Leer es una ventana al conocimiento y aporta un sinfín de beneficios a todas las personas, pero especialmente a los niños que se encuentran en la etapa de crecimiento y desarrollo.
Entre los beneficios principales destacan el desarrollo de la memoria, el lenguaje y la concentración (entre otras funcionas cognitivas) debido a la comprensión lectora que supone la lectura, sin mencionar que mejora notablemente el pensamiento analítico. También aporta cultura ya que permite aprender conceptos nuevos, aumentar el vocabulario y descubrir nuevos temas. En caso de los niños esto tiene un beneficio añadido y es que leer les ayuda a asentar aspectos de ortografía y gramática, mientras que a los mayores la lectura les ayuda a mantener el cerebro ágil y joven.
Pero, además, la lectura es una actividad lúdica y divertida, diferente de la rutina diaria que nos ayuda a relajarnos y reducir el estrés. La lectura es un conductor estimulante de la imaginación y la creatividad. Y nos permite vivir un sinfín de aventuras y vidas diferentes.
En este artículo te proponemos 12 consejos que pueden ayudarte a transmitirles este buen hábito a tus hijos:
- Utiliza libros y cuentos siempre adecuados a su edad. Puedes pedir consejo a los profesores del centro educativo al que acuda el/la menor o, también, a los comerciantes de librerías o en la biblioteca de tu barrio.
- Los padres deberían fomentar la pasión por la lectura ya en la primera infancia. En el caso de bebés o niños/as todavía muy pequeños utiliza cuentos que llamen su atención por los vistosos colores, las diferentes texturas o los sonidos agradables, dejando que los manipulen a su antojo. Para los niños de hasta 4 años, elige cuentos que principalmente contengan numerosas imágenes y escaso texto. Si tu hijo lee y escribe con 4 años quizás sea superdotado.
- ¡Predica con el ejemplo! Los niños aprenden basándose en la imitación de lo que oyen y ven a su alrededor. Si ellos ven que dedicas rutinariamente unos minutos del día a la lectura, ellos probablemente adquirirán también ese sano hábito.
- Invierte unos minutos al día en leer con ellos y al finalizar comparte tus impresiones acerca de lo leído (por ejemplo, qué parte del cuento te ha gustado más o cuál menos…).
- Transmite y haz sentir que el libro en un elemento de diversión, de juego y de relación. No es una buena idea obligar a leer como imposición.
- Dispón los cuentos y libros en cajones, baúles o estanterías que permita mantener su orden y que, sobre todo, queden a una altura accesible para el menor, para que los pueda elegir él/ella mismo/a sin necesidad de pedir ayuda.
- Es importante escucharlos para conocer sus preferencias. Aunque también puedes aportar tú sugerencias…
- Crea un espacio confortable y con correcta iluminación para leer.
- Para fomentar su interés en un cuento determinado, utiliza aquellos cuyo contenido se identifica, por algún aspecto, con su vida cotidiana, haciendo alusiones al relatarlo a aspectos que la criatura pueda estar realmente viviendo.
- Anima a tus hijos a que, de una forma lúdica, lea cuando vayáis paseando por la calle (los rótulos de los comercios, los carteles urbanos, etc.).
- Cuando les leas un cuento, utiliza la mayor cantidad de palabras posibles para explicar y describir cada imagen o cada página con detalle, utilizando un lenguaje rico y variado.
- Anima al niño/a que verbalice su propia opinión acerca de lo pueda estar sucediendo en una determinada escena o anímale a que explique cómo ve o cómo describiría a los personajes. Cuando termines de contar el cuento hazles preguntas acerca de lo que han entendido y /o sentido con el relato.
Compartir momentos de lectura con tus hijos, no sólo te permitirá afianzar con ellos lazos emocionales, sino que, además, te permitirá disfrutar de momentos de diversión mediante el relato de historias maravillosas, inquietantes o fantásticas.
Lo que debes saber…
- Los niños/as aprenden basándose en la imitación de lo que oyen y ven a su alrededor. Si nos ven dedicar rutinariamente unos minutos del día a la lectura, es más probable que adquieran también ese sano hábito.
- Se trata de transmitir y hacer sentir que el libro en un elemento de diversión, de juego y de relación. No es una buena idea obligar a leer como imposición.
- Entre los beneficios que aporta la lectura está el de favorecer el desarrollo de la memoria, del lenguaje (comprensión lectora y expresión) y la concentración, así como la mejora del pensamiento analítico.