Ogino-Knaus es como se conoce el método natural que identifica los días fértiles de la mujer durante los cuales, si se desea embarazo, se insiste en tener relaciones sexuales, y si no se desea se evitan o se toman medidas anticonceptivas extra.

Recibe el nombre por los dos ginecólogos que prácticamente de forma simultánea describieron el método y publicaron numerosos estudios sobre la fertilidad de la mujer y los mecanismos fisiológicos de la reproducción humana.

¿En qué se basa el método Ogino-Knaus?

El ciclo menstrual de la mujer consta de una primera fase en la que se prepara un óvulo maduro susceptible de ser fertilizado y un tejido endometrial en el interior del útero para nutrir el embarazo si éste se produce, y una segunda fase en la que, si no ha habido embarazo, el óvulo se deteriora y desaparece en unos 3 días, y se prepara el útero para desprenderse del tejido endometrial, que no ha sido útil, en forma de sangrado menstrual.

La segunda fase del ciclo se mantiene constante en todas las mujeres, desde que el óvulo maduro es desprendido del ovario, fenómeno conocido como ovulación, hasta que viene de nuevo la regla pasan 14 días.

La primera fase es más variable, y hay diferencias de unas mujeres a otras y de un ciclo a otro. Esta fase se cuenta entre el primer día de la regla hasta la ovulación. Si el ciclo es de 28 días, que es el ciclo más frecuente, ambas fases tienen la misma duración de 14 días, pero si los ciclos son de 30 o 32 significa que la primera fase dura 16 o 18, y si por el contrario el ciclo es corto, de 24 o 26, significa que la primera fase dura 10 o 12.

A principios del siglo pasado se demostró toda esta teoría, y en 1924 el ginecólogo japonés Kyusaku Ogino desarrolló una fórmula para ayudar a las mujeres a programar las relaciones sexuales para aumentar la probabilidad de embarazo. Posteriormente, en 1928, el ginecólogo austriaco Hermann Knaus perfeccionó el método.

¿Cómo se lleva a la práctica?

Para ponerlo en práctica es necesario, en primer lugar, realizar una monitorización de la duración exacta de los ciclos menstruales de la mujer durante un año. Se consideran fértiles los 4 días previos a la ovulación, y los 3 posteriores a la misma, por lo cual para calcular los días fértiles:

  • Restamos 18 días al ciclo más corto obteniendo el primer día fértil.
  • Restamos 11 días al ciclo más largo obteniendo el último día fértil.

Por ejemplo: en una mujer cuyos 12 últimos ciclos han oscilado entre 27 y 33 días podemos estimar que puede ser fértil entre el día 9 y el día 22 de su ciclo.

Aplicado de forma estricta tiene una eficacia alrededor del 80%, así que no da mucha seguridad, pero tiene la ventaja de que no presenta ningún efecto secundario ni ningún coste, es un método completamente natural, no interfiere en la fertilidad y permite a la mujer observar su propio cuerpo y conocerlo mejor.

Inconvenientes

Es un método de muy difícil aplicación en mujeres que tienen ciclos muy irregulares, pero en mujeres con ciclos poco variables, con pareja estable (pues no protege de enfermedades de transmisión sexual o ETS), en un periodo de la vida en la que un eventual embarazo no planificado sea asumible, puede ser una buena alternativa como método anticonceptivo natural exclusivo, implicando abstinencia sexual durante los días fértiles o combinado con métodos de barrera durante esos días. Por el contrario, se puede aprovechar este conocimiento del cuerpo femenino para favorecer las opciones de embarazo cuando se está buscando.

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Lo que debes saber…

  • Para ponerlo en práctica es necesario, en primer lugar, realizar una monitorización de la duración exacta de los ciclos menstruales de la mujer durante un año.
  • Aplicado de forma estricta tiene una eficacia alrededor del 80%, así que no da mucha seguridad, pero tiene la ventaja de que no presenta ningún efecto secundario ni ningún coste, es natural, no interfiere en la fertilidad y permite a la mujer observar su propio cuerpo y conocerlo mejor.
  • Es un método de muy difícil aplicación en mujeres que tienen ciclos muy irregulares, pero en mujeres con ciclos poco variables, con pareja estable en la que un eventual embarazo no planeado sea asumible, puede ser una buena alternativa como método anticonceptivo natural exclusivo.