Torus: prevención, síntomas y tratamiento
Resumen del contenido
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Su forma más frecuente del torus es la de nódulo redondo u oval y de consistencia indurada. Pueden ser unilobulados, fusiformes o multilobulados. Pueden ser únicos o múltiples, aunque los de la línea media suelen ser únicos. Pueden alcanzar un tamaño de 3-4 centímetros de diámetro, aunque usualmente son menores de 2 centímetros.
Dónde aparecen
Su ubicación más habitual es la línea media del paladar duro, en el llamado rafe del paladar (recibe el nombre de torus palatino), aunque pueden tener otras ubicaciones como puede ser la mandíbula (torus mandibular, en la mayoría de los casos en la cara interna o lingual de los premolares, aunque también pueden verse por la cara externa o vestibular). Se estima que hasta un 15% de la población puede tener algún pequeño torus en la boca. Suelen aparecer desde la pubertad hasta la edad adulta (más habitual en la segunda o tercera década de la vida), siendo más frecuente en mujeres que en hombres y en el lado derecho más que en el izquierdo.
Qué síntomas producen
Los síntomas derivados del torus dependen fundamentalmente de su tamaño y ubicación. En la mayoría de los casos no son sintomáticos y suelen pasar desapercibidos. Su crecimiento es lento a lo largo de los años y no tienen comportamiento de malignidad. Sin embargo, con el crecimiento progresivo pueden llegar a dar molestias, especialmente en pacientes portadores de prótesis u ortodoncia y en bruxistas.
Si bien la aparición de torus es arbitraria en la población, se asocia a una predisposición familiar hereditaria. El torus palatino es frecuente en asiáticos (coreanos), esquimales o indios americanos. No existe tratamiento preventivo para este tipo de lesiones.
Cómo actuar
Ante la detección de un torus la conducta a seguir es tan solo expectante, no estando indicado su tratamiento si no ocasiona síntomas. En caso de que el tamaño o la ubicación interfieran en el funcionamiento bucal, estaría indicada su exéresis quirúrgica que debería hacerse en el quirófano, bajo anestesia local y en situación estéril. Deberá fresarse el hueso para su extracción y, posteriormente, se deberá suturar la mucosa para evitar el sangrado local.
Siempre que se realiza su extracción se analiza la pieza extraída en el laboratorio de anatomía patológica para descartar signos de malignidad, entre otras cosas. Si hiciéramos un corte por la línea media del torus extraído veríamos un tejido óseo denso en su interior rodeado de mucosa gingival.
Lo más frecuente…
El motivo de consulta más frecuente por este motivo es la detección de un nódulo indurado ya sea debajo de la encía o en el paladar. Los síntomas más frecuentes que pueden ocasionar son:
- Compromiso estético (cuando son visibles al sonreír, por ejemplo),
- Compromiso terapéutico (cuando su ubicación imposibilita el plan de tratamiento de una rehabilitación oral como puede ser la colocación de un implante o de una prótesis fija no removible),
- Síntomas locales por microfricción durante la masticación (como puede ser una úlcera en su superficie), imposibilidad de una correcta fonación,
- Compromiso de la higiene bucal (es una posible causa de halitosis)….
A pesar de que pueden palparse en la boca, a veces puede ser necesaria la realización de alguna prueba complementaria para la confirmación diagnóstica. Dado que tiene consistencia ósea en su interior, sería detectable en la radiografía intraoral, la ortopantomografía y el TAC dental.
A pesar de que la detección de un torus asintomático en la boca no requiere tratamiento, debemos controlarlo periódicamente. Un cambio en el tamaño puede ocasionar alteración en la función, la masticación o la fonación. Asimismo, al adquirir un tamaño considerable es frecuente que genere un microtraumatismo con las estructuras vecinas pudiéndose ulcerar su superficie mucosa.
Lo que debes saber…
- Los torus son protuberancias óseas benignas que pueden adquirir diferentes formas y cuya base está formada por tejido óseo recubierto de mucosa sana.
- Su crecimiento es lento a lo largo de los años y no tienen comportamiento de malignidad. Sin embargo, con el crecimiento progresivo pueden llegar a dar molestias, especialmente en pacientes portadores de prótesis u ortodoncia y en bruxistas.
- En caso de que el tamaño o la ubicación interfieran en el funcionamiento bucal, estaría indicada su exéresis quirúrgica que debería hacerse en el quirófano, bajo anestesia local y en situación estéril.
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