solo pecho y otros, de ambos. En este último caso, es posible que el bebé no vacíe completamente el último, por lo que la toma siguiente deberá empezar por éste.
4-Procura que vacíe el pecho: la cantidad de leche que produce la mujer varía y nos lo indicará las veces que el bebé vacía el pecho al día. La calidad de la leche también varía durante el día y con la edad del niño, ajustándose a sus necesidades. Durante los primeros días, es más amarillenta (calostro) y contiene más cantidad de proteínas y sustancias antiinfecciosas; más tarde aparece la leche madura. Puede parecer aguada, sobre todo al principio de la toma, porque es hacia el final cuando va aumentando el contenido en grasa. Por eso es tan importante que el bebé vacíe el pecho.
5-Al principio, ni chupete ni biberón: es importante no ofrecer chupetes ni biberones al bebé hasta que la lactancia materna esté bien consolidada, lo que sucede en aproximadamente unas tres o cuatro semanas.
6-Con la lactancia materna es suficiente: con la lactancia materna exclusiva y, a demanda, no hay que dar agua ni otros líquidos al bebé.
7-Si aparecen grietas, corrige la postura: las grietas surgen porque el niño se agarra mal al pecho, y por eso es importante corregir la postura. En este punto es importante pedir ayuda a nuestro pediatra, matrona o enfermero de pediatría. La higiene que necesitan los pechos es la ducha diaria con un jabón suave.
8-Coloca bien al bebé: madre e hijo, independientemente de la postura que se adopte (sentada, echada…), deben estar cómodos y muy juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en contacto con el de la madre (ombligo contra ombligo). Una mala posición puede ser la responsable de molestias y dolores de espalda. La forma correcta de agarrarse al pecho se facilita colocando al bebé girado hacia la madre, con la cabeza y el cuerpo en línea recta, evitando tener el cuello torcido o excesivamente flexionado o en extensión, con la cara mirando el pecho y la nariz frente al pezón. En posición sentada, es conveniente que la madre mantenga la espalda recta y las rodillas ligeramente elevados, con la cabeza del niño apoyada en su antebrazo, no en el pliegue del codo.
9-Asegúrate de que succiona bien: Una vez que el niño está bien colocado, la madre puede estimular para que abra la boca rozando sus labios con el pezón y, a continuación, desplazar al bebé suavemente hacia el pecho. El niño él tomará más fácilmente si se acerca desde abajo, dirigiendo el pezón hacia el tercio superior de la boca, de modo que tenga que flexionar la cabeza ligeramente hacia atrás para tomar el pecho. La intención es que el bebé introduzca tanto pecho como sea posible en la boca succionando el pezón y parte de la areola.
10-La extracción, una opción: a veces puede ser útil que la madre aprenda a extraerse la leche, para guardarla y que alguien alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo, o bien para reducir las molestias producidas por una acumulación excesiva de leche en períodos en que el apetito del bebé disminuye, y así evitar que se produzca una mastitis. La extracción de leche puede hacerse de forma manual o mediante un sacaleches.
Cómo conservar la leche materna
La leche materna se puede guardar durante 2-3 días en la nevera, y 2 meses en el congelador (hasta 6-8 meses en congeladores más potentes tipo arcón).
Para guardarla:
Introducirla en bolsas para leche o en biberones esterilizados con la fecha del día de la extracción anotada. Rellenar con 60-120 ml como máximo (así se descongela más fácilmente y se desaprovecha menos). Si hemos utilizado bolsas de congelar, conviene ponerlas dentro de recipientes duros y cerrados para evitar que cojan malos olores o que se rompan.
Para descongelarla:
Hacerlo bajo el agua caliente del grifo, al baño María o en los calienta-biberones. Calentar hasta que alcance la temperatura corporal, unos 37ºC. Nunca se debe descongelar la leche materna en el horno microondas ni se debe dejar hervir (esto provoca la destrucción de vitaminas y defensas importantes de la leche). Una vez descongelada, se puede conservar en la nevera un día más como máximo y nunca se debe volver a congelar.
- La lactancia materna puede durar tanto como la madre o el bebé deseen, aunque se haya introducido la alimentación complementaria. La Asociación Española de Pediatría recomienda alargarla hasta los dos años.
- Durante la lactancia la madre no debe hacer ninguna dieta especial, tan sólo evitar el alcohol y las bebidas excitantes como el café o las bebidas de cola.
- A veces puede ser útil que la madre aprenda a extraerse la leche, para guardarla y que alguien alimente al bebé cuando la madre no pueda hacerlo.