Resumen del contenido
El helado es un alimento que encanta a los niños, pues es refrescante y dulce… pero debido al exceso de azúcar y grasa que contiene no debería ser un alimento de consumo habitual. ¿Qué tipos de helados podemos dar a los niños?
Existen diferentes tipos de helados, que hará variar su aporte nutricional. Se pueden diferenciar dos grupos entre los helados industriales:
- Sorbetes y polos: los primeros contienen aproximadamente un 8% de grasa, los segundos desciende hasta por debajo del 3%, ya que básicamente es agua saborizada congelada.
- Helados mantecados/cremosos: contienen un porcentaje de grasa muy elevado, aproximadamente un 20% por porción de helado, mayoritariamente grasa saturada procedente de aceite de coco y palma, grasas no recomendadas por encima del 10% de la ingesta diaria según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Debe tenerse en cuenta que si un niño se come un helado entero, supone un 45% de las grasas totales que debe consumir en un día, algo nada despreciable.
Lo que sí comparten casi todos los tipos de helados comerciales son las exageradas cantidades de azúcar que contienen, entre 20-25 gramos de azúcar por helado, cantidad que supera a las bebidas carbonatadas. Cabe decir que con un solo helado se superan las cantidades que la OMS recomienda no sobrepasar al día si se desea mantener un buen estado de salud. Por lo que el consumo debe ser puntual, incluso estando en época de verano.
¿Qué diferencia hay entre tipos de helados artesanos y comerciales?
Aunque los helados artesanales también aportan bastantes calorías, son muy preferibles a los helados industriales. Los primeros utilizan materias primas naturales para su elaboración, es decir, fruta, agua y azúcar, leche, crema fresca, nata, en ocasiones huevo… el aporte de grasas también es de origen saturado, pero provienen de alimentos naturales no procesados y se elabora mediante frío y movimiento, con ello se consigue la característica cremosidad de los helados y no hace falta añadir grasa saturada hidrogenada como en el caso de los industriales.
Tienen menor contenido de grasa y azúcar que estos, pues por norma general el artesano heladero escoge fruta madura para su elaboración que le otorga mayor dulzor y no requiere añadir tanto azúcar como los industriales. Además, los industriales llevan una cantidad considerable de aditivos, algo que no llevan los artesanales.
Una curiosidad…
Para elaborar los helados se requiere aire, proceso similar a cuando se monta la nata, y si a un helado artesano se le añade un máximo de un 20% de aire, a los helados industriales puede llegar a introducirse hasta un 300%, pues el aire es insuflado por compresores. El resultado de esto es que si se derrite el helado industrial éste llega a perder un 25%, algo que no ocurre con el artesano, puesto que no tiene tanto aire, sino alimento.
¿Cuál es la mejor opción?
Con todo lo comentado claramente la mejor opción, si queremos comernos un helado, es optar por un helado artesano y no excederse en la cantidad, todos sabemos que los niños “comen por la vista” y desearían un helado de tres bolas o una tarrina enorme. Será suficiente con ofrecerles un helado de una bola, de ese modo nos aseguramos en no excedernos con el azúcar. Otra excelente opción es realizar helados caseros a base de alimentos naturales.
Tipos de helados caseros
Hoy en día existe en el mercado un sinfín de moldes para poder realizar polos caseros que pueden facilitar la tarea, o bien puede utilizarse un vaso (apto para congelador) y cuando haya pasado 1-2 horas se puede colocar un palo de madera a la mezcla. Para prepararlos utilizaremos alimentos naturales para otorgarle un buen valor nutricional como yogur, leche, fruta, frutos secos, queso… incluso endulzar con pepitas de chocolate. Os proponemos diferentes recetas muy deliciosas:
- Polo de frambuesa
500 g de frambuesas
250g de yogur cremoso
Se puede utilizar azúcar (1-2 cucharadas de postre) o edulcorante (1-2 cucharadas de postre) si se considera oportuno.
Lavar las frambuesas cuidadosamente.
Poner en la batidora y triturar.
Puede colarse o no.
Mezclar con el yogur y añadir si se desea edulcorante o azúcar (muy poca cantidad)
Poner en los moldes y dejar en el congelador al menos 5 horas.
- Polo de piña y lima-limón
1 piña mediana
Zumo de 1 limón
Zumo de 1 lima
Se puede utilizar azúcar (1-2 cucharadas de postre) o edulcorante (1-2 cucharadas de postre) si se considera oportuno.
Pelar la piña y quitar el tronco.
Exprimir el limón y la lima.
Poner en la batidora y triturar.
Añadir el azúcar o edulcorante si se desea.
Poner en los moldes y dejar en el congelador al menos seis horas.
- Helado de plátano y cacao
4 plátanos muy maduros congelados
4 cucharadas de cacao puro en polvo
Trocear el plátano en tres o cuatro trozos.
Introducir los plátanos en el congelador en un recipiente hermético la noche anterior, aunque pueden estar más tiempo.
Poner los plátanos en una batidora y triturar. Batir hasta obtener consistencia cremosa.
Añadir el cacao y volver a batir.
Colocar en los moldes y dejar en el congelador al menos seis horas.
Pueden realizarse polos y helados de cualquier tipo de fruta, se trata de probar diferentes mezclas que puedan apetecer, algunas ideas: mango y piña, yogur y melocotón, de sandía, naranja, kiwi… puede añadirse leche o yogur o frutos secos como almendras, pistachos, nueces… al gusto de los más pequeños de la casa.
LO QUE DEBES SABER…
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- Los helados artesanos son claramente de mejor calidad que los industriales, pues para su elaboración se utilizan alimentos reales de buena calidad.
- Debe tenerse en cuenta que, si un niño se come un helado entero, supone un 45% de las grasas totales que debe consumir en un día, algo nada despreciable.
- La mayoría de helados industriales destacan por su contenido en azúcar, entre 20-25 gramos de azúcar por helado, cantidad que supera a la de las bebidas carbonatadas.
Mónica Carreira
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética
Máster en nutrición pediátrica