Resumen del contenido
En la mayoría de los casos, no se necesitarán pruebas complementarias para hacer un diagnóstico etiológico (reconocimiento de la/s causa/s), ya que con una correcta anamnesis (entrevista) y exploración física será suficiente. En algunas ocasiones, sí se precisará de pruebas complementarias (biopsia cutánea) para poder llegar al diagnóstico etiológico. El tratamiento irá dirigido a cuidados de la ampolla, de los síntomas y de la causa.
¿Qué es una ampolla o una vesícula?
Una ampolla o vesícula es una lesión cutánea constituida por una cavidad de contenido líquido (habitualmente claro), de forma circular, y localizada en la epidermis o subepidermis. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, tanto en piel como en mucosas. Si es de tamaño pequeño (menor a 5 mm) se llama vesícula y tiene una capa más frágil pudiendo romperse y liberar el líquido sobre la piel; si el tamaño es mediano o grande (superior a 5 mm) se llama ampolla y su capa es más resistente a la rotura.
¿Dónde se distribuyen?
Su distribución dependerá de la causa, pudiendo…
- Aparecer como lesiones únicas o lesiones numerosas.
- Aparecer en zonas localizadas solo en piel o solo en mucosas.
- Aparecer de forma generalizada tanto en piel como en mucosas.
- Aparecer con distribución simétrica o no simétrica.
¿Qué causa una ampolla?
Son muchas las causas que pueden provocar la aparición de ampollas o vesículas en la edad pediátrica. En negrita se destaca las más frecuentes:
Infecciones:
- Infecciones bacterianas: impétigo ampolloso e impétigo contagioso, epidermólisis estafilocócica aguda, erisipela ampollosa, dactilitis pustulosa, sífilis congénita.
- Infecciones víricas: primoinfección por virus del herpes simple tipo I, herpes zóster-varicela, enfermedad boca-mano-pie, herpangina, molusco contagioso, erupción variceliforme de Kaposi, enfermedad de Gianotti Crosti.
Factores externos:
- Quemaduras o escaldaduras
- Fricción (como la provocada por un zapato).
- Succión (chuparse el dedo).
Reacciones alérgicas:
- Reacciones a picadas de insectos – “culicusi ampollosa”: por cualquier artrópodo, pero principalmente por picada de mosquito, himenópteros o araña
- Prurigo estrófulo o urticaria papulosa (en niños con dermatitis atópica)
- Eccema deshidrótico
Medicamentos:
- Síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica (enfermedad de Lyell)
Enfermedades hereditarias:
- Pidermólisis ampollosa hereditaria, ictiosis ampollosa, incontinencia pigmentaria, acrodermatitis enteropática, dermatosis acantolítica familiar de Hailey-Hailey
Enfermedades autoinmunes:
- Pénfigo ampolloso juvenil, dermatosis IgA lineal, dermatitis herpetiforme, epidermólisis ampollosa adquirida, pénfigo vulgar, pénfigo foliáceo
Enfermedades ampollosas autoinmunes transmitidas de la madre al niño:
- Penfigoide del embarazo, pénfigo neonatal.
¿Cuál es el tratamiento para las ampollas?
El tratamiento irá dirigido a cuidados generales de la ampolla, tratamiento de los síntomas y, si es posible, tratamiento de la causa.
Cuidados generales
- Lavar con agua y jabón.
- Mantener el área seca sin tapar.
- No pinchar ni manipular la ampolla.
- Si duele, colocar un vendaje sobre la ampolla.
- Vigilar signos de sobreinfección: enrojecimiento, calor local, supuración o aumento de la intensidad del dolor.
Tratamiento de los síntomas:
- Si hay picor: antihistamínico oral.
- Si hay dolor: antiinflamatorio oral (por ejemplo: ibuprofeno oral).
Tratamiento de la causa
Siempre bajo prescripción por el pediatra. La mayoría de las veces no precisará tratamiento etiológico y se autolimitará con el tratamiento sintomático. Otra veces requerirá:
- Si infección bacteriana: antibiótico tópico u oral
- Si infección vírica de la familia del herpes (VHS-I, VVZ): aciclovir oral en las primeras 72 horas del exantema
- Si reacción alérgica: corticoides tópicos u orales, antihistaminico oral
- Si etiología autoinmune o hereditaria, medicamentosa grave o infecciosa grave: tratamiento a nivel hospitalario
- El Seguro de MAPFRE Salud dispone de Servicio de Orientación Pediátrica las 24 horas del día.
Lo que debes saber…
- Las lesiones ampollosas o vesiculares son una causa frecuente de consulta pediátrica.
- Lo más frecuente es que sean por causas infecciosas o reacciones alérgica locales.
- Hay que iniciar el cuidado de la lesión en cuanto se detecta para mantenerla limpia y sobre todo no manipular la ampolla ni la vesícula. La mayoría de las veces solo requerirán cuidados de la lesión y tratamiento sintomático.