Resumen del contenido
Sentimientos más intensos
Las personas mayores, en fechas puntuales como Navidad, pueden llegar a sentir la soledad de forma mucho más dolorosa que en otros momentos del año. Los recuerdos vienen a la cabeza, los sentimientos se intensifican y la ausencia de las personas que ya no están con nosotros (pareja, padres, amigos…) se hace más evidente.
Sin embargo, esto no tiene que ser un motivo para no disfrutar de las celebraciones. Las Navidades pueden ser unas fechas llenas de alegría y cariño, caracterizadas por reuniones familiares, comidas interminables, amigos y regalos. La ilusión con la que esperábamos de pequeños estas fechas debe continuar, en la medida de lo posible, en las personas mayores. Así, entre todos, debemos intentar que los ancianos disfruten de las fiestas.
En caso de demencia…
Una persona con demencia puede llegar a perder la capacidad para desenvolverse cuando se dan cambios en su entorno, hábitos y costumbres. La Navidad es una época dada a estos cambios:
- La decoración: busca dar un toque acogedor y diferente pero puede generar rechazo y miedo en el mayor con demencia. Por este motivo, es aconsejable reducir estos cambios en la medida de lo posible.
- Las luces navideñas: incluso las luces, tan típicas y características de Navidad, pueden llegar a asustar a la persona con demencia, por lo que es recomendable bajar su intensidad o hacer que no sean parpadeantes.
- La disposición del mobiliario: la casa en Navidad adquiere un ambiente completamente distinto. La colocación de árbol, el belén y otros adornos tradicionales pueden despistar y desorientar al paciente con demencia, por lo que deben evitarse.
En definitiva, las celebraciones navideñas pueden resultar incómodas para una persona con demencia. Por este motivo, la comprensión y afecto de la familia es fundamental.
El mejor regalo
En Navidad, el mejor regalo que se le puede hacer es una dosis extra de cariño: sonrisas, abrazos, besos… ayudarán a reforzar su confianza y tranquilidad.
Recomendaciones para las comidas
Además, como en estas fechas los excesos son muy comunes, los siguientes consejos pueden ayudar a realizar unas mejores comidas:
- Controlar la cantidad de comida: las celebraciones parece que nunca terminan. No tenemos que privarnos de ninguna, pero sí controlar las cantidades de las raciones. Además, si en algún día especial nos hemos excedido, el día siguiente debemos procurar compensar comiendo sano y ligero.
- Masticar bien los alimentos: sobre todo en Navidad donde las digestiones son pesadas.
- No abusar de las carnes y grasas: un menú sano para las fiestas navideñas puede ser a base de verduras (salteadas, en cremas…) y postres a base de frutas.
- Reducir el consumo de bebidas alcohólicas.
- Evitar el tabaco.
- Recurrir a medicamentos antiácidos: en caso de molestias gástricas podemos recurrir a medicamentos antiácidos, la mayoría de venta libre en farmacias.
- Reequilibrar la alimentación: la aparición de trastornos como los cambios en el ritmo de las deposiciones, la diarrea, o el estreñimiento, son comunes en estas celebraciones debido a los cambios bruscos en la alimentación. En el caso de diarrea se tienen que reponer los líquidos perdidos y reequilibrar la alimentación. Si se trata de estreñimiento se aumentará la fibra en la dieta (cereales, legumbres, frutas, verduras…) y la ingesta de líquidos.
Lo que debes saber…
- Las Navidades se pueden caracterizar por la alegría o, por el contrario, la tristeza y soledad. Debemos conseguir que la gente mayor disfrute de estas fechas con la familia.
- Una persona con demencia puede sentirse desorientada en Navidad ya que el entorno cambia con la decoración, las luces navideñas, la disposición del mobiliario…
- Evitar los máximos cambios posibles ayudará al paciente con demencia a sentirse más cómodo y seguro.
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