Resumen del contenido
En caso de no desearse o no ser posible la lactancia materna se debe comentar con el médico en el momento del parto para que pueda prescribir la mediación necesaria para inhibir la lactancia, la bromocriptina o la cabergolida. Es importante en estas mujeres no estimular el pezón y restringir levemente la ingesta de líquidos. Si la lactancia materna se ha iniciado es importante en el momento de la decisión de pasar a lactancia artificial dejar de estimular el pezón, no volver a poner al bebé en el pecho ya que la succión estimula la producción de leche. El médico indicará la medicación necesaria, recomendará la restricción de ingesta líquida y la utilización de sujetadores apretados como medidas complementarias.
Grietas en los pezones
Durante el embarazo puede utilizarse alguna crema que prepare el pezón para intentar minimizar las grietas. A parte de eso sólo se necesita una ducha diaria durante la lactancia. No es necesario lavar el pecho después de cada toma. Los discos absorbentes pueden ser útiles para evitar manchar la ropa. Es útil extraerse unas gotas de calostro o de leche y aplicarlas como una crema en el pezón para mantener el pezón bien hidratado y minimizar las grietas.
Postura
Las grietas son más frecuentes si la toma se realiza en una posición incorrecta, por lo que es muy importante insistir en este aspecto. Ante todo debe adoptarse una postura cómoda para evitar dolores de espalda, tanto sea sentada como tumbada. La posición del bebé debe ser de barriga con barriga con la madre, de forma que no tenga que girar la cabeza para encontrar el pezón, la cabeza del bebé debe estar recta y mirando hacia la madre. Si la punta de la nariz está a la altura del pezón el bebé busca y al abrir la boca lo encuentra.
Se debe introducir en la boca tanto pecho como sea posible, no solo el pezón. La areola está más introducida en la boca por su mitad inferior que por la superior, por lo que la parte que queda visible mientras mama es mayor en la parte superior que en la inferior. El bebé tiene que estar con la barbilla tocando al pecho, y los labios evertidos hacia fuera.
En algunos casos puede ser útil sostener el pecho con el pulgar en la parte superior y los otros dedos por la cara inferior del pecho. Al observarse la mandíbula del niño debe verse un movimiento muscular rítmico que va de la mandíbula inferior a la oreja, cuando succiona con fuerza. Mientras el bebé succiona y traga, también se observa un movimiento rítmico que se inicia en el borde de la barbilla del bebé y llega hasta la garganta. Las mejillas no deben hundirse.
Vaciamiento y tomas
El calor local antes o durante las tomas puede ayudar a un buen vaciamiento mamario.
El pecho no tiene horarios y eso significa que debe ofrecerse cada vez que el bebé lo pida, es la lactancia a demanda. Es preferible ofrecer primero un pecho y mantenerlo hasta que lo suelte, lo importante no es que mame de los dos pechos sino que vacíe al menos uno ya que la composición de la leche no es igual en toda la toma. Cuando haya soltado un pecho debe ofrecérsele el otro. En la siguiente toma debe invertirse el orden de las mamas ofrecidas.
La mujer se sentirá más cómoda usando un sujetador un poco apretado por el aumento del peso de las mamas, pero dejar los pezones al aire algunos ratos ayuda a cicatrizar bien y a mejorar las grietas.
Puede extraerse la leche para su uso posterior, tanto manualmente como con un sacaleches, pero precisará una técnica que se aprenderá con la práctica. Es muy importante el lavado de las manos y de los utensilios en primer lugar. Puede almacenarse en envases de vidrio o plástico duro o bien en bolsas para tal efecto. En nevera puede mantenerse unos 5 días, y en un congelador tipo «combi» con puerta separada de la nevera unos 3-4 meses.
Para calentarla debe ponerse bajo el grifo de agua tibia o bien al baño maría, pero nunca en el microondas. Es muy importante comprobar la temperatura antes de ofrecérsela al bebé.
Las temidas mastitis se producen por una infección del tejido mamario. El pecho es muy doloroso, puede aparecer fiebre y escalofríos y enrojecimiento de la mama. Debe mantenerse la lactancia materna y consultar con su médico.