¿Qué es la educación sanitaria o promoción de la salud?

Se entiende por promoción de la salud un grupo de medidas puestas en marcha con el objetivo de promover un estado óptimo de salud física, mental y social en la población. Este grupo de medidas comprende:

  • Actuaciones en el ámbito de la educación sanitaria,
  • Políticas de salud pública
  • Tratamiento de enfermedades y medidas preventivas.

La educación sanitaria es un instrumento básico en la promoción de la salud y en la acción preventiva. Es un método de intervención que también forma parte de los cuidados que se prestan.

Durante muchos años existía poco interés y se hacía poco énfasis en las medidas preventivas en la población anciana precisamente a causa de su edad, en la idea de que servía de poco ya cerca del final de la vida el prevenir y modificar factores de riesgo. Sin embargo, este pensamiento se ha ido abandonando en los últimos años con el creciente interés que despierta este grupo de población y el conocimiento de que es posible fomentar y mantener su salud.

Objetivo de la educación sanitaria

El objetivo de la promoción de la salud en la población anciana es mantener el mayor grado de autonomía y evitar la aparición de enfermedades. Establece como máxima prioridad mejorar la calidad de vida, cosa que implica fomentar comportamientos que favorezcan un estilo de vida adecuado. Sin embargo, en los ancianos la prevención de enfermedades tiene aspectos especiales. En muchas ocasiones las enfermedades están ya presentes y quizás más importantes que los objetivos clásicos de disminuir la mortalidad y aumentar la expectativa de vida, son los objetivos de prevenir y retrasar el deterioro funcional, evitar la dependencia y mantener la autonomía y la calidad de vida.

 

Tipos de prevención

Clásicamente las medidas preventivas se clasifican en función de la fase de enfermedad donde se desarrollan. Así, se puede hablar de:

  • Prevención primaria, cuando intentamos evitar la aparición de lesiones y enfermedades actuando sobre factores de riesgo y promocionando hábitos de vida saludables.
  • Prevención secundaria, que intenta detectar y tratar precozmente enfermedades ya existentes aunque asintomáticas hasta ese momento.
  • Prevención terciaria, que intenta evitar secuelas, agravamientos, recaídas, así como promocionar la rehabilitación y recuperación de las mismas.

En los ancianos todos los tipos de prevención tienen importancia, aunque la mayor parte de medidas estarán incluidas entre las medidas de prevención secundaria, al encontrarse las lesiones ya existentes o las enfermedades en su fase inicial en un intento de evitar su progresión, y entre las medidas de prevención terciaria, al intentar evitar incapacidades y proporcionar recuperaciones

Mediante la educación para la salud, se pretende conseguir que las personas ancianas consigan abandonar los hábitos de vida que puedan conllevar repercusiones perjudiciales para su calidad de vida, a la vez que substituirlos por otros que se han demostrado más saludables. La educación para la salud es esencial en esta franja de edad, habiéndose mostrado eficaz para mejorar la calidad de vida del anciano. Todo ello redundará no sólo en beneficio del paciente anciano, sino también de su entorno familiar y social.

Las actividades de educación para la salud, que deberían abarcar toda la vida de todos los ciudadanos, son capaces de establecer barreras para la aparición de enfermedades y de sus complicaciones. Las actividades de vigilancia de los programas de prevención y promoción de la salud adaptadas a la atención integral de la persona mayor sana deberían ser una práctica común en las actividades de atención primaria.

Los ancianos, como grupo, responden positivamente a los consejos sobre prevención y son capaces de modificar sus hábitos incluso después de los 75 años. Su respuesta a actividades de vacunación puede ser mejor que en la población más joven.

Mientras se conserva la salud, no se es consciente de la importancia que tiene, sólo cuando disminuye o se pierde se trata de hallar los medios para sanar. Resulta mucho más ventajoso seguir los consejos que protegen y garanticen la salud.

Conclusión

La educación sanitaria requiere más que la mera información y oferta de conocimientos, el conseguir cambios en las actitudes y en los estilos de vida. Eliminar los factores de riesgo que provocan las enfermedades es una medida necesaria para que mantener un buen estado de salud.

Adquirir buenos hábitos es la mejor medida a seguir para conservar la salud. A través de la educación sanitaria se podrá conseguir una mejor calidad de vida.

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