LO QUE DEBES SABER…
- El chupete, si se alarga más allá de los tres años, puede deformar los dientes de forma irreversible.
- Morder lápices, bolígrafos… así como utilizar los dientes para abrir bolsas, cortar etiquetas puede provocar fracturas dentales, luxaciones y movimientos.
- Respirar por la boca, y colocar mal la lengua al deglutir son otras causas de deformaciones dentales, y se deben corregir.
Son éstos…
- Uso del chupete. Resulta muy beneficioso si se utiliza en la etapa adecuada, ya que les calma y reconforta, pero debe ser eliminado antes de los tres años de edad, porque si no la deformación que provoca se considera irreversible.
- Hábito de chuparse el dedo. Tiene el mismo efecto calmante y reconfortante que el chupete, pero resulta mucho más difícil de eliminar. Es muy importante conseguir que el pequeño esté concienciado para dejarlo. Provoca deformaciones que muchas veces pueden llegar a ser irreparables en su totalidad, incluso con ortodoncia.
- Morder lápices, bolígrafos… Es evidente que no le va a aportar nada bueno este hábito. Suele ser más bien de tipo nervioso y puede provocar pequeñas fracturas en esmalte y dentina.
- Deglución atípica. Se produce por la colocación incorrecta de la lengua al deglutir. Para ir bien, al tragar deberíamos colocar la lengua en el paladar, en lugar de ponerla hacia delante (hacia los dientes), que es lo que hace el niño con deglución atípica cada vez que deglute. Es un hábito muy dañino, difícil de eliminar y para lo que se precisa la ayuda de un logopeda. Hay que tener en cuenta que a la hora de hacer una ortodoncia, si la causa de la mala colocación de los dientes es una deglución atípica y no se trata, lo más probable es que a la larga haya una recidiva del tratamiento de ortodoncia.
- Respiración oral. Respirar por la boca tiene varias afectaciones a nivel oral, entre las que destaca la compresión maxilar. El maxilar superior queda estrecho y muy profundo, y al ocluir no lo hace de forma correcta con el maxilar inferior. En este caso resulta muy importante la valoración por parte de un otorrinolaringólogo.
- Morderse las uñas. No es bueno para maxilares, dientes ni uñas, aparte del evidente foco de infección que supone el hecho de morderse las uñas.
- Usar los dientes como herramientas varias. Para abrir bolsas, cortar etiquetas… Puede provocar desde fracturas dentales, a luxaciones y desplazamientos dentales.
- Chuparse los labios. No es un hábito que deforme los dientes, pero sobre todo en invierno (los labios cortados se chupan y con el frío se cortan todavía más) pueden llegar a provocar muchas molestias y dolor, además de convertirse en un foco de infección.