La hiperémesis gravídica, el nombre técnico de los vómitos aumentados durante el embarazo, se caracteriza por náuseas y vómitos incontrolables al principio del embarazo, que llevan a una disminución de peso y signos de deshidratación, físicos o bien analíticos.

Las náuseas y vómitos en el embarazo son un síntoma muy frecuente, sobre todo en el primer trimestre. Se supone que estos síntomas son por el rápido aumento de la beta HCG, la hormona del embarazo, que se produce al principio de la gestación, y por ello son más frecuentes e intensos en los embarazos gemelares que cursan con niveles más altos de beta HCG. En los casos más habituales estas náuseas aparecen sobre todo por la mañana, permiten una ingesta correcta de alimentos y suelen desaparecer o mejorar ostensiblemente a partir de las 12-16 semanas de gestación.

Síntomas

 Ante esta situación de vómitos en el embarazo deben descartarse otras causas como pueden ser gastroenteritis, alteraciones hormonales, alteraciones neurológicas

Una vez descartadas otras patologías causantes de náuseas y vómitos debe realizarse una analítica para ver si hay alteraciones en los iones, en el nivel de azúcar… Además, debe realizarse una ecografía para valorar si el embarazo evoluciona de forma correcta, el número de embriones que hay, si la placenta tiene un aspecto correcto (ya que algunas alteraciones de la placenta hacen aumentar mucho la beta HCG y por tanto mayor riesgo de vómitos en el embarazo).

Recomendaciones

 En los casos de hiperémeresis gravídica, debe empezarse por medidas higiénico-dietéticas para tratar de evitar las náuseas:

  • Evitar las bebidas irritantes como el alcohol, la cafeína o las especias.
  • Comer alimentos fríos o a temperatura ambiente mejor que calientes.
  • Evitar las grasas y los alimentos de difícil digestión.
  • Evitar beber mucho líquido de golpe (mejor a pequeños sorbos) y las comidas caldosas.
  • Tomar alimentos cocinados de forma suave (al vapor, a la plancha…)
  • Consumir alimentos pastosos como pan, galletas, cereales…
  • No tumbarse después de la comida, sino andar o, al menos, sentarse.

Tratamiento

 Si con las medidas mencionadas el cuadro no mejora y no se alivian las náuseas, puede llegar a producirse el ingreso de la paciente cuando hay una alteración analítica o malestar importante debido al exceso de vómitos.

De entrada, se indica tratamiento oral con fármacos a los que se le puede añadir extracto de jengibre que ayuda a mejorar las náuseas. Si los primeros fármacos no consiguen aliviar las náuseas existen otros de segunda línea seguros durante la gestación. Se recomienda acudir a urgencias para una valoración a las pacientes que vomitan más de cinco veces al día o bien que se sienten mareadas y con sensación de inestabilidad.

En caso de no mejorar a pesar del tratamiento vía oral se plantea el ingreso hospitalario. De entrada, se indica una dieta absoluta, es decir, evitar la ingesta de cualquier alimento o líquido por vía oral y se inicia un tratamiento y una hidratación por vía endovenosa. Se deben hacer controles analíticos para comprobar que no se produce una alteración de los iones, sobre todo del potasio en suero.

Complicaciones

 La hiperémesis gravídica no suele dar complicaciones graves, pero en algunos casos extremos puede producir alteraciones del nivel de potasio en sangre que podrían producir arritmias cardíacas.

 Otra complicación podría ser el sangrado digestivo alto, es decir del esófago debido al esfuerzo del vómito, al paso de los ácidos del estómago por una mucosa que no está preparada para ello y que puede erosionarse y sangrar. Estos sangrados si son abundantes pueden precisar de tratamiento médico urgente.

Recurrencia

 Las pacientes que han presentado clínica de hiperémesis gravídica en un embarazo tienen un riesgo de volver a presentarla en un 24% aproximadamente de los casos en la siguiente gestación.

En caso de tener este antecedente se debe estar atenta a los síntomas, pero no debe empezar medicación preventivamente sino esperar a ver la evolución de la gestación.

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Lo que debes saber…

  • La hiperémesis gravídica, el nombre técnico de los vómitos aumentados durante el embarazo, se caracteriza por náuseas y vómitos incoercibles al principio del embarazo, que cursan con una disminución de peso y con signos de deshidratación, físicos o bien analíticos.
  • Se recomienda acudir a urgencias para una valoración a las pacientes que vomitan más de cinco veces al día o bien que se sienten mareadas y con sensación de inestabilidad.
  • La hiperémesis gravídica no suele dar complicaciones graves, pero en algunos casos extremos puede producir alteraciones del nivel de potasio en sangre que podrían producir arritmias cardíacas.