Resumen del contenido
El virus boca-mano-pie se contagia por el contacto aéreo o directo con las secreciones de nariz, líquido de las lesiones, saliva y heces de una persona infectada. La primera semana es la más contagiosa. Además, a finales de verano y principios de otoño hay brotes de infección.
Curso de la infección
La enfermedad tiene un tiempo de incubación de entre tres y siete días, es decir, que entre la infección y la aparición de los síntomas pasa un tiempo.
Los síntomas del virus boca-mano-pie son:
- Lesiones en la boca: vesículas que se transforman en aftas y suelen ser dolorosas.
- Erupción con ampollas pequeñas en las palmas de las manos, las plantas de los pies y en el área donde se coloca el pañal. Estas lesiones no producen picor pero sí pueden ser sensibles si se tocan.
- Fiebre de uno o dos días: no suele ser alta pero genera pérdida de apetito y dolor de garganta.
- Pérdida del apetito.
Las lesiones cutáneas suelen desaparecer en una o dos semanas sin dejar cicatriz y, generalmente, la recuperación completa se da en cinco o siete días.
Tratamiento
Como es una enfermedad vírica, no existe tratamiento específico. Los antibióticos no sirven para curarla. Los medicamentos sólo sirven para aliviar las molestias de la boca y la fiebre, si la hubiera. Es importante asegurarse de que el niño tome suficientes líquidos si la fiebre es alta.
Complicaciones
Las complicaciones del virus boca-mano-pie son muy raras. La más frecuente es la deshidratación cuando hay fiebre. A ello se le suma la dificultad en la alimentación por el dolor que causan las lesiones en la boca.
Lo que debes saber…
- La enfermedad boca-mano-pie se contagia por el contacto aéreo o directo con las secreciones de nariz, líquido de las lesiones, saliva y heces de una persona infectada.
- Síntomas: lesiones en la boca, fiebre de uno o dos días, pérdida de apetito y erupción con ampollas en las manos, los pies y el área donde se coloca el pañal.
- Se recomienda evitar el contacto con personas enfermas así como lavarse las manos si hemos estado en contacto con un niño infectado.