Resumen del contenido
La vitamina k es una de las cuatro vitaminas liposolubles, necesaria para tener un buen estado de salud, puesto que participa, entre otras funciones, en la coagulación sanguínea y en el metabolismo óseo.
¿Dónde se encuentra la vitamina k?
Esta vitamina está presente en muchos alimentos, por lo que si se sigue una alimentación variada y equilibrada es fácil cubrir sus necesidades. Puede encontrarse en:
- Hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada, berza, brócoli, lechuga…
- Aceites vegetales.
- Algunas frutas como los higos o el arándano azul.
- Carne, queso, huevos.
- En los granos de soja
¿Cuánta vitamina se necesita diariamente?
La cantidad de vitamina que se necesita diariamente depende de la edad y el sexo. En los niños no se diferencia entre sexos, por lo que los bebés hasta los seis meses necesitan 2.0 microgramos (mcg) al día; los bebés de 7 a 12 meses 2.5 mcg; de 1 a 3 años necesitan 30 mcg; de 4 a 8 años, 55 mcg; de 9 a 13 años, 60 mcg; de 14 a 18 años, 75 mcg. Los hombres mayores de 19 años necesitan 120 mcg al día, y la mujer mayor de 19 años, 90 mcg, incluso en periodo de lactancia o embarazo.
Déficit de vitamina K
La deficiencia de vitamina K es poco común, ya que está presente en muchos alimentos, por lo que, en países desarrollados, siguiendo una alimentación adecuada se alcanzan las necesidades diarias recomendadas. Además, las bacterias del colon producen una cierta cantidad de de esta vitamina que el cuerpo es capaz de absorber. Existen algunos grupos de población con mayor riesgo de sufrir déficit de dicha vitamina, y si esto ocurre y la deficiencia es importante puede tener algunas consecuencias como:
- Aparición de hematomas y problemas de sangrado debido a que empeora la coagulación sanguínea, siendo ésta mucho más lenta. Los más comunes son la hemorragia nasal, hemorragias en mucosas, hemorragias gastrointestinales, hemorragias en heces, periodos menstruales mucho más abundantes y prolongados.
- Puede llegar a reducirse la fuerza de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis debido a su participación en el metabolismo óseo.
Grupos de población con mayor riesgo de sufrir déficit de vitamina K
- Recién nacido: la vitamina K no atraviesa con facilidad la placenta de la madre, los neonatos no tienen bacterias intestinales todavía, por lo que no podrán producir vitamina K, además en la leche materna (ni en la artificial) hay suficientes niveles de vitamina K, por ello se les administra vitamina K intramuscular, si no es así el riesgo de sangrado es elevado.
- Las personas con determinados trastornos (como la fibrosis quística, la enfermedad celíaca, la colitis ulcerosa, el síndrome de intestino corto) que disminuyen la cantidad de vitamina K que el cuerpo absorbe.
- Las personas que han tenido cirugía bariátrica.
- Las personas que toman fármacos inhibidores de la coagulación sanguínea (anticoagulantes) o antibiótico durante largos periodos de tiempo, problemas hepáticos graves y personas con problemas de absorción de grasas.
¿Cómo se diagnóstica este déficit?
El diagnostico se realiza mediante un análisis de sangre. La sospecha de déficit de vitamina se producen cuando existen sangrados anormales y habituales en una persona de grupo de población de riesgo. El análisis de sangre mide la velocidad de la coagulación y ayuda a confirmar el diagnóstico.
Tratamiento
Si se diagnostica el déficit, la vitamina K suele administrarse por vía oral o mediante una inyección bajo la piel. Si la causa es un medicamento, debe ajustarse la dosis o administrar más suplementos de vitamina K. Para los recién nacidos, se suministra una inyección de la vitamina.
Exceso de vitamina k
No existen demasiados estudios que evalúen la toxicidad de vitamina K, y no se puede llegar a valores de hipervitaminosis sólo a través de la dieta.
Las consecuencias podrían aparecen tras la administración de suplementos (menadiona), cuando es en dosis muy altas, produciendo hipervitaminosis. Los efectos pueden ser:
- Interferencia con algunos antioxidantes.
- Coagulación sanguínea irregular.
- Ictericia (color amarillento) en piel y ojos por exceso de bilirrubina.
- Problemas hepáticos.
- Anemia hemolítica.
- Afecciones neurológicas en lactantes.
Por ello, tomar suplementos de vitamina K sin consultar al médico no está aconsejado en ningún caso, sino que siempre debe haber un diagnóstico que confirme que existe un problema con dicho micronutriente.
Lo que debes saber…
-
- Los recién nacidos tienen riesgo de sufrir carencia de vitamina K porque no reciben suficiente cantidad antes de nacer y porque aún no pueden sintetizar esta vitamina por sí solos, ore lo se les administra mediante inyección.
- Está presente en muchos alimentos, por lo que si se sigue una alimentación variada y equilibrada es difícil no cubrir sus necesidades.
- La sospecha de déficit de vitamina K se producen cuando existen sangrados anormales y habituales en una persona de grupo de población de riesgo.