Resumen del contenido
El testículo es la gónada masculina y se encarga de producir espermatozoides. Como todo otro órgano, está irrigado por una serie de arterias, las espermáticas internas en su caso, que parten de la aorta y le aportan sangre oxigenada. La sangre no oxigenada es recogida por una serie de venas que forman una malla venosa llamada plexo pampiniforme en el cordón espermático y de ahí convergen en la vena espermática. Si por el motivo que fuera las venas del cordón espermático dejaran de ser competentes y se dilataran, formarían una vena varicosa, que en el testículo se denomina varicocele.
¿Cómo se produce?
Las válvulas de las venas se hacen incompetentes y eso hace que éstas se dilaten y se alarguen. En general no hay una causa desencadenante y rara vez van asociados a alguna compresión de la vena espermática o a la presencia de un tumor testicular. En pacientes ancianos, en los que es raro el varicocele, se debe sospechar la existencia de un tumor renal en estado avanzado que comprima la vena renal y cause la aparición de un varicocele.
Síntomas
La mayoría de los varicoceles son asintomáticos. A lo sumo, a medida que se van haciendo más grandes, dan molestias a nivel de la zona inguinal que van aumentando a lo largo del día por efecto de la gravedad. Las molestias suelen remitir con el descanso nocturno a causa de la posición en decúbito. Si el varicocele es importante puede llegar a ser doloroso.
La presencia de varicocele se asocia a una atrofia testicular progresiva que afecta a la calidad del esperma, por lo que es una causa frecuente de infertilidad masculina reversible.
Diagnóstico
En ocasiones el diagnóstico se realiza al explorar a un paciente que, estando asintomático, consulta por un problema de infertilidad o una alteración en el seminograma.
El varicocele debe explorarse con el paciente de pie, lo que permite observar y palpar unas venas tortuosas en mayor o menor grado a nivel del conducto espermático. La masa varicosa aumentará cuando el paciente realice alguna maniobra de Valsalva (apretar el abdomen, por ejemplo) y disminuirá al tumbarse. La palpación puede ser dolorosa. Se deberá explorar correctamente el testículo para descartar la presencia de alguna masa tumoral en el mismo, aunque este hecho es poco frecuente, y valorar si existe atrofia testicular.
Pese a que el diagnóstico es básicamente exploratorio, se puede confirmar mediante una ecografía Doppler testicular.
Tratamiento
No todos los varicoceles deben tratarse, solamente aquellos que causen molestias severas o si son causa de infertilidad cuando se desea descendencia.
El procedimiento quirúrgico más habitual para tratar el varicocele es la ligadura de las venas espermáticas. Otra opción terapéutica menos frecuente es la embolización selectiva de las venas varicosas.
Medidas preventivas
No existen medidas preventivas contra el varicocele. De todos modos, es recomendable que los hombres se palpen periódicamente los cordones inguinales para detectar la presencia de posibles varicoceles y acudan al urólogo en caso de molestias.