Resumen del contenido
La timidez en el niño es un problema más o menos frecuente que puede presentarse, en mayor o menor grado, en determinadas situaciones. Si esta timidez provoca estados de estrés, ansiedad y se hace patológica, es necesario consultar a un especialista, ya que la falta de socialización puede afectar al aprendizaje y a la escolarización del niño.
La timidez se aprende
Si se le suele castigar con mucha frecuencia, desvalorizar o ridiculizar a menudo, sobre todo comparándolo con otros niños, o si se le impide mostrar sus emociones y expresarse adecuadamente, es fácil comprender que la timidez le servirá de protección, como un escudo defensivo que le permitirá no enfrentarse a esas situaciones donde dudará de su capacidad y habilidades para poder salir airoso de las mismas.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
La timidez en el niño pasa a ser un problema del que debemos preocuparnos cuando el niño adopta las siguientes posiciones:
- Rehúye las relaciones sociales: no quiere verse con los niños del colegio, pone pegas constantemente para relacionarse y hasta llega a decir que no quiere ir al patio a jugar.
- No se relaciona: en el colegio los profesores alertan de que no se relaciona en clase, no quiere contar nada en voz alta o bien, si lo hace, lo pasa muy mal.
- Se esconde detrás de nosotros cada vez que nos encontramos a alguien de la calle.
- No participa sistemáticamente en las actividades conjuntas con otros niños.
¿Qué se puede hacer con la timidez en el niño?
- Ayuda psicológica: si la timidez ha llegado a un extremo en el que el niño ve afectado su rendimiento escolar, lo aísla socialmente y vive situaciones de estrés y ansiedad frecuentes, debería considerarse la opción de pedir ayuda profesional.
- Averiguar el origen de la timidez en el niño para tratarla con mayor eficacia. Las causas pueden ser múltiples: genéticas, ambientales, emocionales, de aprendizaje… El niño tímido no lo es por capricho o mala educación. Detrás suele haber sufrimiento emocional y sentimientos de ser diferente.
- Hacer equipo para que el niño venza su timidez: tanto padres como profesores deben hacer equipo para conseguir que el niño mejore su integración social.
- Tratar el problema con naturalidad sin que vea en los padres una preocupación excesiva ya que si no podría suponer una carga adicional.
- Dar confianza y tiempo: motivarlo a que vaya superando, conforme a su edad, nuevos retos pero sin agobiarle. Cada niño tiene sus propias estrategias para afrontar las situaciones estresantes y debemos potenciarle las que consideremos adecuadas.
- No juzgar al niño: intentar que se sienta comprendido y, sobre todo, no banalizar el problema porque seguro que para él es un factor de ansiedad importante.
- Dar la posibilidad al niño de que cuente lo que le pasa: no adelantarse a responder o pensar por él.
- Propiciar situaciones de relación cómodas para el niño: quedar con amigos con hijos en ratos los libres puede ser una buena idea.
- No presionarle: el niño debe sentirse libre de poder actuar. Cuanto más se le presione, menos va a responder.
- Demostrarle que lo queremos tal y como es: mostrarle lo importante que es para nosotros y felicitar los logros.
- No compararle con otros niños: esto puede dañar su autoestima y agravará el sufrimiento. No ridiculizarlo ni hacerle sentir diferente a los demás. No compararlo peyorativamente con otros niños. Lo que a él le sucede le pasa a mucha gente.
- Hacerle ver que su caso no es único: mostrarle que todos nos enfrentamos a diario a situaciones que nos cuestan más de lo normal y en las que podemos sentirnos inseguros pero que hay que afrontarlas.
- Intentar fomentar actividades que le guste hacer o que le salgan muy bien.
- No obligarle a realizar actividades en grupo si no está preparado para ello: lo fundamental es mostrarle, con cariño y sin forzar en ningún caso, que potenciar la expresión artística puede ayudarle a “soltarse”, a coger confianza en sí mismo y a expresar lo que siente. Los talleres de pintura, teatro, danza o música podrían ayudar.
LO QUE DEBES SABER…
- Si la timidez provoca estados de estrés, ansiedad y se hace patológica, es necesario consultar a un especialista.
- No se nace siendo tímido sino que se “aprende”, tanto por experiencia propia como por presenciar conductas y formas de comportamiento de otros.
- Para ayudar al niño a relacionarse debemos tratar el problema con naturalidad, no compararlo, forzarlo ni juzgarlo y darle tiempo y confianza, entre otras cosas.