Un embarazo normal se produce cuando el óvulo fecundado se implanta dentro del útero para su futuro desarrollo. Sin embargo, en un embarazo ectópico normalmente el óvulo se queda anidado dentro de la trompa de falopio y no viaja hasta el útero, aunque también puede quedarse en otras zonas del aparato reproductor femenino. Lo que ocurre en este tipo de embarazos es que el tejido de la trompa no es tan resistente como el de la matriz, por lo que con el crecimiento del embarazo acaba cediendo y sangrando. Si esto llega a ocurrir puede generar hemorragias muy graves y poner en riesgo la vida de la mujer. Aunque es poco probable desarrollar un embarazo de este tipo (ocurre en un 1% de los embarazos) estos son los factores de riesgo y síntomas que debes tener controlados:

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de padecer un embarazo ectópico más frecuentes son:

  • Cirugía previa de las trompas
  • Antecedente de embarazo ectópico
  • Infecciones genitales previas
  • Mujeres portadoras de DIU
  • Gestaciones conseguidas por técnicas de reproducción asistida. Aunque parezca una incongruencia, en las fecundaciones in vitro donde el embrión se coloca en el interior del útero hay un aumento del riesgo de embarazo ectópico, que se sitúa entre el 3-4%.

Síntomas

  • Se debe descartar un embarazo ectópico en todos los sangrados de primer trimestre.
  • Sangrado escaso y oscuro con dolor abdominal entre la sexta y octava semana.

Diagnóstico

  • En la exploración del especialista se produce un dolor típico al mover el cuello del útero durante el tacto vaginal.
  • En la ecografía no se consigue ver el saco gestacional dentro de la matriz.
  • Confirmar el nivel de HCG u hormona de embarazo en la sangre de la madre.

Con toda esta información suele poder hacerse un diagnóstico de embarazo ectópico, aunque no siempre es fácil ya que puede haber muchas variantes en el cuadro clínico.

Tratamiento

El tratamiento puede ser médico o quirúrgico según cada caso específico:

  • El tratamiento médico se realiza con medicación administrada vía intramuscular.
  • El tratamiento quirúrgico puede ser por laparoscopia o por cirugía abierta del abdomen. Las soluciones quirúrgicas pueden ser el drenaje del embarazo ectópico con conservación de la trompa, tratamiento que puede aumentar el riesgo de un embarazo ectópico posterior,  o bien la extirpación de la trompa.

En un bajo porcentaje de casos puede producirse un aborto tubárico, el embarazo que había anidado en la trompa se interrumpe espontáneamente y produce un aborto. En estos casos puede hacerse un tratamiento expectante y puede ser que la paciente no precise ningún tratamiento posterior.

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