Trucos para dar medicamentos a los niños

Es improductivo tratar de convencer a un niño de dos años sobre la conveniencia de tenerse que tomar un medicamento para curar su enfermedad, así que nos será de utilidad decantarnos por aquellos medicamentos que tengan mejor sabor y necesiten de menor dosificación, los que sean fáciles de tragar o, aún mejor, que sean administrados por otras vías diferentes a la boca, como los supositorios.

Por tanto, con anterioridad a explicar las recomendaciones o trucos para dar  medicamentos a los niños y bebés conviene conocer las diferentes vías de administración que nos puede prescribir nuestro pediatra para el tratamiento en domicilio:

Vías de administración del medicamento

• ORAL: es la más habitual y segura. Las principales formas farmacéuticas que se administran por vía oral son: comprimidos, cápsulas, grageas, jarabe, soluciones, suspensiones y granulado. Los comprimidos siempre deben de tragarse enteros, salvo que sean ranurados, pues el principio activo no se absorbería correctamente.
  Las cápsulas han de tragarse enteras, excepto que lo indique el prospecto.
  Para preparar una suspensión extemporánea, hay que añadir agua mineral hasta la marca, pero en dos pasos; primero un poco y agitar y completar luego con agua hasta la medida total.
  Los comprimidos efervescentes se denominan así por su formulación con un ácido y un álcali que reaccionan al disolverse en agua produciendo pequeñas burbujas de anhídrido carbónico que rompen el comprimido y facilitan la disolución del principio activo.
  En caso de error o sobredosificación se puede efectuar un lavado gástrico en el hospital o inducir al vómito. En contra, la absorción no es rápida y el fármaco puede sufrir procesos de metabolización en el tubo digestivo y causar la irritación de la pared del estómago.
• SUBLINGUAL: en niños es poco habitual. La utilizaremos sobre todo en caso de no ingesta y posible hipoglucemia como, por ejemplo, en caso de gastroenteritis. Colocaremos un poco de azúcar blanco debajo de la lengua para su rápida absorción (5 minutos).
• TÓPICA: el medicamento se aplica directamente en la zona a tratar. Las formas más habituales son polvos (actualmente sólo los utilizaremos en los pies por el riesgo de inhalación por vías respiratorias), soluciones, cremas, lociones, geles, pomadas y ungüentos. Muy importante es aplicar una capa no muy gruesa, favoreciendo así su correcta ventilación.
• OFTÁLMICA: los medicamentos se aplican directamente en el ojo, como gotas, soluciones, colirios y pomadas, favoreciendo una acción local. Existe absorción a nivel de la córnea. Nunca poner en contacto el envase con el ojo para evitar contaminaciones de bacterias u otros gérmenes.
• ÓTICA: consistente en la aplicación tópica de gotas en el oído externo. Nunca deberán emplearse algodones u otros cuerpos extraños ya que facilitarían el crecimiento bacteriano causante de la infección.
• INTRANASAL: el medicamento se aplicará en forma de pomada o soluciones (gotas y nebulizadores) actuando en la vía nasal.
• INHALATORIA: la absorción del principio activo es a través de la mucosa nasal y se administra mediante nebulizadores.
• RECTAL: el medicamento se administra vía anal mediante supositorios o enemas.

¿Qué hacemos cuando el niño se niega a tomar medicamentos?

• Si no quiere tomar el medicamento por vía oral, la forma más habitual de administración es optar por el camuflaje o disolución del medicamento en líquidos o alimentos dulces y agradables para el niño; yogures, zumos, purés de fruta, leche fría, miel, etc.
• El medicamento nunca debe de administrarse tumbado por el riesgo de atragantamiento, como máximo reclinado y por un lateral de la boca mediante una cucharilla plana o pipeta. Muchos medicamentos tienen un gusto amargo desagradable para el paciente lo que puede provocar vómitos. En caso de vómito, no debería seguirse administrando el medicamento sin consultar nuevamente con el pediatra, y en caso de estar seguro de que lo ha expulsado por completo, volver a intentarlo de nuevo al cuarto de hora de espera.
• De administrar el medicamento recién comido, corremos el riesgo de provocar arcadas, con lo que trataremos de evitar que el bebé/niño tenga la barriga llena, pero tampoco es aconsejable administrarlo en ayunas.
• Es importante recordar que sólo han de administrarse medicamentos a los niños cuando éstos hayan sido prescritos por el pediatra, respetando siempre la dosis, el horario y la duración del tratamiento. Ante cualquier duda puede consultar al Servicio de Orientación Médica 24 horas que los seguros de MAPFRE Salud ponen a su disposición.

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• Un ambiente agradable y tranquilo en el domicilio, y una buena predisposición de los padres a la hora de la administración del medicamento va a facilitar éste trabajo. En el caso de los nebulizadores siempre funciona ponerle al niño música o su programa preferido durante su administración. En niños mayores, les podemos ofrecer pintar o realizar cualquier tarea que le resulte complaciente. Siempre será más exitoso la actitud de premiar que la de imponer.

Lo que debes saber…

• Antes que intentar convencerles con palabras sobre la conveniencia del medicamento para su salud, a un niño pequeño es mejor ofrecérselo de formas agradables.
• Si es por vía oral, se puede camuflar en líquidos o alimentos dulces que le resulten fáciles de tomar.
• Un ambiente agradable y tranquilo en el domicilio, y una buena predisposición de los padres a la hora de la administración del medicamento va a facilitar éste trabajo.