Orquitis testicular: síntomas, causas y más
Resumen del contenido
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¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas son dolor y edema (hinchazón) testicular con aumento de tamaño e induración del testículo. La piel del escroto suele estar enrojecida y edematosa. En casos asociados a epididimitis, el epidídimo puede palparse engrosado.
Entre las posibles complicaciones que pueden darse están:
- Hidrocele (acúmulo de líquido en la bolsa escrotal).
- Absceso (acúmulo de pus).
- Infarto testicular: complicación rara producida por afectación de los vasos sanguíneos.
- Atrofia testicular.
- Problemas de fertilidad.
¿Cuáles son las causas?
Virus de la parotiditis
La orquitis aislada tiene casi siempre origen viral, y la mayoría de los casos se deben al virus de la parotiditis que causa la enfermedad conocida como “paperas”. La parotiditis se caracteriza por la inflamación de las glándulas salivares llamadas parótidas. La incidencia de esta enfermedad actualmente ha disminuido por la existencia de una vacuna que nos protege frente a esta infección.
Los varones en la pubertad o más mayores y que no han estado vacunados contra la parotiditis tienen un riego mayor de desarrollar una orquitis. Aproximadamente un tercio de pacientes postpuberales con parotiditis puede desarrollar una orquitis unilateral; la orquitis bilateral es menos frecuente (10% de casos).
La orquitis aparece de forma aguda generalmente entre 4 y 7 días después del aumento de tamaño de la parótida. Además del dolor y del aumento del tamaño testicular, pueden desarrollarse otros síntomas como malestar, fiebre, náuseas, vómitos y dolor abdominal. La inflamación del testículo suele resolverse en una semana aunque el dolorimiento puede persistir.
La incidencia de tumores tras padecer una orquitis no parece estar aumentada pero sí se puede producir una atrofia testicular; la fertilidad puede verse afectada aunque la esterilidad es rara en casos de orquitis unilateral.
Otros virus
Otros virus que de manera menos frecuente pueden causar una orquitis son: infección por virus coxsackie o echovirus, mononucleosis, varicela…
Infección por bacterias
Normalmente se produce por la diseminación de una epididimitis asociada (orquiepididimitis). Es más frecuente en varones sexualmente activos o en hombres mayores de 50 años con hipertrofia benigna de próstata. Principalmente es causada por bacterias que se transmiten por vía sexual a través de la uretra (chlamydia trachomatis, neisseria gonorrhoeae, mycoplasma genitalium…) o por infecciones por bacterias gran negativas sobre todo en pacientes con antecedentes de cirugía, instrumentación u obstrucción de la vía urinaria o en relación con la práctica de sexo anal.
Otras bacterias que pueden causar orquiepididimitis son la salmonella (causa rara en neonatos) o la brucella. La tuberculosis también se ha descrito como causa de orquiepididimitis.
Otras infecciones
Otros gérmenes menos frecuentes pueden causar orquitis en pacientes inmunodeprimidos.
Causas no infecciosas
El tratamiento con amiodarona (un fármaco antiarrítmico) o la enfermedad de beçhet, enfermedad inflamatoria que se caracteriza por aftas orales, úlceras genitales e inflamación ocular se han asociado a casos de epididimitis.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico y se realiza con la exploración del testículo. Se valoran los síntomas asociados para orientar hacia la causa de la orquitis: presencia de parotiditis, presencia de síntomas genitourinarios (secreción uretral, molestias al orinar)…
Suele realizarse una ecografía-doppler color para descartar otras causas de dolor e hinchazón en el escroto como por ejemplo una torsión testicular que requiere de tratamiento urgente.
Un aumento de la proteína c reactiva o de la velocidad de sedimentación globular en el análisis de sangre puede apoyar el diagnóstico de epididimitis.
La parotiditis puede confirmarse aislando el virus en frotis nasofaríngeo, en sangre o en la boca o con una prueba para la determinación de anticuerpos específicos contra el virus que se detectan en la sangre tras la infección (serología).
Ante la sospecha de infección vía urinaria o vía sexual se toma un frotis uretral y se realiza un análisis de orina. Los agentes infecciosos pueden identificarse mediante cultivo de orina, cultivo uretral o serologías.
Tratamiento
El tratamiento es sintomático (analgesia, descanso, elevación del escroto…). Solo si se sospecha o se identifica una infección bacteriana se administran antibióticos.
En los pacientes con orquiepididimitis en que se sospeche una transmisión vía sexual (infección por n. Gonorrhoeae, c. Trachomatis o m. Genitalium) es recomendable el despistaje de otras infecciones de transmisión sexual y la abstinencia sexual durante el tratamiento. Hay que tratar también con antibiótico a las parejas sexuales del paciente.
En caso de hidrocele o de acúmulo de pus puede ser necesario un drenaje quirúrgico. Se recomienda un seguimiento urológico.
Prevención
- Vacunarse contras las paperas, que es la causa más frecuente de orquitis viral. En España, la vacuna frente a la parotiditis se administra junto a sarampión y rubeola en la vacuna triple vírica (dos dosis).
- Mantener relaciones sexuales seguras con el uso del preservativo, que protege contra las infecciones de transmisión sexual que causan orquitis bacteriana.
Lo que debes saber…
- La orquitis es la inflamación de uno de los testículos o de ambos, típicamente producida por una infección.
- El diagnóstico es clínico y se realiza con la exploración del testículo. Se valoran los síntomas asociados para orientar hacia la causa de la orquitis: presencia de parotiditis, presencia de síntomas genitourinarios (secreción uretral, molestias al orinar)…
- El tratamiento es sintomático (analgesia, descanso, elevación del escroto…). Solo si se sospecha o se identifica una infección bacteriana se administran antibióticos.
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