Niños Hiperactivos: ¿Cómo detectarlo?
Resumen del contenido
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
¿Qué es?
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) es un trastorno del comportamiento de origen neurobiológico que se caracteriza por la aparición de tres síntomas típicos: déficit de atención, impulsividad e hiperactividad motora y/o vocal. Los tres síntomas pueden presentarse juntos o no.
Hay tres tipos de TDAH:
- Tipo impulsivo-hiperactivo: es el tipo menos frecuente donde hay comportamientos impulsivos e hiperactivos sin falta de atención ni distracción.
- Tipo inatento: existe falta de atención y distracción pero no hay hiperactividad.
- Tipo combinado: es el más frecuente de los tres y es donde existen los tres síntomas a la vez.
Causa
La causa directas o inmediatas del TDAH no se conocen todavía pero si que parece un trastorno neurobiológico de carácter hereditario. Parece que existe un desequilibrio químico en la parte del cerebro encargada de la atención y el movimiento.
Parece que el TDAH es el trastorno con mayor incidencia en la infancia y se dice que al menos un niño de cada aula, en la escuela, presenta TDAH. Afecta a un 3-7% de los adolescentes. Es más frecuente en niños que en niñas. En el caso de los niños se presenta con un mayor grado de hiperactividad-impulsividad llevando a comportamientos molestos o agresivos. En las niñas presentan más problemas de rendimiento académico e inatención.
Síntomas
En el tipo TDAH predominantemente inatento parece que el niño no escucha cuando se le habla directamente, que le cuesta ponerse en marcha y, que a menudo, se olvida o pierde las cosas. Se distrae con cualquier ruido o estímulo ambiental irrelevante e incluso se dispersa en actividades que le gustan o durante el juego. En la escuela se muestra pasivo, desapercibido y no aprende al ritmo esperado. No anota los deberes en la agenda, por lo que se olvida hacerlos en casa. No le gustan las tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido. Cuando presenta un trabajo lo hace tarde y mal, de forma descuidada. Con todo esto no quiere decir que sea un niño con poca inteligencia.
En el tipo TDAH predominantemente hiperactivo-impulsivo es característico que el niño se mueva de un lado a otro en cualquier circunstancia aunque sea inapropiada. Mueve el cuerpo en exceso: manos, pies, se balancea, se levanta a menudo de la silla o a la hora de comer. Interrumpe las conversaciones y actividades. Responde precipitadamente a las preguntas, sin meditarlas. Habla mucho y tiene dificultades para dedicarse a juegos o actividades tranquilas. Es un comportamiento que resulta molesto tanto en la escuela como en la familia.
La mayoría de niños con TDAH presentan otro trastorno añadido: trastorno del aprendizaje, ansiedad, depresión, trastorno oposicionista o trastorno disocial.
Diagnóstico
Saber cómo detectarlo a tiempo puede ayudar al desarrollo del niño. Normalmente la señal de alarma la da la familia (que no sabe cómo dirigir el comportamiento de su hijo) o los maestros (cuando el alumno no sigue el ritmo esperado). El diagnóstico lo debe hacer un profesional especializado en ver este tipo de trastornos mediante una serie de cuestionarios que se pasan a los padres, maestros y al propio niño.
Tratamiento
El tratamiento del niño con TDAH ha de ser multidisciplinar. Se debe instruir a la familia y a los profesores para informarles sobre el problema del niño y ayudarle en lo posible. En muchos casos está indicado el tratamiento con medicinas que intentan mejorar el rendimiento escolar de estos niños.
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