Resumen del contenido
La aparición de hematuria es es un signo o indicador de sangrado en la vía excretora o renovesical. Puede ser apreciada a simple vista en cuyo caso hablaremos de hematuria macroscópica o bien inapreciable al ojo humano y, en este caso, hablaremos de hematuria microscópica o microhematuria. Se considera que existe microhematuria cuando se cuantifican más de 3 hematíes por campo en un sedimento de orina.
Algunos de los síntomas que acompañan con frecuencia a una hematuria son: dolor (suprapúbico o al miccionar), molestias al orinar (escozor), aumento de la frecuencia miccional (polaquiuria), dificultad para orinar, emisión de poca cantidad de orina en la micción (oliguria), fiebre, mal estado general…
Cómo se diagnostica
- La primera prueba que se solicita es una tira reactiva que al contactar con la orina vira de color. Se pueden analizar diferentes parámetros: hematíes, proteínas, leucocitos, pH…). El color será más intenso en función de la concentración de cada uno de los parámetros analizados. De esta forma podremos confirmar si existe sangre en la orina y la cantidad aproximada de hematíes. Las tiras de orina tienen una sensibilidad aproximada del 70% y una alta especificidad.
Cuando la tira reactiva es positiva (se detectan hematíes en sangre) debe realizarse un análisis de orina (uroanálisis) donde se cuantifican, con exactitud, los hematíes. Si se detecta una infección de orina suele darse tratamiento antibiótico, aunque, si la infección es recidivante podremos solicitar un cultivo de la orina para identificar al germen causante.
- Asimismo, se solicita una analítica general de sangre, en cuyo hemograma verificaremos si existe una anemia (nos indicará la pérdida de hematíes como consecuencia de la hematuria) y también valoraremos los parámetros de función renal (urea y creatinina).
Una vez confirmada, se estudia la causa
Los hematíes pueden proceder de cualquier estructura anatómica del tracto urinario. Una vez confirmada la hematuria se deberá iniciar el estudio para averiguar su procedencia. Es importante recalcar que la presencia de una hematuria no equivale necesariamente a una enfermedad maligna. Algunas causas de hematuria son benignas y transitorias y se resuelven espontáneamente o con un tratamiento médico específico.
Principales causas
- Una infección (por ejemplo, una cistitis hemorrágica),
- Un problema prostático (por ejemplo, una hipertrofia prostática benigna o una prostatitis)
- Un tumor de la vía urinaria (por ejemplo, de vejiga urinaria)
- Presencia de litiasis renal (cálculos o piedras en el riñón o en los uréteres).
- Otras posibles causas son el ejercicio intenso, enfermedades renales que afecten a la filtración del glomérulo renal, un traumatismo, la ingesta de determinados medicamentos como anticoagulantes, la ingesta de remolacha…
Evolución del paciente
La evaluación del paciente con hematuria incluye la realización de una historia clínica detallada con una exploración física y unas pruebas complementarias. En el interrogatorio es importante investigar las características de la hematuria.
Sangre al principio de la micción
Si la hematuria aparece al inicio de la micción sospecharemos un origen uretral,
Sangre al final de la micción
si aparece al final de la micción sugiere un origen vesical.
Sangre durante la micción
Cuando aparece durante toda la micción puede ser de riñones, uréter o vejiga.
Pruebas diagnósticas
- La primera prueba diagnóstica de imagen que suele solicitarse es una ecografía renovesical que valorará la vía urinaria desde el riñón hasta la vejiga urinaria. Si al realizarla se detecta una lesión renal se solicitará una tomografía computarizada o scanner (UroTAC) con alta sensibilidad y especificidad para detectar lesiones renales y del tracto urinario superior. En este caso el seguimiento lo realizará un experto en Nefrología.
- Si el riñón está indemne o se sospecha patología de vía urinaria baja se continuará el estudio. Para ello se tendrán en cuenta los antecedentes del paciente (si es fumador, si ha estado expuesto a productos cancerígenos, si tenía patología previa, si es diabético o hipertenso…). En el caso de un paciente con alguno de estos factores de riesgo se solicitará una cistoscopia. Si no presenta factores de riesgo suele optarse por la citología (para evaluar si existen células anómalas en orina).
- Tras el estudio ecográfico, las pruebas más frecuentemente solicitadas en el estudio de la hematuria son la citología, la cistoscopia y la tomografía computarizada o scanner (UroTAC). La prueba de imagen solicitada dependerá de la impresión o sospecha diagnóstica tras la valoración inicial y de los recursos disponibles.
No siempre se concluye el diagnóstico tras la realización de las pruebas mencionadas. En ocasiones debe realizarse un seguimiento de la hematuria mediante análisis de orina anuales y, en función de la evolución de los valores, se decidirá si precisa repetir alguna de las pruebas de imagen ya realizadas con anterioridad. Sin embargo, si la hematuria desaparece en controles posteriores se concluirá el seguimiento.
Lo que debes saber…
- La aparición de una hematuria espontánea genera una situación alarmante. Es por ello por lo que supone un motivo muy frecuente de requerimiento de visita en las urgencias hospitalarias.
- La presencia de una hematuria no equivale necesariamente a una enfermedad maligna. Algunas causas de hematuria son benignas y transitorias y se resuelven espontáneamente o con un tratamiento médico específico.
- No siempre se concluye el diagnóstico tras la realización de las pruebas mencionadas. En ocasiones debe realizarse un seguimiento de la hematuria. Sin embargo, si desaparece en controles posteriores se concluirá el seguimiento.