Resumen del contenido
La valoración diagnostica en la incontinencia urinaria (IU) depende del tipo de incontinencia.
Incontinencia aguda o de aparición reciente
- El estado cognitivo, cambios recientes como estados confusionales.
- Síntomas de infección urinaria. Sedimento y cultivo de la orina.
- Estudio del ritmo intestinal. Tacto rectal para ver si hay impactación fecal.
- Cambios en medicación: diuréticos, sedantes, betabloqueantes, alfabloqueantes, etc.
- Presencia de poliuria, nicturia y sus causas: glucosa en orina, edemas que se reabsorben de noche…
- Inmovilización reciente: fracturas, cirugía, ictus reciente, pérdida aguda de habilidad manual.
- Restricciones ambientales: cambio de domicilio, camas altas, barreras, etc.
Incontinencia urinaria persistente
El estudio es algo más complejo y va a permitir catalogar el tipo de incontinencia. La valoración debe abordar los aspectos siguientes:
Historia clínica, que se focalizará en
- Características de la IU, su comienzo, frecuencia, intensidad (nº de compresas o pañales utilizados diariamente) y duración, factores que la precipitan o permiten su control y su horario de aparición.
- Síntomas más sugestivos de cada tipo de IU (urgencia miccional, pérdida de orina con esfuerzos). Además, incluirá la valoración de la presencia de síntomas urinarios irritativos u obstructivos, hematuria o fiebre. Estreñimiento, diarrea o incontinencia fecal concomitante.
- Problemas médicos y consumo de fármacos que pueden contribuir a la IU.
- Antecedentes quirúrgicos, urológicos (retención urinaria, infecciones urinarias de repetición, cirugía de próstata, etc.), ginecológicos (partos múltiples, prolapso uterino, etcétera).
- Dificultades que presenta el paciente para acceder al WC, desvestirse y presencia de barreras arquitectónicas.
Ficha de incontinencia
- Recoge una información objetiva sobre la cantidad de líquidos ingeridos, el número de micciones, su distribución entre el día y la noche, su volumen, episodios de urgencia e incontinencia urinaria y el número de pañales usados en 24h.
Examen físico
- Examen del abdomen buscando globo vesical. La exploración del área vulvovaginal permitirá evaluar la presencia de prolapso uterino, cistocele o uretrocele. Si se trata de una mujer portadora de un pesario se analizará si está correctamente situado. El tacto rectal descartará la presencia de fecalomas. Por último, es conveniente evaluar el estado de la piel alrededor de la zona perineal y genital en busca de irritación, úlceras, etc.
Valoración funcional, cognitiva y ambiental:
- Problemas de memoria y orientación en la demencia pueden contribuir a la IU; la persona puede no encontrar el WC o ser incapaz de recordar qué significa la sensación de vejiga llena. La presencia de inquietud o aumento de la confusión antes del episodio de incontinencia urinaria puede indicar que la persona no sabe cómo responder ante dicha sensación. Los pacientes con deterioro cognitivo pueden olvidar como desvestirse o qué posición adoptar para orinar. La valoración cognitiva nos permitirá también comprobar hasta qué punto la persona es capaz de participar en un plan de cuidados dirigido a mejorar el control urinario.
- Las limitaciones y dependencias en relación con la movilidad pueden contribuir a la IU al dificultar el acceso al WC. Las restricciones en la deambulación frecuentes y dirigidas a aumentar la seguridad del individuo, pueden hacer imposible mantener la continencia salvo que se aseguren oportunidades regulares de movilidad y los cuidadores se mantengan extremadamente alertas y disponibles.
- Factores asociados a la institucionalización y que predisponen a la IU son: plantillas de personal cortas, masificación, luz inadecuada, presencia de barreras arquitectónicas…
Determinación del volumen residual postmiccional:
- Se valora como mucho a los 10 minutos de la última micción, mediante sondaje. Un volumen superior a los 100 ml se considera secundario a obstrucción y los pacientes deben ser derivados al urólogo.
No es necesario que todos los ancianos con este problema sean sometidos a una exhaustiva evaluación urológica, ginecológica o a un estudio complejo. Cuando los profesionales y el paciente coinciden en que el beneficio supera los riesgos, el tratamiento puede ser registrado, el volumen postmiccional es bajo y el tratamiento consiste en medidas poco agresivas, puede iniciarse una terapia empírica.
Si el paciente presenta una incontinencia de esfuerzo y no tiene síntomas de urgencia, puede asegurarse que presenta una genuina y pura incontinencia de esfuerzo. Si refiere urgencia y no tiene ningún signo de esfuerzo, si la historia y el examen físico no muestran otras alteraciones y el sedimento de orina es normal, entonces el diagnóstico más probable es el de hiperactividad del músculo detrusor y el paciente puede ser tratado directamente.
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