10 Falsas creencias sobre la salud infantil
Resumen del contenido
- 10 falsas creencias en salud infantil
- 1.- La leche produce mucosidad
- 2.- Escuchar a Mozart los hace más inteligentes
- 3.- Las manchas blancas en las uñas son por falta de calcio
- 4.- Si tiene fiebre es que está creciendo
- 5.- Dejarle llorar ensancha los pulmones
- 6.- Hasta la aparición de los dientes definitivos no es necesario ir al odontólogo
- 7.- Evitar las hernias umbilicales en los bebés con fajas compresivas
- 8.- Las vacunas provocan autismo
- 9.- Si tiene mocos, lo mejor es un jarabe
- 10.- Andar descalzo provoca resfriados
Pediatra, experta en acupuntura y nutrición oncológica. Actualmente lidera la Unidad de Oncología Pediátrica Integrativa del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Ha sido pionera en España desarrollando la acupuntura infantil como un procedimiento médico complementario, seguro e indoloro. Compagina su trabajo con la docencia.
Los niños se caracterizan por su fragilidad. Su sistema inmunológico, por ejemplo, es inmaduro y eso los hace más vulnerables a padecer infecciones o que éstas sean más graves. Durante toda la historia de la humanidad hemos convivido con la muerte infantil, algo que ahora parece anecdótico en el mundo desarrollado, gracias a los avances médicos y la mejor nutrición. Probablemente, fruto del miedo, el intento de proteger a los más pequeños o de buscar una “explicación” a la desgracia, el cuidado de la salud infantil está llena de mitos y falsas creencias.
10 falsas creencias en salud infantil
1.- La leche produce mucosidad
Es una de las creencias más difundidas y que goza de muchos defensores. Vamos a partir del principio de que muchos niños tienen mocos casi todo el invierno (asociados o no a un catarro), que de media presentan entre cinco y ocho infecciones respiratorias/año y de que toman bastante leche (se recomienda medio litro al día). Desde el siglo XII ya disponemos de textos médicos que relacionan la flema con el consumo de leche, pero los estudios clínicos de los que disponemos hasta el momento revelan que la leche ni produce mocos ni es causa de bronquiolitis.
2.- Escuchar a Mozart los hace más inteligentes
Mozart fue un genio de la música, todos lo sabemos. Escuchar sus melodías nos permite disfrutar de momentos inolvidables, pero de ahí a pensar que por algún mecanismo desconocido Mozart haga que nuestros hijos suban en el puntaje del cociente de inteligencia hay un trecho. Lo que sí es cierto es que la exposición a la música, en general, desde pequeños, permite desarrollar destrezas y ayuda al desarrollo integral de los niños.
3.- Las manchas blancas en las uñas son por falta de calcio
Es una preocupación de muchos padres ver, en alguna de las uñas de sus hijos, unas pequeñas manchas blancas, porque piensan que tienen una falta de calcio. Nada más lejos de la realidad. De hecho, en los países desarrollados, donde los niños deben y pueden consumir una dieta equilibrada, la falta de calcio no es algo habitual. Por otro lado, estas pequeñas manchas son la respuesta normal de la uña a pequeños traumatismos de la misma y su intento de repararlos. Por lo tanto, no hay que preocuparse.
4.- Si tiene fiebre es que está creciendo
La fiebre es una manifestación o síntoma que nos avisa de que nuestro organismo está luchando contra un agente infeccioso o bien presenta un problema inflamatorio. Tener fiebre sin un foco aparente es algo que debemos consultar al pediatra, ya que ni crecer ni la erupción dental se acompañan de fiebre. Ambos son procesos fisiológicos y normales.
5.- Dejarle llorar ensancha los pulmones
Si los niños lloran, por algo debe ser y no creo que sea para mejorar su función pulmonar.
La razón del llanto es que es la única manera que tienen de comunicar sus necesidades y sobrevivir: hambre, sed, sueño, contacto, frío o dolor. Si tan bueno fuera llorar para los seres humanos y su salud pulmonar, los médicos la prescribiríamos a nuestros pacientes con problemas respiratorios. No es así… Por lo tanto, es muy recomendable saber que dejar llorar a los bebés no aporta ningún beneficio físico ni emocional, sino todo lo contrario, es otra de las falsas creencias sobre la salud infantil.
6.- Hasta la aparición de los dientes definitivos no es necesario ir al odontólogo
Se recomienda realizar la primera revisión odontológica en el primer o segundo año de vida. Si se observan problemas antes, se debe acudir cuando sean detectados. Aunque los dientes de leche sean temporales hay que cuidarlos, revisar que no tengan caries, tratarlas si fuera necesario y realizar fluorizaciones para prevenir males mayores.
7.- Evitar las hernias umbilicales en los bebés con fajas compresivas
La creencia de que se “les va salir el ombligo” a los bebés y que, por ello, deben ser fajados o, incluso, colocarles en el ombligo una moneda, es algo muy común en muchas culturas del mundo. La realidad es que hasta los dos años los niños pueden presentar una pequeña hernia umbilical (se considera normal si es menor de 2 centímetros) y que cierra por sí sola en la mayoría de los casos. Poner una compresión en la zona umbilical no mejora el pronóstico, no evita las hernias, y sólo causa molestias al bebé.
8.- Las vacunas provocan autismo
En el movimiento antivacunas éste ha sido uno de los mayores argumentos para hacer mala prensa de las mismas y justificar su postura. Las vacunas son el segundo avance médico que más vidas ha salvado tras el lavado de manos en la historia de la humanidad. Por lo tanto, esta es una de las falsas creencias que más daño puede hacer. Los estudios de vigilancia, realizados tras inocular millones de vacunas, no demuestran esta asociación.
9.- Si tiene mocos, lo mejor es un jarabe
Hace muchos años que sabemos que los jarabes para los mocos, llamados mucolíticos, no son eficaces. Pesan más sus efectos secundarios que su efecto terapéutico. Entre los efectos adversos encontramos: diarrea, vómitos, náuseas, dolor abdominal y exantemas cutáneos (erupciones en la piel). Estudios científicos han demostrado que la mejor manera de combatir la mucosidad es hidratando abundantemente al niño, es decir, ofreciendo líquidos y realizando lavados nasales, en el caso de que la mucosidad sea nasal.
10.- Andar descalzo provoca resfriados
El frío y sus posibles efectos colaterales en la salud infantil podría dar para un libro de mitos. Ni el pelo mojado, ni andar descalzo ni jugar al aire libre en invierno producen catarros. La gripe, los resfriados y otras infecciones víricas son más frecuentes en invierno y el mecanismo de contagio es estar en contacto con otra persona infectada. Por lo tanto, esta asociación frío-enfermedad no es más que una percepción errónea. Además, si los virus se transmiten persona a persona, es normal que en invierno sea más frecuente, ya que estamos encerrados más tiempo y con menor ventilación, debido al frío. El peligro de enfermarse en invierno no reside en el frío que el niño pasa en el patio sino en la clase donde se agrupan todos los niños y que alguno de ellos puede tener tos o mocos.
Lo que debes saber…
- Las vacunas no provocan autismo: en el movimiento antivacunas éste ha sido uno de los mayores argumentos para hacer mala prensa de las mismas y justificar su postura.
- Ni el pelo mojado, ni andar descalzo ni jugar al aire libre en invierno producen catarros.
- Los estudios clínicos de los que disponemos hasta el momento revelan que la leche no produce mocos ni es causa de bronquiolitis.
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